Con la nueva fábrica de Coreses en pleno rendimiento, Leche Gaza ha podido aumentar su producción al mismo tiempo que reduce su huella de carbono. La cuadratura del círculo se ha conseguido gracias a una inversión de 23 millones de euros para trasladar los procesos productivos desde la antigua fábrica ubicada en Zamora a las nuevas instalaciones en el polígono coresino de Los Pinares, mejor dimensionadas y sin restricciones urbanísticas.

“Nos hemos dotado de unas instalaciones modernas y capaces de acoger un crecimiento que confiamos sea sostenido, pero constante”, ha declarado esta mañana Ignacio Quintanilla, director gerente de Leche Gaza, durante una visita que ha servido de inauguración oficiosa de la nueva fábrica, que entró en marcha en plena pandemia.

Directivos de Leche Gaza durante la visita de hoy a la nueva fábrica de Coreses. Cedida

La sostenibilidad ha sido uno de los pilares fundamentales del diseño de la nueva fábrica de Leche Gaza en Coreses. “Gracias a la implantación de procesos innovadores que han mejorado la eficiencia energética, la huella de carbono se ha reducido en un 18%, lo que equivale a dar 160 vueltas al mundo en coche”, ha detallado Quintanilla. Al mismo tiempo, se ha recudido el uso de los recursos fósiles, concretamente ha disminuido un 33% el consumo de gas y un 22% el de electricidad, “a pesar de aumentar de forma importante la capacidad productiva de la fábrica”, ha apostillado el director gerente.

Pero dando un paso más allá, Leche Gaza ha apostado por un nuevo envase “carbón neutral”, que aparece en un formato “más atractivo, cómodo y ecológico”. Esto significa que el cartón procede de fuentes renovables y todas las emisiones generadas durante la producción y transporte del mismo se han neutralizado a cero, tal y como explicaron los responsables de la cooperativa zamorana durante la visita a las instalaciones. Además, se ha eliminado el plástico de las cajas.

Máquina de producción de minibricks de Leche Gaza en la nueva fábrica de Coreses. José Luis Fernández

Al mismo tiempo, contar con unas instalaciones mejor dimensionadas ha permitido a Leche Gaza ir aumentando su producción, que si en 2021 fue de 48 millones de litros de leche, en 2022 se superarán los 55 millones de litros producidos, pudiendo acercarse a los 60 millones de litros.

Toda esta producción viene de las 80 granjas de los socios ganaderos de Leche Gaza, ubicadas todas ellas en la provincia de Zamora. Por eso, la cooperativa insiste en que entre sus “prioridades irrenunciables” está el objetivo de fijar población en el medio rural. Las 80 explotaciones que conforman Leche Gaza están dirigidas, en su mayoría, ya por la tercera generación de ganaderos, gente que vive y trabaja en el medio rural gracias a la cooperativa.

En las instalaciones de Coreses trabajan 41 empleados, pero entre puestos directos e indirectos hay cerca de 300 familias que viven de Leche Gaza en la provincia de Zamora.

Dos trabajadores de Leche Gaza en la fábrica de Coreses. José Luis Fernández

Esta producción 100% zamorana da la vuelta al mundo. “Queremos ser una empresa global y estamos ampliando mercados, tenemos contactos principalmente en China y en Sudamérica”, explica Ignacio Quintanilla. Aunque el principal mercado para Leche Gaza sigue siendo el de Castilla y León, donde son la marca de leche más vendida, solo por detrás de una marca blanca, y alcanzan una cuota de mercado del 18%. “Somos la primera marca regional y referentes de calidad, pero hay margen de crecimiento”, insiste el director gerente de la cooperativa.

En la base de este éxito está el trabajo de los socios ganaderos de Leche Gaza, en palabras de Heliodoro “un sector acostumbrado a sentarse al pie del cañón cada vez que la sociedad lo necesita y aguantar cuando el viento sopla en contra, como hemos demostrado en los últimos años”, en palabras de Heliodoro Rodríguez, presidente de la cooperativa.

Fábrica de Leche Gaza en Coreses. José Luis Fernández

Ahora, los ganaderos se enfrentan a una subida de los precios de los insumos, especialmente del alimento de los animales, que se intenta repercutir en otros puntos de la cadena sin afectar al número las ventas. “El escenario no es fácil, pero desde Leche Gaza entendemos que nuestro proyecto sigue siendo la mejor garantía para capear los temporales y para crecer todos juntos hacia un futuro próspero”, ha afirmado Rodríguez.

El objetivo último de hacer rentable el trabajo de los ganaderos de Leche Gaza, y del éxito de la empresa zamorana, es “colaborar con la vertebración del territorio y fijar población que tan necesaria es para el entorno donde nos asentamos con nuestras familias”.