El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural aprobó ayer por unanimidad la Estrategia Nacional de Gestión Cinegética en la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural. “Es un hito para la caza sostenible y la dinamización del medio rural”, subrayó el ministro Luis Planas.

“El respaldo de todas las comunidades autónomas a esta estrategia es un una apuesta decidida de este Gobierno por el medio rural. Estamos ante una experiencia pionera, fruto de un largo trabajo y de una colaboración constructiva de todos los agentes implicados para lograr una caza sostenible y dinamizadora de nuestros pueblos”, ha aseverado el ministro.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que defendió la postura de la Junta de Castilla y León, consideró “insuficiente” para la defensa del mundo rural la Estrategia Nacional de la Caza propuesta esta tarde por el Ministerio, pero apoyó el documento porque “de forma muy tímida, supone un avance y un reconocimiento de la actividad cinegética”.

La Estrategia Nacional de la Caza es un documento técnico, aunque solo de carácter orientativo (‘libro blanco’), dado que las competencias básicas y de gestión son de las comunidades autónomas. El documento ha tenido más de 7.000 alegaciones, muchas de ellas de grupos contrarios a la caza.

La Estrategia hace mucha incidencia en la sostenibilidad de la caza, uno de los pilares básicos para defender una caza moderna y con futuro

La Estrategia hace mucha incidencia en la sostenibilidad de la caza, uno de los pilares básicos para defender una caza moderna y con futuro. La Junta defiende que así lo hace la Ley de Caza y Gestión Sostenible de los Recursos Cinegéticos de Castilla y León de 23 de junio de 2021, “pionera y que ha constituido una importante innovación legislativa a nivel nacional”. Suárez-Quiñones apunta que el objetivo fundamental de este documento aprobado “es servir para cambiar la percepción social negativa que tiene esta actividad en una parte de la sociedad, fundamentalmente urbana”.

El consejero dejó claro el compromiso de la Junta con la sostenibilidad. Así, recordó que, tras lograr que dos sentencias del Tribunal Constitucional y una del Tribunal Supremo avalaran la normativa de la caza en Castilla y León, a pesar de ello se promovió por la Junta el dictado de una nueva Ley “reguladora de la caza, moderna y adaptada a criterios estrictos de sostenibilidad, en la que esta Estrategia se apoya, que fructificó en la mencionada Ley de Caza y Gestión Sostenible de los Recursos Cinegéticos de Castilla y León”.

Juan Carlos Suárez-Quiñones. | P. M.

Suárez-Quiñones cuestionó en su intervención en la “descoordinación” del Gobierno de España en la fijación de criterios orientadores para el diseño de políticas públicas de desarrollo rural y medio ambiente, “pues frente a iniciativas como la Estrategia promovida por el Ministerio de Agricultura, que van en esa línea, otras acciones y actuaciones de otros ministerios y vicepresidencias van en sentido contrario.” Apuntó a la “incoherencia de las actuaciones llevadas a cabo por vicepresidencias y ministerios ha sido puesta en tela de juicio. Por un lado, la parte del Gobierno de España responsable de políticas de reto demográfico en materia de lucha contra la despoblación la mantienen en vía muerta y, por otro, apuesta por políticas que en nada favorecen el desarrollo rural, no estabilizan la población en los pueblos ni generan rentas rurales, sino lo contrario”.

5 objetivos

Desde el Ministerio se apunta la Estrategia Nacional de Gestión Cinegética se basa en 5 objetivos. Defensa de un modelo de caza sostenible, integrado en el desarrollo rural, y en equilibrio con otros servicios, usos y aprovechamientos del medio. Establecimiento de unas directrices para la gestión de la caza encaminada a un ejercicio ordenado y sostenible.

Además de la puesta en marcha de sistemas de información y monitorización de la caza. Integrar las demandas sociales, económicas y medioambientales de la gestión cinegética a través del Comité de Caza y la Mesa Sectorial de la Caza Mejorar la imagen de la caza, a través de unas buenas prácticas cinegéticas y la formación de las personas cazadoras.

Según el ministro Planas, la caza, que genera aproximadamente 187.000 puestos de trabajo, “juega un papel relevante en el medio en el que se desarrolla, por ello la Estrategia Nacional apuesta por esta actividad que no es solo una práctica deportiva, sino que es clave a la hora de preservar la salud de la naturaleza, pero también supone un ingreso económico relevante para las zonas en las que se desarrolla”.

Suárez-Quiñones lamenta la protección total del lobo que impide cualquier control

Suárez-Quiñones ha vuelto a incidir en el “tremendo ataque a la ganadería y al medio rural” que ha supuesto el incluir en el Lespre (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial) a las poblaciones de lobo al Norte del Duero, no ya solo por su cambio de estatus cinegético, que Castilla y León ha llevado a los Tribunales, sino porque la nueva Orden Ministerial que regula los controles de lobo, “prácticamente impide que las comunidades puedan autorizar cualquier tipo de captura o de control poblacional de ejemplares de lobos que causan habitualmente daños a la ganadería, es decir, a una pieza fundamental de la actividad económica del medio rural”.

"Es una oportunidad desaprovechada para una apuesta valiente por de la continuidad de la caza en España"

Para la el titular de Medio Ambiente, la Estrategia Nacional de Caza “supone una oportunidad desaprovechada para una apuesta valiente y decidida por la defensa de la continuidad de la caza en España”. En este sentido, desde la Junta se ha vuelto a recordar al ministro Planas que para apoyar esta actividad “es imprescindible asegurar el relevo generacional de cazadores”. Suárez-Quiñones considera que este reto “es inalcanzable siempre que desde las administraciones públicas no se garantice que la actividad de la caza entre los niños y jóvenes es una opción normalizada y cree que no incorporar al currículum del sistema educativo español la promoción de la actividad cinegética ha sido una oportunidad perdida”.