La Diputación Provincial de Zamora ha contratado a la empresa “Desmaco”, en 80.274 euros para la ejecución material de las obras para solucionar los problemas de agua que vienen sufriendo en los últimos años los vecinos de Vivinera, localidad perteneciente al municipio de Alcañices.
El proyecto de adecuación y puesta en marcha de sondeo de abastecimiento de agua potable y enlace con el depósito de almacenamiento y distribución de Vivinera contaba con un presupuesto base de licitación para su ejecución material mediante contrata ascendía a 99.190 euros.
La financiación se realizará a dos bandas aportando la Diputación Provincial de Zamora el 90% a través del Área de Medio Ambiente que tiene como responsable al diputado alistano Javier Faúndez Domínguez; y el Ayuntamiento de Alcañices, al que pertenece Vivinera, que como promotor de la infraestructura, aportara el 10% restante.
El objetivo es “conseguir un suministro de agua constante y con la suficiente salubridad, dado que el agua procedente del sondeo actual no cumple los requisitos sanitarios para abastecer a la localidad de Vivinera”.
Las obras se ejecutarán sobre proyecto técnico redactado por el arquitecto alistano, de Nuez, Julian Valentín Fernández Lozano el 19 de marzo de 2020. El mayor coste se lo llevará la nueva red de abastecimiento campestre con 50.386 euros. Los movimientos de tierras tendrán un coste económico de 11.992 euros y a ello habrá que sumar 5.510 para el control de las aguas.
El plazo de ejecución de las obras esta fijado en solamente dos meses. El replanteo se llevara a cabo a lo largo de esta misma semana con lo cual podrán iniciarse una vez pasada la Semana Santa y, en le peor de los casos, los vecinos de Vivinera deberán disponer de las nuevas aguas actas para el consumo antes de finalizar la primavera.
Allá por el verano de 2009, siendo alcalde Tomás Carrión Carrión, el Ayuntamiento de Alcañices perforó, con el apoyo de la Diputación de Zamora, un pozo de sondeo de alrededor de 100 metros de profundidad en el Monte de Utilidad Pública “El Gorgón”, margen derecha de la carretera Nacional 122 (lado contrario al que está el casco urbano), para garantizar el suministro de agua a Vivinera.
El proyecto, con una inversión de 83.029,34 euros, incluyó la construcción de un depósito general elevado de almacenamiento y distribución con una autonomía de alrededor de 50.000 litros. Los en un principio parecía un éxito (cantidad) terminó por convertirse en una autentica pesadilla (calidad).
La perforación fue todo un éxito pues el acuífero subterráneo daba un caudal más que suficiente, tanto que inicialmente salía el agua por su propio peso. El problema surgiría al hacerse las analíticas ya que en los últimos años los índices de hierro y manganeso superan lo permitido por la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León.
A partir de ahí se inició un auténtico calvario para los vecinos que se ven obligados a abastecerse para el consumo alimentario (beber y cocinar) de la depuradora portátil ubicada en el pueblo desde hace varios años o de lo contrario recurrir a comprarla embotellada.
El agua de la red de abastecimiento sale por los grifos con un color tierra que es una auténtica aventura decidirse a poner la lavadora o ducharse con ella.
Frente a la alternativa de construir una ETAP (Estación de Tratamiento de Agua Potable), solución adoptada en otros pueblos alistanos, cuyo coste superaba con creces los 110.000 euros, el Ayuntamiento de Alcañices optaba finalmente, por erradicar el problema de raíz y perforar un nuevo acuífero (sondeo).
El nuevo pozo de sondeo, ya perforado por “Sondeos de Lalín”, se sitúa dentro del Monte de Utilidad Pública “Monte de Sahú”, concretamente en el paraje alcañizano de “Las Pijugueras”. A los 40 metros de profundidad ya daba agua suficiente, no obstante para mayores garantías, se llegaba hasta los 80 metros.
Lo mejor es que una vez realizadas las analíticas por los laboratorios de “Sanilad Calidad” las aguas están limpias de hierro y manganeso, apta para el consumo.
La conexión entre el pozo de “Sahú” (Alcañices) y el deposito de “El Gorjón” (Vivinera) obligara a construir una nueva red de 2 kilómetros con tubería de polietileno de alta densidad de 90 milímetros de diámetro. En el punto más alto del enlace se instalará una válvula de purgado automático para extraer el aire.
Aunque su objetivo es el abastecimiento de Vivinera, en casos de necesidad o emergencias podrá utilizarse excepcionalmente para abastecer también a Alcañices. Para ello se habilitará una tubería hasta el actual pozo del “Monte de Sahú” que abastece a los alcañizanos a través del deposito general de “Rabizos”.
La mayor parte de la inversión económica se ira en la construcción de la nueva red desde el nuevo pozo de sondeo de “Las Pijugueras” de Añcañices hasta el deposito de almacenamiento y distribución de “El Gorjón” de Vivinera con un recorrido de alrededor de 2.000 metros. La distancia en linea recta es menor, no obstante el Ayuntamiento de Alcañices opto por dar un pequeño rodeo y de esta manera evitar tener que pasar por fincas de propiedad particular.
La localidad de Vivinera vivía su mayor esplendor poblacional hace ha más de un siglo, allá por el año 1910 cuando residían en el pueblo 343 personas. Mientras la mayoría de los pueblos iniciaba un incremento de población, Vivinera iniciaba un preocupante retroceso que le llevaba a bajar a 95 habitantes en 1981.
En la actualidad Vivinera cuenta con tan solo 52 vecinos empadronados. Los usuarios se incrementa en periodos vacacionales, muy en particular en verano, al regresar a sus orígenes los emigrantes.
“La situación es insostenible, los vecinos no pueden seguir así, estamos obligados a prestarles un servicio de abastecimiento de agua con garantías en calidad y cantidad” asevera el alcalde de Alcañices, Jesús Lorenzo Más.
