El albergue sanabrés de San Martín de Castañeda, de la Junta de Castilla y León, acogió a lo largo del fin de semana el resurgir del campamento infantil alistano “Como Enanos Invierno” tras su suspensión obligada en 2021 a causa de la crisis sanitaria global originada por la pandemia del Covid-19. Una iniciativa alistana que cumplirá el próximo verano 35 años “trasmitiendo fe y valores”.

La pandemia no sólo no ha mermado el interés, sino que ha sido el campamento con más participantes del siglo XXI.

Niños y adolescentes de entre 10 y 17 años de edad, de toda la Diócesis de Zamora, participaron y disfrutaron a lo grande, cumpliendo, eso sí, con todas la medidas de seguridad y normas sanitarias establecidas para evitar contagios, bajo la organización del Arciprestazgo de Aliste y Alba que integra 84 parroquias.

Tres jornadas

Cada participante llevaba en su propio bolsillo un bote pequeño de gel hidroalcohólico además de utilizar la mascarilla durante las tres jornadas en Sanabria.

Se abonaron 50 euros por la inscripción, un precio que incluía una prueba de antígenos, –obligatoria por ley– que se les hizo a todos antes de subirse la autobús que salió de Zamora capital y pasó a recoger a los alistanos por Alcañices. En las familias con hermanos o pertenecientes a familias numerosas sólo abonaron 40 euros por persona.

Arriba, foto de familia de los participantes junto al Lago de Sanabria. Abajo, control anti-Covid. | Ch. S.

Niños y adolescentes de entre 10 y 17 años de edad, de toda la Diócesis de Zamora, participaron y disfrutaron a lo grande, cumpliendo, eso sí, con todas la medidas de seguridad y normas sanitarias establecidas para evitar contagios, bajo la organización del Arciprestazgo de Aliste y Alba que integra 84 parroquias.

Cada participante llevaba en su propio bolsillo un bote pequeño de gel hidroalcohólico además de utilizar la mascarilla durante las tres jornadas en Sanabria.

Se abonaron 50 euros por la inscripción, un precio que incluía una prueba de antígenos, –obligatoria por ley– que se les hizo a todos antes de subirse la autobús que salió de Zamora capital y pasó a recoger a los alistanos por Alcañices. En las familias con hermanos o pertenecientes a familias numerosas sólo abonaron 40 euros por persona.

Excursiones en tiempos de inverniza

Niños y adolescentes de entre 10 y 17 años de edad, de toda la Diócesis de Zamora, participaron y disfrutaron a lo grande, cumpliendo, eso sí, con todas la medidas de seguridad y normas sanitarias establecidas para evitar contagios, bajo la organización del Arciprestazgo de Aliste y Alba que integra 84 parroquias.

Cada participante llevaba en su propio bolsillo un bote pequeño de gel hidroalcohólico además de utilizar la mascarilla durante las tres jornadas en Sanabria.

Equipo de voluntarios

Se abonaron 50 euros por la inscripción, un precio que incluía una prueba de antígenos, –obligatoria por ley– que se les hizo a todos antes de subirse la autobús que salió de Zamora capital y pasó a recoger a los alistanos por Alcañices. En las familias con hermanos o pertenecientes a familias numerosas sólo abonaron 40 euros por persona.

El equipo de voluntarios, titulados, está compuesto por un coordinador de tiempo libre y 30 monitores, con la particularidad de que muchos de ellos fueron antes durante muchos años acampados. A ellos se añade el personal de cocina (cocinero y pinches), auxiliar (limpieza, mantenimiento y montaje) y administración. José de la Prieta, ahora párroco en Tierra del Vino, es el cocinero desde 1987, cuando era el cura de Rabanales. El mismo tiempo lleva la “madre” de todos, Isabel de Andrés, religiosa del Amor de Dios en Aliste.

En verano

Finalizada la cita de invierno, comienza la cuenta atrás para el Campamento “Como Enanos Verano” que se desarrollará lo largo de la segunda quincena de agosto en las instalaciones de Cáritas en Vigo de Sanabria.

Según su director, Fernando Lorenzo Martín: “ El objetivo principal del campamento es el encuentro con Dios y favorecer el desarrollo integral de todos los participantes, aprender y divertirse juntos, desarrollar la creatividad, la cooperación y el respeto. Todo ello desde el sentido cristiano de la vida”.

"El objetivo principal del campamento es el encuentro con Dios y favorecer el desarrollo integral de todos los participantes"

Como principal herramienta educativa se utilizan las actividades de ocio y tiempo libre desde un enfoque de entretenimiento lúdico, pero también tareas de trabajo compartido que forjan la capacidad para la responsabilidad: “a través de actividades propias se puede educar a los niños en valores que no se consiguen en la escuela reglada”, explica el director. Padres y madres valoran la labor de los sacerdotes en los pueblos “para que nuestros hijos puedan tener la oportunidad de participar a unos costes asequibles para familias trabajadoras en campamentos”.