La histórica y siempre emblemática raza autóctona asnal zamorano-leonesa, declarada en peligro de extinción en 1987, ha iniciado el año 2022 con 1.535 reses de pura sangre –954 hembras y 581 machos– en 608 ganaderías inscritas en el Libro Genealógico que gestiona la Asociación Nacional de Criadores “Aszal”.
El futuro pasa por el recambio generacional y para ello se cuenta con 651 burras nodrizas y 139 garañones. Algunos ganaderos habían dejado de criar por la dificultad para vender, pero en 2021 despertó de nuevo el interés por cubrir burras.
En 2021 se inscribieron en el Libro de Nacimientos 106 buches (49 son hembras y 47 machos). De ellos 62 (32 hembras y 30 machos) nacieron en la provincia de Zamora y el resto en Valladolid (19), León (11), Salamanca (2) y Ávila y Valencia (1).
Distribución geográfica
La distribución de la raza en Castilla y León, con 1.335 cabezas, está liderada por Zamora con 782 (525 hembras y 257 machos), seguida de Valladolid (139), León (115), Salamanca (107), Palencia (100), Ávila (54), Burgos (20) Segovia (9) y Soria (9).
Fuera de la comunidad hay ejemplares de la raza en Madrid (57), Cantabria (50), Galicia (26) y Andalucía (20).
Proyecto para la cría
Durante el pasado ejercicio hubo 121 ganaderías colaboradoras del programa de conservación de la raza, considerando como tales las que han criado en los últimos tres años y los que se han incorporado de nuevo.
Los garañones se han distribuido en diferentes pueblos por cesión durante cada temporada reproductiva a ganaderos particulares que poseen un considerable número de hembras. Los machos se rotan cada tres años o se modifican al final de temporada.
Se mantendrán sementales, algunos del Proyecto Garañón, en ganaderías particulares: Villardondiego, Andavías, Cuelgamures, Venialbo y Alfaraz en nuestra provincia. Fuera de ella en León, Palencia, Salamanca, Valladolid, Cantabria, Ávila y Madrid.
Un animal icónico
Aszal mantiene la cesión de ejemplares de zamorano-leonesa allí donde forman parte activa de celebraciones tradicionales, como las mascaradas de invierno del Año Nuevo, “Los Carochos” de Riofrío y “Los Cencerrones” de Abejera de Tábara; en diferentes procesiones leonesas y zamoranas de San Antón y en quintadas como la de Cerecinos de Campos.
Exploración de nuevos usos para salvar al burro de la extinción
Para este año, en planes de promoción y perspectivas está el desarrollo del proyecto “burros y lobos”, uso y seguimiento de los burros que acompañan a los rumiantes, especialmente a los vacunos. Se está elaborando así mismo en colaboración con la Diputación de Zamora una guía con las normas para el desarrollo de esta iniciativa. Aparte, se trabaja en estudios sobre pastoreo para mantenimiento de espacios naturales y para prevención de incendios forestales.
Abuelos y abuelas alistanas recuerdan hoy su juventud en la posguerra aseverando que “las burras era nuestro medio de transporte, araban y trillaban, llevaban el trigo al molino y muchas veces dieron leche para amantar a los rapaces”, hasta el punto de que "eran consideradas un miembro más de la familia".
Se está ejecutando el programa de Aszal y la sociedad cooperativa Buleza, en difusión y promoción a nuevos socios, entendiendo que la producción de leche de burra zamorano-leonesa es un activo con capacidad de aumentar y desarrollar en número de crías.
Se ha iniciado la coordinación con las otras razas autóctonas de asnal ibéricas para analizar y potenciar las perspectivas para la venta de machos, desarrollo de pastoreos y desbroces, y presentaciones en ferias y eventos.
Aszal, además de colaborar con la Facultad de Veterinaria de León en la elaboración del programa de recuperación de la raza, Aszal también ha trabajado con la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid en la realización de tres tesis doctorales sobre congelación de semen y su aplicación.
También mantiene un convenio con el Ministerio de Defensa a través de la “cría caballar” y los depósitos de sementales. En la actualidad se trabaja con el depósito de Ibio en Santander y el de sementales localizado en Ávila.
Por su parte el Itacyl, a través del Centro Tecnológico de la Leche de Palencia, desarrolla el proyecto “Donsheep” de elaboración de derivados lácteos con la leche de burra.