La pradera de la ermita del Cristo de Morales se ha llenado esta mañana de romeros, un encuentro que regresa tras dos años de pandemia.
El noveno día de las celebraciones del Cristo de Morales del Vino ha llegado de la mano de más de un millar de personas que se han reunido en torno a la ermita, al lado de los tradicionales puestos del mercado, atracciones, carpas y bares temporales, donde las jarras de barro y el vino han dado la bienvenida a los romeros.
Una procesión para la que los moralinos se llevan preparando toda la semana, y que hoy ha llegado acompañada por el buen tiempo.
Una multitud compuesta por cientos de personas se encontraban en la pradera de la ermita en el momento de la llegada de la Virgen, que llegaba en procesión desde el pueblo acompañada por los moralinos y las bandas de música, decididos a pasar el día a la vera de una de las romerías más famosas de la provincia de Zamora, y que da el pistoletazo de salida a la agenda de fiestas del Alfoz.
La procesión ha dado inicio por la mañana, cuando la imagen de la Virgen ha salido desde la iglesia de la Asunción a las 10.30 horas, acompañada por los fieles, que la han conducido hasta la ermita del Cristo, una tradición que tras dos años se ha recuperado con entusiasmo y dedicación.
Una vez en la iglesia, las misas han continuado sucediéndose, tras haber empezado a las 07.00 horas de la mañana, cuando la ermita ha acogido las eucaristías siguiendo el programa de este lunes, y que ha seguido hasta las 10.45 horas en lapsos de 45 minutos. Esos oficios han estado presididos por los párrocos de Morales y del resto del arciprestazgo del Vino.
La virgen del Rosario retrasó ligeramente su salida, que finalmente tuvo lugar en torno a las 11.00 horas del medio día, desde la iglesia de la Asunción de Morales del Vino, seguida por centenares de personas que hoy han recuperado esta procesión y romería, emblemática del Alfoz y de Zamora.
A la llegada de la comitiva a la ermita, ha sido el propio obispo de Zamora, Fernando Valera, quien ha recibido a la imagen a la puerta del templo, antes de dar inicio a una misa en la que no quedaba ni un solo asiento libre, y que algunos moralinos tuvieron que disfrutar desde el portal de la ermita.
Un templo que lucía abarrotado a la llegada de la Virgen, a la que se recibía en presencia de numerosas autoridades civiles y militares, como la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco.
Durante la misa, que daba comienzo a las 12.00 horas, el obispo ha pedido a los fieles mirar el rostro del Cristo, en el que ha dicho, se refleja el dolor y “la cruz”, ejemplificada en “la enfermedad, la fragilidad, el desempleo, el hambre”, expresó Valera, y acto seguido subrayó que este era un día “de amor”: “sin discursos, sino con la vida entregada como la entregó Jesús en la Cruz”.
Los moralinos se están volcando de una manera “impresionante”, según el Ayuntamiento.
Una eucaristía a la que también se han unido zamoranos procedentes de la capital, gran parte de ellos llegados en el servicio de autobuses habilitado por la empresa concesionaria, además del servicio que unió el municipio de Morales del Vino con la ermita durante toda la tarde.
Durante el resto de la mañana, los moralinos y zamoranos se han congregado en la pradera para beber y comer al son de la música para festejar el día grande de la semana de celebraciones de Morales del Vino, en las que la gente se está volcando de una manera “impresionante”, según el Ayuntamiento.
