La Guardia Civil ha detenido durante la madrugada de ayer a una de las personas que asaltaron la Caja Rural de Mombuey y robaron la caja fuerte, y continúa la búsqueda de otros posibles sospechosos.

El individuo fue trasladado al cuartel de Camarzana a la espera de pasar a disposición judicial y la Guardia Civil investiga si este robo está relacionado con otros en provincias como León.

Agentes de la Policía Judicial de Puebla de Sanabria iniciaron la inspección de las instalaciones a primera hora de la mañana de ayer.

El movimiento mantuvo en jaque a todo el pueblo y especialmente a los vecinos de la calle de la travesía que dan a la entidad bancaria. “No hemos dormido en toda la noche” así describían su preocupación los residentes.

"No os asoméis", gritaban los vecinos

A las cuatro y cinco de la madrugada los vecinos a uno y otro lado de la carretera, en la travesía de Mombuey, se despertaban sobresaltados al dispararse la alarma de la oficina de la Caja Rural. Detrás de las alarma se escucharon unos fuertes golpes en el interior de la entidad “como si estuvieran derribando las paredes a golpes”, relataban en el pueblo. Dos vehículos de alta cilindrada aparcados a la puerta y las luces encendidos de la oficina era la primera imagen de los somnolientos vecinos que se levantaron perturbados.

Al menos vieron a cuatro encapuchados vestidos de oscuro moviéndose dentro del local con pasamontañas negros, solo eran visibles los ojos. Cuatro individuos de aspecto corpulento con mazas trataban de llevarse la caja fuerte. Durante 20 minutos a uno y otro lado de la calle solo se oían los golpes y el miedo de los vecinos a aquello terminara mal. “Ni os asoméis” se alertaban unos a otros “que están ahí dentro”.

Banda organizada y experta

La banda organizada y por lo visto “experta” lograba arrancar la caja fuerte y a pulso trataron de subirla a un Porche Cayenne gris. Al no poder introducirla al primer intento, el conductor dio marcha atrás y empotró el vehículo contra la puerta hasta conseguir su objetivo.

El cajero automático “ni lo tocaron”, relatan los vecinos. Un segundo vehículo, un BMW de alta cilindrada, efectuaba el apoyo. En estos interminables minutos se sucedieron las llamadas a la Guardia Civil. Una vez que se dieron a la fuga, los vecinos de la zona tuvieron que esperar casi dos horas en la entrada de la oficina que llegara la primera patrulla.

Esa es la otra cara de la moneda. Los vecinos reclaman que el cuartel de la Guardia Civil de Mombuey se reabra las 24 horas del día y que haya agentes suficientes para desplazarse para atender con inmediatez las llamadas de emergencia. Menos los agentes del puesto de Mombuey tras el suceso “aquí han tenido que venir de otros cuarteles de la provincia”.