Alicia López Méndez y Javier López Rodríguez presentaron en Lubián el documental “A menina que vía homes encadeados” [La niña que veía hombres encadenados] que recoge las vivencias de Baldomina Montesinos Álvarez y Antonio Domínguez que, siendo niños, vieron a estos casi 300 presos en los barracones de los Avesediños.
En su mayoría eran presos políticos con un alto grado de preparación, médicos, maestros. Alicia López es estudiante de Bellas Artes y productora de este corto, junto con su padre el periodista Javier López autor del guion. Este documental de “Memoria Histórica” ha sido presentado a varios certámenes cinematográficos.
Alicia López señaló que no pretende ser “una historia feliz pero sí una historia necesaria” que surgió como una vía de investigación más a partir de los relatos orales que recopilan de vecinos de la Alta Sanabria. Baldomina contagió “su necesidad de contar” y la disponibilidad a recoger todas las historias de “personas muy buenas contadoras de historias”.
Javier López enmarcó el documental “en lo que se está llamando la Recuperación de la Memoria Histórica. En ese mundo, teniendo en cuenta lo que dura y el colectivo al que se refiere que son casi 300 presos, en 1939 había casi 300.000 presos en España, es una parte muy pequeña. Para nosotros, lo que para otros podría considerarse un grano centeno, es una piedra preciosa”. El trabajo y “la emoción que trasmitía Baldomina” merecían mucha atención y “tratarlo con mimo”.
Una historia viva
Trascurridos “85 años, la historia estaba viva, porque la persona que la vivió la tenía dentro”. El peligro “de meter debajo de la alfombra esas cosas que nos deberían avergonzar, como país, si las ocultamos, nos pueden servir para mejorar como personas si las contamos”. Censuró la “moda” de ocultar la memoria histórica y querer derogar la ley. “Eso non se fala” , la guerra y la posguerra, situación que vivieron muchos de los presentes en la presentación.
El corto recoge la construcción de esta línea férrea a cargo de 299 presos de los Destacamentos Penales que se utilizaron para terminar las obras. Estos trabajos se ejecutaron en dos etapas diferenciadas, la primera, iniciada en 1940 y concluida en 1943 y la segunda entre los años 1952 y 1956. Los dos primeros Destacamentos Penales destinados específicamente a la realización de obras públicas se establecieron en el año 1940 en las inmediaciones de Puebla de Sanabria, trabajando para la empresa Constructora del Ferrocarril de Medina a Zamora y de Orense a Vigo. Este tramo fue especialmente difícil hasta Lubián, trayecto de apenas veinte kilómetros de recorrido de los que cerca de catorce se encontraban en túnel, destacando entre ellos el del Padormelo.
