La cofradía de Santa Rita de Villaralbo ha puesto fin a las fiesta de su virgen, una tradición antigua sólo de mujeres que sobrevive en el pueblo del Alfoz al amparo de 29 hermanas.

Las vísperas inauguraron las celebraciones de Santa Rita, un año retomado con especial ilusión en el que no han faltado tamborileros, comidas, bailes y celebraciones en honor a la virgen, tradición a la que este año se ha incorporado una nueva hermana.

Un día de Santa Rita en el que se ha disfrutado de la procesión y los trajes tradicionales de esta hermandad, cuyo rasgo distintivo es el mantón de mil colores durante las vísperas, que se sustituye por el de manila el día en honor a la virgen.

Todo un ritual que se completa con la entrega de la vara a las dos mayordomas, este año las elegidas han sido Emma y Rocío. A la entrega de la mayordomía, cada hermana recibe una naranja y almendras garrapiñadas, detalles que perfilan el carácter de esta antigua cofradía.

Aún así, aunque las hermanas mantienen vivo cada detalle de esta tradición, también se han tomado algunas licencias obligadas por los nuevos tiempos, y las viudas o separadas pueden seguir formando parte de esta cofradía de mujeres, antiguamente solo abierta a casadas.

Una rosa que portaban cada una de las hermanas puso el punto y final a la procesión por Santa Rita, la flor de esta virgen a la que cada año honra esta hermandad de mujeres, que ataviadas con vestidos antiguos y mantones, salen en procesión cada mes de mayo para celebrar bailes y festejos, un momento de cercanía con Santa Rita, pero también entre las propias hermanas de Villaralbo.