Manuela Ramos, técnico de Ceres (Confederación de Mujeres del Mundo Rural), vinculada a COAG, participó ayer en una jornada sobre emprendimiento rural bajo la perspectiva de género, organizada en el contexto del Día Internacional de la Mujer.

–Mujer urbana-mujer rural, ¿hablamos de dos realidades?

–La situación de falta de infraestructuras y servicios, como sanidad o educación, hace que las mujeres de medio rural no puedan conciliar vida laboral y familiar. Los estereotipos de género están mucho más definidos en el medio rural que en la ciudad. Si la conciliación prácticamente no existe y la corresponsabilidad tampoco, al final las mujeres que quieren emprender en un pueblo asumen una doble carga que donde hay guarderías, actividades extra escolares y otros servicios.

"Había una previsión de cien mil explotaciones en España y nos encontramos con 953 a día de hoy"

–Diez años después los datos demuestran que la titularidad compartida no ha cumplido las expectativas.

–Está claro que no. Había una previsión de cien mil explotaciones en España y nos encontramos con 953 a día de hoy, de las cuales 384 son de Castilla y León. La Consejería de Agricultura ha apostado mucho por la titularidad compartida, fue de las primeras que la desarrolló pero vemos que existen carencias.

–¿En qué sentido?

–Seguimos teniendo explotaciones en las cuales la mujer está invisibilizada, principalmente porque la carga burocrática es tremenda. Las ventajas económicas de la titularidad compartida no son tantas como se pensaba y al final supone un coste a mayores en la Seguridad Social en explotaciones familiares que están pasando momentos verdaderamente críticos. Ese coste a mayores supone también un agravio.

"A muchas de las mujeres titulares de explotaciones se les excluye de las ayudas PAC o PDR (Programas de Desarrollo Rural)"

–¿Las ayudas están equiparadas entre los hombres y las mujeres del campo?

–A muchas de las mujeres que están en el medio rural como titulares de explotaciones se les excluye de las ayudas PAC o PDR (Programas de Desarrollo Rural) porque están diseñadas en base a un perfil muy masculinizado. Explotaciones muy grandes, dimensionadas y mecanizadas, cuando realmente las mujeres del medio rural tienen las tienen más pequeñas pero, cuidado, que son viables económica y socialmente. Porque al final, si queremos fijar población en el medio rural necesitamos familias. Hay mujeres que quieren vivir en sus pueblos, que quieren crear sus proyectos de vida y sin embargo se les está expulsando por falta de servicios.

"Debemos ponemos el acento en la soberanía alimentaria, productos de cercanía y los canales cortos de comercialización"

–Soberanía alimentaria, canales cortos de comercialización, ¿en los tiempos que corren van a tomar protagonismo?

–Claramente, tenemos que apostar y al frente están las mujeres que son las que están más apegadas a la tierra. Lo vamos a ver con la guerra de Ucrania porque faltará de cereal, alimento para nuestros ganados o aceite de girasol que suple mucha industria agroalimentaria vinculada a la bollería, a los postres. A ver si por fin ponemos el acento en la soberanía alimentaria, productos de cercanía y los canales cortos de comercialización que tienen un punto de vista claramente femenino.

–¿Cómo se vincula eso a la fijación de población?

–Las mujeres son claves en el asentamiento de población, no nos valen políticas que van mucho más allá del empoderamiento si luego no pueden quedarse. En el medio rural no podemos hablar de rentabilidad económica, tenemos que hablar de rentabilidad social.