Los efectos colaterales de la crisis del COVID han asentado un golpe mortal a la explotación de diorita alistana de Mellanes, situando a la empresa en una complicada situación que, de seguir la caída del mercado, podría incluso obligar a cerrar la cantera y la planta.

Así de patente quedaba en el transcurso del último pleno celebrado por la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Rabanales, que preside Santiago Moral Matellán, donde se abordó la grave situación a petición de la propia empresa.

La diorita de Mellanes es una de las piedras más duras y extrañas existentes en la provincia de Zamora por su rareza. Esta es usada con frecuencia para elaborar aglomerado para carreteras, por ejemplo, actividad que desde el inicio del COVID se ha paralizado.

Día 11 de abril de 2002 fue cuando daba comienzo la historia de la única explotación de diorita de España, cuando el Ayuntamiento de Rabanales daba luz verde a los trámites oficiales para la adjudicación de los terrenos públicos afectados: 23 hectáreas y 14 áreas en los parajes Fuente Tortas, La Solana y Peña Blanca del municipio de Mellanes.

José Crende Fernández, un empresario de León con empresas en Puerto Rico y Asturias, fue quien se hizo con los derechos por treinta años, concretamente hasta 2033, con un canon anual entonces de 13.907 euros. Poner en marcha la explotación le costó 2.151.623 euros: 1.202.024 para maquinaria y 949.599 en tareas previas y de investigación.

El primer cierre de la actividad tenía lugar durante la crisis de 2008 al no fraguar la idea original de exportarla a Estados Unidos y Japón.

El día 1 de junio de 2015 se firmó el nuevo contrato de arrendamientos de los terrenos rústicos de Mellanes mediante el cual la empresa Pizarras y Piedras Ornamentales Virginia de Madrid se comprometía a abonar 20.000 euros anuales al Ayuntamiento de Rabanales.

Una de las nuevas alternativas fue la utilización de la diorita molida para elaboración de aglomerado, el cual se utilizó en varias carreteras alistanas como la ZA-P-1407 de Alcañices a Bercianos y acceso a Ufones. Se llegó a montar una planta para elaborar MBC (Mezcla Bituminosa en Caliente). Así mismo se utilizó en los rellenos de las semirotondas de la Nacional 122.

El futuro se presenta incierto. La sociedad Piedra y Pizarra Ornamental Virginia, concesionaria de la explotación, expuso ante la Corporación de Rabanales que la situación anómala y repentina y totalmente imprevisible del estado de alarma declarado en marzo de 2020 “ha impedido que la empresa haya podido mantener en estos meses una actividad normal de trabajo, por lo que se ha procedido a realizar el pago de la renta pactada en el contrato de arrendamiento de terrenos, en varios pagos parciales, y por el que se concedió una bonificación en el año 2020 de la renta de 5.000 euros”, según consta por escrito en los papeles presentados por la entidad.

Pleno del Ayuntamiento con motivo de la bonificación. | Ch. S.

La actividad de Pizarras Virginia durante el ejercicio de 2021 no mejoró con respecto al año anterior, más bien lo contrario: “La caída de ventas ha sido exponencial”, confesaba la corporación madrileña, cosa que la empresa justificó adjuntando el libro de facturas: “Como puede apreciarse, el volumen de negocio no alcanza los 20.000 euros (aún incluyendo las facturas del último trimestre aun no declaradas), siendo, por supuesto mucho mayores los costes asumidos” .

Los motivos de esta caída de ventas son ajenos a la empresa: “Pues si bien no se ha realizado actividad productiva en los últimos 12 meses, existe material acopiado suficiente en la planta, listo para su venta. Así mismo en ningún momento se ha cesado la actividad comercial, que ha sido escasa, pues escasas han sido las obras a las que se ha podido concurrir”, subrayan.

Para colmo de males, adicionalmente, “la planta de asfalto instalada en la cantera no abona ninguna cantidad por la ocupación de terrenos y al no estar presentes en las obras que se están realizando y por tanto no compra los áridos, no hay retorno de la empresa. El contrato firmado en su día venció en junio de 2021 y se le ha requerido para que retire la planta, sin éxito. Cuando haya sido retirada se exploraran nuevas opciones con otras empresas que puedan ser mas beneficiosas económicamente”.

La cantera produce más pérdidas que ganancias a la empresa a causa del COVID

La representante Virginia sentenciaba que “si la situación económica no mejora en el ejercicio 2022, está en riesgo la viabilidad de la empresa. Actualmente se han reducido costes a los mínimos posibles y se está intentando vender la producción almacenada, pero es inviable continuar con la actividad extractiva si no se consiguen contratos serios y garantizados que, a día de hoy, no existen. Este agravamiento de la situación económica de la empresa hace imposible el cumplimiento de la obligación de pago pactada en el contrato de arrendamiento”.

Por dichos motivos, Virginia solicitó al Ayuntamiento una modificación temporal y extraordinaria de las condiciones estipuladas: Una carencia para la renta de 2021 y reducción de entre el 75% y 50% de la renta para 2022. La empresa se comprometió a que si la situación mejorara se procedería al pago del arrendamiento correspondiente a 2022.

La alcaldía dio la palabra al concejal de Mellanes José Cruz Mateos como pueblo afectado por las peticiones de la empresa, manifestando éste que “entendía la situación existente y la falta de actividad que me consta” indicando que “está justificado que se realice algún tipo de bonificación en las demandas para 2021, dejando en suspenso las de 2022 a la espera de como se desenvuelven los acontecimientos” dejando al criterio del Pleno el importe de la bonificación a aprobar.

La alcaldía propuso una bonificación del 50% (10.000 euros), manifestando el representante de la empresa allí presente, José Simón Ramos Campazas, que no podrían asumirlo.

Propuso el concejal Roberto Sánchez Martín una bonificación intermedia del 62,5% (7.500 euros), que fue la aprobada por unanimidad. Estos fondos revierten al pueblo. El pasado año 2021 se destino el total de la anualidad, a las obras de vallado de la variante de Mellanes dada su peligrosidad.

Una de las esperanzas sería la conversión de la Nacional 122 en autovía y utilizar la diorita para las obras, en concreto, para elaborar el aglomerado para la supuesta calzada.