Una geografía abrupta con pendiente y llena de piedras poblada de monte bajo, con una sequía persistente desde diciembre y fuerte viento. Ese es el panorama que se encontraron en La Tejera las primeras brigadas de extinción “Romeo” de Tábara y de Carballeda, que entraron a uno de los dos frentes en que se partió el fuego procedente de Portugal llevándose por delante el Valle de la Gamoneda, en el término de la Tejera. El fuego se abrió aún en más frentes por el viento y la orografía, afectando en su avance por el lado oeste, dirección a Hermisende, la zona arbolada y repoblada de pino.

El incendio era declarado de nivel 1 a última hora de la mañana movilizando un amplio despliegue además de las dos Romeos, con los efectivos de la cuadrilla helitransportada de Rosinos de la Requejada, un helicóptero de reconocimiento, BRIFF de Tabuyo, un bulldozer y la Guardería Medioambiental, dependientes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.

El Ministerio de Transición Ecológica movilizaba 2 aviones anfibios de Torrejón (Madrid) y el Equipo de Prevención Integral de Incendios Forestales de Sanabria con el apoyo de las brigadas BRIF de Tabuyo del Monte (León) y Laza (Orense).

Cientos de hectáreas de monte bajo, pinar, robledal y castañal, además de un asentamiento de colmenas es el balance provisional del incendio más grave declarado a las cuatro de la madrugada del viernes en el parque natural portugués de Montesinhos, cerca de la frontera con el término de La Tejera. Hasta la mañana de ayer no se movilizaron todos los medios disponibles.

Los efectivos de extinción se dirigen a pie a la zona del incendio de La Tejera. | Araceli Saavedra

Los efectivos se dividían entre La Tejera y la vertiente de Portugal con el despliegue de la brigada helitransportada de Rosinos de la Requejada y los medios de Laza.

La carretera ZA-L-2698 de Hermisende a la frontera con Portugal quedaba cortada al tráfico, a la altura del cruce de La Tejera, poco después de la una de la tarde para facilitar el tráfico solo de los efectivos de extinción.

La Guardia Civil desplegó un amplio dispositivo desde primeras horas con el relevo de las patrullas de seguridad ciudadana de Puebla, Lubián, la Patrulla Fiscal Pafite de Puebla y los agentes de la Agrupación de Tráfico de Sanabria.

Una vecina de La Tejera barre la ceniza desplazada por el viento. | A. S.

“Estamos sin cobertura, olvidados, nos hacen pagar roaming y ahora nos queman el pueblo” se quejaba Sara, una de las vecinas de La Tejera, que corroboraba que el incendio estuvo ardiendo todo la noche llevándose la vegetación desde Los Moares, Carballiño y Sortes, toda la margen izquierda del río Gamoneda de Tejera, la vertiente contraria al pueblo, que quedó a salvo.

En el pueblo de la Tejera a la una de la tarde comenzaban a caer cenizas movidas por el aire, el mismo aire que propició a las dos de la tarde que el fuego entrara en una de las repoblaciones de pinar cerca del repetidor del Hermisende, una masa de robledal y castaños. La nube de humo se oscurecía a medida que calcinaba los pinos jóvenes, por una de las zonas señalizadas como ruta natural de prados y castaños de Hermisende.

“Nos habíamos estado salvando de los fuegos” comentaba una vecina en La Tejera, tras varios intentos de incendios provocados en Castromil, Hermisende y La Tejera, un enero negro para la Alta Sanabria.