La Opinión de Zamora

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Artillería para el control de la avispilla del castaño en Zamora

Técnicos y agentes medioambientales llevan a cabo la suelta de insectos parasitoides en 144 puntos del noroeste, dentro de la lucha biológica contra la plaga

Técnicos de Medio Ambiente en la campaña para controlar la plaga. | Araceli Saavedra

Técnicos y Agentes del servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta realizan estos días la suelta de “Torymus sinensis”, insectos parasitoides empleados en la lucha biológica para frenar los daños de la plaga de la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus).

Esta plaga comenzó a propagarse por el municipio de Hermisende en 2018 y ya se ha propagado con diferente grado de infestación a otros puntos de la provincia. Esta campaña se lleva a cabo con la colaboración de Ayuntamientos, castañicultores y asociaciones como “Amigos del Castaño” de las diferentes comarcas forestales afectadas y donde se ha constatado su presencia y expansión.

La suelta de este insecto se lleva a cabo en 144 puntos repartidos por el noroeste de la provincia, y un total de 288 dosis adquiridas en Italia, y cuyo uso está autorizado por la Consejería de Medio Ambiente, como explicó el técnico del Servicio Territorial, Rubén Díaz Álvarez. Tanto la avispilla como su “enemigo” Torymus proceden de China, aunque se está verificando que algunos parasitoides autóctonos depredan a este insecto invasor que entró en España en 2012 desde Asia, y se detectó en 2017 por primera vez en Castilla y León.

Arriba, hojas secas con agallas infectadas, dosis y detalle. | Araceli Saavedra

Las comarcas forestales donde se está realizando la campaña son Alta y Baja Sanabria con 106 puntos de suelta y un total de 212 dosis, ya que en cada punto se hacen dos sueltas; Carballeda, con 2 puntos; Villardeciervos, 7 puntos; Benavente, con 1 punto; y Aliste, con 28. Los ayuntamientos donde se detectó por primera vez su presencia -Hermisende, Lubián y Pías- han colaborado decisivamente en la adquisición de dosis de este parásito por su elevado costo. Cada insecto sale al precio de casi un euro. A medida que se ha ido extendiendo se han sumado a esta colaboración los Ayuntamientos de Pedralba de la Pradería, Puebla, Robleda-Cervantes, Cobreros y Alcañices.

Un agente medioambiental suelta “Torymus sinensis” en un castañar. | Araceli Saavedra

“La infestación –como explica Rubén Díaz- es relativamente alta en Hermisende y Lubián, y ya se ha extendido desde el oeste hacia el este de Sanabria, localizada en Puebla, Robleda-Cervantes, Galende, Cobreros, Palacios y Asturianos”.

En algunos puntos concretos de Carballeda como Cernadilla, Villardeciervos y Manzanal de Arriba y en Ayoo de Vidriales, ya en la zona de Benavente. En estos momentos también ha entrado puntualmente en la zona de Aliste. En zonas de castaño, como Otero de Bodas, donde todavía no se ha detectado sí hay un seguimiento.

Artillería para el control de la avispilla

El primer indicio tras la caída de la hoja y la aparición de los primeros brotes es la presencia en las ramas desnudas de agallas del año anterior y hojas secas de pequeño tamaño. La avispilla deposita sus huevos en los brotes donde se alimenta y desarrolla la larva lo que afecta al crecimiento de las hojas y la producción de castañas. Las hembras no necesitan un macho para procrear de ahí que con que solo haya un ejemplar que realice la puesta ya se expande la plaga. El Torymus es su enemigo natural en China porque se alimenta de las larvas de la avispilla. Los adultos de Torymus se alimentan del néctar de la vegetación.

Artillería para el control de la avispilla

Controlar la expansión de la plaga pasa por liberar a su depredador natural. Cada dosis de “Torymus” son 10 botes con 19 insectos, en la proporción de 12 hembras y 7 machos, que se liberan entre abril y mayo. El traslado de las dosis es en avión y a una temperatura de 10 a 15 grados, su suelta es en esta época con buen tiempo y entre 10 y 15 grados temperatura ambiente y sin lluvia para garantizar la efectividad de su aclimatación. El personal de la Consejería trabaja literalmente contra reloj, ya que desde que llegan a la delegación tienen entre 4 y 5 días para liberarlos en los puntos de suelta.

La efectividad del tratamiento depende también de la colaboración vecinal. Los puntos de suelta están señalizados y para conseguir su establecimiento no se pueden usar insecticidas entre la primavera y el verano, ni podas desde la suelta hasta mediados de noviembre. Los restos de poda pueden ser los reservorios de Torymus, de ahí que se recomiende preservar las ramas finas donde están las agallas. Lo que es bueno para controlar el Chancro –quemar todos los restos de poda- es malo para las colonias de Torymus. De ahí que solo se puedan quemar los restos de poda más gruesos. De esas agallas que se preservan en la primavera siguiente salen los nuevos adultos de Torymus.

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