Fermoselle defiende un “tratamiento diferenciado” para la zona fronteriza, donde la crisis demográfica está mucho más acentuada. A ello responde el acuerdo de la Junta de Gobierno Local de adherirse y apoyar la Declaración de Urgencia de la Franja Céltica (DUFC). La Vía de la Plata es la gran línea que delimita la Franja Céltica desde Badajoz hasta Ourense a lo largo de toda la frontera.

Fermoselle se encuentra en el epicentro de ese páramo demográfico que ahora lanza un SOS para no terminar en la desertización humana de todo el territorio rayano.

El objetivo principal es promover estrategias de desarrollo territorial, para lo cual se define la zona geográfica de la Franja Céltica, afectada por una situación de extrema despoblación. La mitad oeste de Zamora cuenta con apenas 6 habitantes por kilometro cuadrado. Una cifra ya muy distante de los 16 habitantes que resultan de la media provincial, en donde los tres principales núcleos tiran hacia arriba: Zamora capital, Benavente y Toro invisibilizan la despoblación del oeste en los datos oficiales.

Las asociaciones Viriatos de Zamora y La Raya-A Raia de Cáceres, con el asesoramiento del Instituto de Investigación y Desarrollo Rural Serranía Celtibérica, han elaborado la Declaración de Urgencia de la Franja Céltica (DUFC), que se presentó en el Congreso Europeo por el Reto Demográfico en San Pedro de los Majarretes (Cáceres). Hasta ese momento no se había visibilizado la situación demográfica extrema de la Franja Céltica hispanolusa.

Con un censo de 401.213 habitantes, el 8% de la zona transfronteriza, ocupa 46.544,61 kilómetros cuadrado, el 32,29% de su territorio, y su densidad media es de 8,62 habitantes por kilómetro cuadrado. Menos de 10 habitantes por kilómetro cuadrado se considera en Geografía Humana desierto demográfico. “Lo grave es la progresiva despoblación que está sufriendo, que se acentuará en años venideros por el alto índice de envejecimiento” advierten.

Las "urgencias" de La Raya

En apenas dos meses, 41 asociaciones de desarrollo rural y 21 asociaciones de sectores económicos, sociales y culturales han firmado la DUFC para impulsar actuaciones y medidas que contribuyan a frenar el avance del desierto demográfico en el vaciado territorio luso-español. Ahora se adhiere también el Ayuntamiento de Fermoselle que hace no tanto tomaba la iniciativa de dirigirse al Defensor del Pueblo y el Procurador del Común de Castilla y León, para “investigar” los criterios de las administraciones públicas con el reparto de fondos transfronterizos”.

Los promotores de la Declaración de Urgencia de la Franja Céltica se proponen constituir una asociación transfronteriza que les represente ante la Comisión Europea y los Gobiernos luso y español, para que defienda los intereses y necesidades de las poblaciones de La Raya con una clara vocación de colaboración con las instituciones europeas, nacionales y regionales.

Fondos europeos

Esperan con ello que los instrumentos financieros Next Generation y otros fondos europeos de carácter estructural y de cohesión para el periodo 2022-2027 reviertan “directamente” en la dinamización económica, social y cultural en los territorios transfronterizos con mayor impacto del que viene produciéndose en estas última décadas.

“La despoblación supone unas graves consecuencias económicas y sociales; desaparición del sector productivo dominante, el abandono de campos, la matorralización de prados y bosques, y con ello el aumento de la erosión, la pérdida de la biodiversidad y la predisposición a los incendios. Además las personas mayores que viven en los territorios despoblados no pueden acceder a servicios básicos” se apunta desde el equipo de gobierno fermosellano.

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Por otro lado, incide muy negativamente en la conservación del rico e irremplazable patrimonio natural y cultural existente. Advierten del peligro que corre el patrimonio artístico-eclesiástico, que en ermitas e iglesias de muchos de los municipios está ya falto de protección. Pero “lo más grave” de la despoblación es la desaparición de la “insustituible cultura popular, ese patrimonio inmaterial que la Unesco quiere preservar en todo el mundo como Patrimonio de la Humanidad”.