La Jefatura del Servicio Hidrológico Forestal de Zamora, del Ministerio de Agricultura, aplicó el día 4 de febrero de 1972 la Ley de Expropiación Forzosa del Monte del Casal para crear la Reserva de Caza “Sierra de la Culebra” a costa de las familias de Abejera de Tábara, que se quedaron sin su valor patrimonial agrario, ganadero y forestal más importante, y también algunos vecinos de Riofrío y Sesnández. El Casal, aunque propiedad de ellos, no estaba ubicado en sus términos municipales de Riofrío y Ferreruela, sino en el colindante de la villa de Tábara.

El pasado viernes se cumplieron 50 años del levantamiento de las actas previas a la ocupación, en un acto tuvo lugar a las 10 de la mañana en la casa situada en el propio monte Casal, donde se ocupó una superficie de 1.534 hectáreas, tras la declaración de utilidad pública y urgente ocupación para su repoblación forestal por Decreto 2604 de 24 de julio de 1970.

Desde un primer momento se les dejó claro que la repoblación era obligatoria, no había marcha atrás, y que podían optar por el “consorcio” o la “expropiación”. Aun así los vecinos de Abejera, todos agricultores y ganaderos, conscientes del golpe mortal que aquello suponía para el progreso, desarrollo y supervivencia del pueblo, presentaron alegaciones pero para su desgracia no fueron atendidas y se les expropió: “No lo aceptamos por las buenas y lo hicieron por la tremenda. La verdad es que nos dieron un dinero, pero el dinero viene y va, y al final gastamos el dinero y nos quedamos sin el Casal”, recuerda un anciano de la localidad de Abejera.

Abundancia de pastos

La producción de pastos del Casal era tan grande que Abejera era el único pueblo de la zona que en los meses de verano no practicaba la trashumancia a las sierras de Sanabria durante los 52 en que El Casal estuvo en poder de los vecinos.

La Mancomunidad “Vecinos de Abejera de Tábara” perdió un total de 1.077 hectáreas por las que se le abonaron 5.529.414 pesetas, a repartir entre 62 familias (partes) y aparte los vecinos de Abejera vieron expropiadas otras 49 hectáreas del Cuarto Quinón, tasado tasado en 296.330 pesetas que se habrían de distribuir en otras 39 “partes”.

También se vieron afectadas la Mancomunidad de Vecinos de Riofrío de Aliste con 121 hectáreas y la Mancomunidad de Senández con 101, así como los propietarios Marcelino Gago Prieto (47 hectáreas), Jesús Fernández Vara (41), Juan Blanco Calvo (43) y Jacinto Sánchez Sánchez (55).

50 años de la expropiación de El Casal

Cirilo Cánovas García, ministro de Agricultura, rubricaba el día 10 de enero de 1958 el decreto de declaración pública y urgente ejecución de la repoblación forestal de una gran parte de los terrenos de la Sierra de la Culebra, entre los cuales figuraban concretamente 1.128,5 hectáreas de “El Casal” más 126 de su entorno más inmediato. La comunicación oficial llegaba por correo (carta) el día 4 de febrero a los alcaldes de los ayuntamientos afectados, Riofrío y Ferreruela, y a los alcaldes pedáneos de Abejera y Sesnández.

Cómo los vecinos compraron la finca en 1920

Abejera de Tábara llegó a un acuerdo para la compra de “El Casal” en 1920 y el aprovechamiento tras la primera reunión el 1 de enero de 1921. No obstante, la escritura de compra-venta vio retrasada su firma cinco años, hasta hacerse efectiva el día 10 de diciembre de 1925 ante el notario Joaquín Martínez Iglesias, una vez que se había hecho efectivo por adelantado el pago. El problema era que muchas familias no disponían del dinero.

Los propietarios, los hermanos Urbano, Agustina y Victoriano Silva San Román, residentes respectivamente en Madridanos, Moreruela y Zamora, entregaban así a los vecinos de Abejera una finca cuya extensión era de 3.239 fanegas, 4 celemines y 2 cuartillos, o lo que es lo mismo 1.239 hectáreas. Ya en aquellos tiempos había chanchullos y aunque la escritura habla de 11.000 pesetas, el precio real fue de 77.500 pesetas. Al frente de la compra estuvo uno de los personajes más ricos de Abejera, José Mezquita Carbajo, más conocido como el “Ti Josesón”.

En la compra-venta participaron 62 familias y en 62 partes se distribuyó El Casal, al precio de 1.250 pesetas, pagaderas en un plazo de cinco años: de 1920 a 1925.

En ese quinquenio se decía de Abejera “el pueblo sin hombres”, pues la mayoría de varones se vieron obligados a emigrar para pagar la finca, muchos de ellos a Cuba.