Pedro Gómez Turiel hizo en Rabanales de Aliste un acercamiento al “lenguaje alistano”, el cual inició con una reflexión sobre la singularidad en su contexto geográfico, asegurando el ponente que “no hay mucha diferencia con el habla de las comarcas de Sayago, la Tierra de Miranda do Douro, La Carballeda o Sanabria. Podemos decir que los rasgos del lenguaje alistano son los esperables, teniendo en cuenta donde se encuentra la comarca. Sin embargo la particularidad la encontramos al compararlo con el castellano estándar” y en esa línea habló también de la filiación lingüística de este lenguaje, que para los filólogos se integra dentro del asturleonés occidental, que se extiende desde el oeste de Asturias hasta Miranda do Douro.

La iniciativa estuvo promovida por el Ayuntamiento de Rabanales de Aliste, que preside Santiago Moral Matellán.

Un habla uniforme en la comarca

Posteriormente analizó la diversidad interna, sobre todo en cuanto al vocabulario, del dialecto alistano, que se muestra muy variable en relación a algunos conceptos que se nombran de diferente manera en distintas zonas de la comarca, pero en muchos otros casos se trata de un lenguaje bastante homogéneo: “Si consideramos que no ha habido prácticamente ningún agente unificador, yo creo que el alistano es un habla uniforme, siendo el distinto grado de penetración del castellano el principal agente diferenciador entre lo que se dice en unos pueblos y en otros, al margen de determinadas denominaciones que sí singularizan a unos pueblos frente a otros”, detalló Gómez Turiel.

En base a su trabajo de campo, de más de veinte años de recopilación de datos en pueblos alistanos y en los archivos, presentó varios mapas en los que quedaba patente la uniformidad o diversidad del lenguaje alistano, según el caso concreto de cada palabra analizada. Otro aspecto tratado fue la evolución que ha sufrido la lengua de Aliste con el paso del tiempo, no sólo a lo largo del pasado siglo XX, sino incluso en siglos anteriores. En este caso la investigación documental ha proporcionado una vasta información, pues se presentaron testimonios documentales de los siglos XVII, XVIII y XIX encontrados por Pedro Gómez Turiel en su mayoría procedentes del Archivo Histórico de Zamora.

También disertó sobre los intentos de delimitación del asturleonés en Aliste y en general en la provincia de Zamora, por parte de filólogos de principios del siglo XX, aunque no sería hasta mucho tiempo después, cuando Juan Carlos González Ferrero, con materiales procedentes del Atlas Lingüístico de la Península Ibérica, “consiguió definir con bastantes precisión estos límites”. Posteriormente se analizaron diversos rasgos lingüísticos que identifican al Lenguaje tradicional alistano con respecto al castellano”.

Obra de González Ferrero sobre el caso de Flores

Juan Carlos González Ferrero publicó el día 1 de enero de 1986 el trabajo “Sociolinguística y variación dialectal: Estudio del habla de Flores de Aliste”, un pequeño y acogedor pueblo perteneciente al municipio de Gallegos del Río y colindante también con Valer, Fradellos, y Tolilla.

Una obra fruto del intenso trabajo realizado por el autor que pasó una larga temporada conviviendo con los vecinos, recogiendo y analizando las expresiones de niños, jóvenes, adultos y ancianos.

Se trata de la memoria de licenciatura de González Ferrero, realizada en el Departamento de Lengua de la Universidad de Salamanca bajo la dirección de Antonio Llorente Maldonado de Guevara, catedrático en dicha Univesidad de Lengua Española.

Para publicarlo contó con la colaboración del Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, de la Diputación Provincial de Zamora.

Juan Carlos González Ferrero nació en Toro en 1959 y es profesor de Lengua Castellana y Literatura en el Instituto de Enseñanza Secundaria “Cardenal Pardo Tavera” de dicha ciudad. Desde hace más de treinta años viene realizado investigaciones sobre la lengua y la cultura material de la provincia de Zamora.

Pedro Gómez Turiel, natural de El Poyo, es Licenciado en Biología (especialidad en Biología Ambiental y Sistemas) por la Universidad de Salamanca. Es autor del libro “Colectivismo y tradición en el municipio de Rabanales”. Entre la abundante información recopilada destaca la cantidad de topónimos tradicionales, expresiones, dichos y refranes recogidos, así como el abundante léxico patrimonial que posee no solamente valor etnográfico sino también lingüístico. Dirige el Museo Micológico de Rabanales y está involucrado en diversos proyectos de desarrollo rural, turismo de naturaleza y micoturismo. Es autor de varios trabajos científicos referidos al paisaje, evolución de los bosques, la etnobotánica y la relación entre el territorio y el hombre.

Entre los documentos que presentó y analizó estuvo el fuero de moradores de Nuez de 1238 por el Abad Esteban de Moreruela donde se cita del leonés “fiya ayena” (hija ajena) y otros como una tasación de Pedro Vara en 1688 en Riofrío, documento en castellano que cita “La Facera” y otro de Magdalena Rodríguez 1744 en Fonfría, así como del Catastro del Marqués de la Ensenada “Una pieza murada Alqueire de parede”. Para finalizar con un de las cabañuelas de Ufones en 1897.

Para acabar el experto lingüista alistano invitó a los asistentes a su ponencia a profundizar más en el estudio de la lengua alistana, tanto anotando el lenguaje de las personas mayores de sus pueblos como consultando los distintos trabajos que se han publicado sobre el dialecto de la comarca de Aliste.

Dada la situación, por la pandemia del Covid-19, la ponencia fue retransmitida por internet y fue seguida por más de 1.500 personas desde diez comunidades autónomas diferentes.

Un estudioso alemán en Villarino Tras la Sierra y Latedo

Pedro Gómez Turiel hizo hincapié en Fritz Krüger, nacido en Spremberg (Brandeburgo, Alemania) en 1889 y fallecido en Mendoza en 1974, académico, fotógrafo y etnógrafo alemán que recorrió y visitó gentes y lugares casi vírgenes en su tiempo, hace más de un siglo, como Sanabria y Aliste.

Fritz Krüger, viajó a España en el año 1912 en que, tras obtener una carta de recomendación del rector de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno, realizó entrevistas sobre el habla de la zona en 25 pueblos zamoranos y 30 de León.

En localidades alistanas como Villarino tras la Sierra y Latedo, fronterizas con Portugal, constató que el dialecto leonés se conservaba vivo, mientras que en el resto de la zona de estudio su uso era residual. En 1914 Fritz Krüger publicó el “Estudio Fonético-Histórico de los Dialectos Españoles”.

Su estudio se considera unos de los tres pilares de la investigación dialectal del complejo lingüístico leonés del siglo XX: “Debido a influencias diversas, lo autóctono de muchas regiones va retrocediendo, dando carrera a tendencias niveladoras y destructoras. Lo uniforme se va imponiendo a lo diferenciado, lo común a lo típico, lo banal a lo pintoresco, quitando a regiones y pueblos su nota característica, su sabor local, su historia. Cometeríamos una grave falta si no nos diésemos cuenta de ese proceso que cada día va ganando más terreno, cada día se va revelando más fuerte y funesto”.