Los carnavales de Villanueva de Valrojo salieron a las calles esta vez tirando de una buena cantera de niños y jóvenes, que resistieron la marcha que marcaron los cencerros. A las cinco en punto los niños más pequeños, acompañados de algún que otro padre, esperaban puntuales en el Pajar de los Carnavales que comenzaran a llegar los mayores. 

Elsa, de 11 años, es toda una veterana en correr en el carnaval. “Ni me acuerdo, tendría dos o tres años”, cuando comenzó la fiesta, vestida por su madre. A su edad se agencia las tijeras que no soltará en todo el recorrido, y que despliega ante la mirada de espectadores y compañeros de carreras. 

Con el equipamiento completo de cencerros, no menos de tres, los disfraces y las máscaras comenzaron el recorrido por los barrios, asaltando a algún que otro incauto con carreras, pellizcos y trallazos con la tralla. Los barrios se recorren por la ruta y las instrucciones de los adultos que vigilan que todo marche a ritmo de cencerrada y de puente en puente, hasta cuatro pasos, jalonan el pueblo de punta a punta.

Hay que nombrar hijos adoptivos de carnaval porque más de uno se ha apuntado, sin ser propiamente del pueblo, a correr la fiesta. “Hay que felicitar a tu suegra en tres días te ha hecho el traje”, y un traje de talla XL con los restos de una colcha. 

Fiesta de Interés Turístico

“Mucho me gustó y mucho corrí yo el carnaval” dice una de las veteranas que espera a toda la tropa cerca del pabellón de los antruejos. En la foto de familia mucho “boom” de natalidad, una nueva generación para sustituir a los que, por los efectos del viernes noche, no despertaron a tiempo de poner la combinación del nuevo candado del pajar. 

La Asociación El Antruejo y la Junta Vecinal vuelven a preparar la solicitud para el Carnaval de Villanueva sea declarado de “Interés Turístico”, interés que queda reflejado en la ocupación de los cinco establecimientos de alojamiento además de una de las viviendas municipales.