La Asociación Amigos de San Blas de Valleluengo rendirá hoy un homenaje a la institución del Concejo Vecinal con un programa de actos que incluye una misa conmemorativa de su patrón, San Blas, a partir de las 12.30 y la inauguración del monumento homenaje al Concejo.

José Fuente Ferrero, de la Asociación Amigos de San Blas describe lo que es un sábado día 5 de febrero. Las campanas acaban de dar una señal, un toque, que a la mayoría de la gente del pueblo no les dice nada, (se celebra la fiesta de San Blas y la mayoría de los que están hoy en el pueblo son jóvenes que se han acercado a Valleluengo con el fin de recuperar y conservar tradiciones). Hace muchos años que las campanas se quedaron sin voz y es normal que, sobre todo, la gente joven no identifique la contraseña que acaban de escuchar con la llamada al Concejo.

Un poco de historia

El Concejo era la institución más importante que se encargaba de ordenar la vida comunitaria del pueblo. Estaba formado por un miembro de cada casa, preferentemente varón y mayor de edad, con derecho de voz y voto en el Concejo Abierto (asistían todos los vecinos del pueblo), donde se trataban cuestiones de interés general. Allí se debatía, se discutía, se dialogaba y se tomaban los acuerdos que habría menester para la gobernanza del pueblo. Y tenía a su vez la obligación de asistir a los concejos que ejecutaban los acuerdos tomados (limpieza de los caños de riego, de los caminos, la gestión de las aguas y pastos del común, la corta de la leña, etc).

El origen del Concejo lo encontramos en torno al siglo X, (Reino de Asturias y León). Es una institución anterior al municipio. El objetivo era la defensa de los derechos y libertades del pueblo frente a los abusos del rey o de la nobleza.

Una cultura con una serie de valores

Tenemos noticias sobre la existencia de archivos y de actas en los que aparecen disposiciones concretas de Concejos de otras localidades de comarcas cercanas (Carballeda -Sanabria -Aliste o La Cabrera) que mantienen la misma estructura, las mismas normas de funcionamiento, el mismo espíritu que había en Valleluengo. Por tanto, sería justo creer que nuestros antepasados convivieron y practicaron la cultura del Concejo, que conllevaba también la transmisión de una serie de valores referentes a la organización y ordenamiento de la vida del pueblo en sana armonía.

Los hechos nos lo confirman de manera clara. Podemos citar múltiples ejemplos que, a lo largo de la historia de este pueblo, dan sobradas muestras de solidaridad y de unidad entre los vecinos. Pensamos que esas muestras son el resultado del espíritu comunitario que ese sistema de autoorganización ha ido calando y conformando el carácter noble de estas gentes.

Merecido homenaje

Con este ánimo y este espíritu de unidad, la Asociación “Amigos de San Blas” ha acordado rendir un homenaje de reconocimiento a esta institución como modelo que fue de organización y de convivencia democrática en Valleluengo. En su memoria colocarán un monolito y una placa como símbolos de agradecimiento “a todos aquellos que supieron cumplir con las tradiciones y consiguieron transmitir los valores de comunidad y de solidaridad entre todos y todas a los que nos duele esta tierra nuestra, por la que luchamos y a la que amamos”.