La comarca de Aliste, Tábara y Alba se reafirma llegado el año 2022 como el paraíso natural de la Tercera Edad.

Hombres y mujeres nacidos en tiempos revueltos y difíciles, los años 20, 30 y 40 del pasado siglo, que llevaron a muchas familias a separarse, unos quedándose en los pueblos para ayudar a los padres con la agricultura y la ganadería, los otros camino de “la Argentina”, Cuba y Brasil, en muchos casos para ya nunca volver a verse.

Margarita Rivas Blanco, hija de Diego y Tomasa, ambos labradores, nació en Rabanales un ya muy lejano 13 de mayo de 1922. Desde los 14 años trabajo junto a sus padres y hermanos, María, Lucía, Julia y Domingo (todos ellos ya fallecidos) atendiendo el ganado o las tareas que tocaran, según la época: “En el otoño a la sementera con la siembra, en invierno cuidando la hacienda de día (reses) y en los hilandares de noche, en primavera a preparar la huerta y en el verano a la siega, el acarreo y la trilla”.

Llegada la juventud se casó en la iglesia de San Salvador con Román Martín Fernández: Ya eran novios cuando estalló la Guerra Civil el 18 de julio de 1936. Si la situación ya era complicada para todos, más lo fue aún para Margarita que vio partir al frente a su amado: “Ya éramos novios y no volvió hasta que no termino la guerra pero nos queríamos mucho, todas las semanas me enviaba una carta”.

Placa

Finalizada la contienda formaron una familia unida que dio como fruto a cuatro hijos, José, Pilar, Emilio y Julia, más cuatro nietos y cuatro bisnietos. Su mayor desgracia y tristeza fue perder a su hijo José siendo niño y a Emilio con solo 41 años.

En la mañana de ayer recibía un emotivo y merecido homenaje del Ayuntamiento de Rabanales, a nivel institucional y también en nombre de sus vecinos. La señora Margarita recibió una placa conmemorativa que le fue entregada por el alcalde Santi Moral Matellán, acompañado por los concejales Rubén Gabella Martín, Jesús Cerezal Gago de Grisuela y Margarita López Calvo de Ufones: “Con todo el cariño de quienes hemos tenido el placer de gozar de sus compañía a lo largo de estos años”.

Margarita Rivas Blanco habla de los secretos de la vida y la longevidad: “Yo siempre fui muy trabajadora y habladora. Para llegar a vieja como yo hay que beber mucha agua que aquí en Aliste es muy buena. Comer bien y darse algún capricho, yo soy muy golosa, me encanta el chocolate negro”.

Memoria

El municipio de Rabanales (Grisuela, Matellanes, Mellanes, Ufones y Fradellos) cuenta actualmente con 499 habitantes (263 hombres y 236 mujeres). Margarita Rivas Blanco hace memoria “Antes, tras la guerra, éramos mucha gente, los pueblos estaban llenos de vida” y razón lo le falta: hasta 1.508 empadronados había en 1950. Recuerda aquella época en que su marido era el alguacil. Hoy de sus residentes, 201 son jubilados mayores de 65 años, y entre ellos 94 superan los 80 años de edad.

Riofrío es el otro pueblo alistano que ha sumado un nuevo centenario, el señor Toribio Río Vara, nacido el 29 de abril de 1922, que se han convertido en el varón más longevo del pueblo. Hombre ejemplar que formó su familia con Teresa del Río de la que nacieron sus hijos Amelia, Juliana, María y Manolo, con 6 nietos y 6 bisnietos.

Homenaje a Toribio Río, de Riofrío de Aliste. | Ch. S.

El Ayuntamiento de Riofrío le rindió homenaje con una placa conmemorativa y un ramo de flores en la Residencia de la Tercera Edad “Sagrada Familia” de Villardeciervos donde reside en la actualidad, donde celebró sus cien años acompañado de sus hijos, compañeros y empleados.

La calle Los Barrancones de Riofrío tuvo como uno de vecinos más activos al “Tí Toribio”, siempre dispuesto a participar en la vida social, tradicional y comunitaria. A lo largo de su vida desempeñó dos cargos importantes: fue juez de paz y alguacil. Artesano de pura cepa que dominaba la carpintería, reparaba zapatos, herraba los animales y era un gran aficionado a la plantación e injerto de árboles frutales, hacia cestos y cestas de mimbre y trabajaba magistralmente las pieles, sin olvidar su afición por las colmenas, las abejas y la miel para autocosumo.

Plantando pinos

Pastor, agricultor y albañil, trabajo en la construcción de los Saltos del Duero en Zamora (Castro y Villalcampo) y Salamanca (Aldeadavila de la Ribera), plantando pinos para el Icona en la repoblación de la Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Culebra, además de trabajar durante varios inviernos en Huesca, Mondragón y Vitoria. “Para ganar unas perras para comprar el guano que se echaba al trigo, centeno y cebada, comprar algún prado y hacer la casa”.

Una de las facetas del Tí Toribio es la de bailador y era siempre él habitual en los bailes de los días de fiesta. Aficionado a los Carochos representó al Diablo Grande en los años cuarenta, aunque sus predilectos eran el Galán y el del Tamboril. Su momento preferido de la Obisparra como asiduo bailador, era el Baile del Sagrao cuando entraban al baile los Diablos dandole a morder chorizo a los asistentes. Al Ti Toribio le pedían las cencerras para los Diablos, el hacia las cayatas y les proporcionaba las mochilas y las pieles de liebre preparadas para el del Lino. A nivel religioso era un miembro muy activo y siempre dispuesto en los actos de la Cofradía de la Santa Vera Cruz portando las imágenes de la misma.

Ejemplo

El municipio de Riofrío (Sarracín, Abejera de Tábara y Cabañas) cuenta actualmente con 629 vecinos (349 varones y 280 mujeres), de ellos 208 superan los 80 años de edad. La mujer más longeva es María Vicente Ríos camino ya de los 102 años: nació el 6 de agosto de 1920 y reside en la residencia San Juan Bautista de Ferreras de Abajo.

José Miguel Blanco González, concejal de Cultura de Riofrío asevera que "nuestros mayores son el alma y vida de nuestros pueblos, un ejemplo de buenas gentes que con sus trabajo, su sencillez, sacrificio y honestidad han escrito nuestra historia, preservando y transmitiéndonos su cultura y sus tradiciones. Ayuntamiento y vecinos debemos reconocerle sus méritos y ofrecerles la mejor calidad de vida posible porque se lo merecen”.