La salud del patrimonio rural de Zamora empeora y suma a la lista de templos en mal estado a la iglesia de Santo Domingo, en el municipio de El Cubo del Vino, cuya seguridad preocupa “inmensamente” a los vecinos y al Ayuntamiento.
Este estado de deterioro puede incluso suponer un “riesgo” para los feligreses, según ha informado el Consistorio. Los problemas en el tejado de esta iglesia parroquial han provocado que desde 2020 haya fugas de agua en el templo, según relata la alcaldesa del municipio, María Asunción Martín, quien ha puesto en conocimiento de los vecinos la necesidad de evitar las zonas más afectadas del templo durante la celebración de las misas, que corresponden a la zona alta de la nave.
El aviso se ha dado siguiendo la normativa urbanística que reza que “el Ayuntamiento tiene el derecho y la obligación, dentro de su ámbito competencial, de velar por la seguridad y salubridad de los edificios que se encuentran dentro del municipio”.
Fue el pasado 3 de diciembre de 2021 cuando los Servicios Técnicos del Ayuntamiento remitieron un informe a la autoridad parroquial sobre la existencia “de cierto peligro para los usuarios de la Iglesia de Santo Domingo, debido a la caída del revestimiento del techo y la entrada de agua de lluvia al interior del mismo en algunos puntos concretos del inmueble”.
“Estamos muy preocupados, la situación es bastante grave”, aclara Martín sobre las fugas de agua y desprendimientos del techo que se han incrementado con las últimas lluvias y que han hecho que se pida “precaución” a la hora de entrar en el templo, con una marcada afluencia de peregrinos al emplazarse en plena Vía de la Plata.
“Hay una zona que de momento esta bien, la parte de adelante es la que se encuentra en peor estado, tenemos un poco de miedo, ya ha habido bastantes desprendimientos”, finaliza Martín sobre las preocupaciones que provoca en la ciudadanía el templo.
A la espera de soluciones
Según fuentes oficiales del Obispado, las obras de remodelación de la Iglesia de Santo Domingo no pueden dar inicio hasta obtener el informe favorable de la Confederación Hidrográfica del Duero, debido a que el templo se encuentra situado en una zona de policía de cauces, en concreto, el de la rivera de Cañedo, también conocido como arroyo de San Cristóbal.
Este se sitúa a unos 40 metros del templo, por lo que es necesaria la autorización de esta institución para iniciar las obras, aunque según el testimonio de los más mayores del pueblo la iglesia jamás ha llegado a inundarse a pesar de las crecidas.
Aún así, se está a la espera del informe favorable, del que se registró la petición el pasado 16 de noviembre de 2021, según el documento al que ha tenido acceso LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA.
Una vez conseguido este permiso –el último– se espera que las obras puedan dan inicio en enero de 2023.
Mientras tanto, la remodelación de Santo Domingo “no puede entrar en el convenio de las obras que firman Obispado y Diputación”, según han declarado fuentes del Obispado, desde donde se sigue a la espera del permiso.
Unas obras que tenían “que haber entrado ya en el convenio del año pasado”, según las fuentes de la institución religiosa que confirman que la remodelación del templo salió a licitación, pero la espera ha hecho que este proceso tenga que volver a repetirse.
“Habrá que volver a sacar a licitación el proyecto, se hará cuando se sepa que muy próximamente se podrán realizar las obras”, estrategia que se tomará debido a la variación de precios en los mercados que hacen que desde que empezara la pandemia los presupuestos de las obras cambien de manera muy rápida debido al aumento de costes.
