Parece que en vez de carreteras, lo que vertebra la provincia de Zamora es la despoblación. La densidad de habitantes por kilómetro cuadrado se hunde al oeste de la Vía de la Plata, un territorio fronterizo que incluso deja notar su influencia en comarcas cercanas a la ciudad de Zamora, el principal núcleo de población.

La comarca de Tierra del Vino camina en el desequilibrio. De sus 26 ayuntamientos, 6 se encuentran dentro de la bautizada como Franja Céltica, un territorio que abarca todo el oeste de Zamora además de otras provincias fronterizas como Badajoz, Cáceres, Salamanca, León y Ourense, zonas con algo claro en común: la despoblación. Tierra del Vino es tierra de contrastes, con municipios cuya densidad puede superar el centenar de personas o desplomarse a tan solo tres vecinos.

Por debajo de los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado se considera a un territorio como escasamente poblado

Aunque la cercanía de Zamora hace de la Tierra del Vino una comarca con mayor población que su vecina Sayago, también esconde lugares que sufren del vacío. La mayoría, en el lado oeste a la Vía de la Plata.

A la cabeza, Morales, Moraleja, Villaralbo y Arcenillas, que atraídas por la gravitación de la capital, mantienen una densidad respectivamente de 127,95 personas por kilómetro cuadrado, luego 89,2, un tercer puesto de 81,85 y cierra con 33,75 habitantes la que menos. Además de estar a escasos minutos en coche de Zamora ciudad, se encuentran en mayoría al este de la Vía de la Plata.

Al otro lado, en el oeste, El Perdigón es el único municipio que supera los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, cifra clave en los índices de despoblación que delimita cuales son los territorios escasamente poblados del resto.

Al oeste de la ruta romana se encuentran seis de los 26 municipios, de los que cinco están por debajo de los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado: Cabañas de Sayago (3,03), Casaseca de Campeán (8,09), El Cubo de Tierra del Vino (9,33) Mayalde (4,16) y Villanueva de Campeán (9,3). Solo El Perdigón resiste a ser considerado zona poco poblada gracias a una densidad de 13,1 vecinos.

De los 20 fuera de la Franja Céltica, es decir, al este de la comarca, solo siete están por debajo de la línea roja de 12,5 habitantes: Cazurra (10,36), Cuelgamures (5,7), Gema (11,42) Jambrina (9,08) El Piñero (11,26), Santa Clara de Avedillo (10,41) y Venialbo (9,89).

En el resto, la comarca goza de una relativa buena salud en el contexto zamorano. Sanzoles con más de 18 habitantes por kilómetro cuadrado se mueve en la media junto con Peleas de Abajo y Casaseca de las Chanas, que rondan los veinte largos y la última roza incluso los 30 habitantes por kilómetro cuadrado. Tierra del Vino es una comarca de luces y sobras, de municipios que resisten y que incluso han mejorado su población en algunos desde 2018, como Peleagonzalo, que de 255 vecinos ha crecido hasta los 274 en 2021 según el Instituto Nacional de Estadística.

Pero también de lugares que sufren poco a poco los estragos de la despoblación, palpable en el saldo negativo de vecinos año tras año, a pesar de que muchos de estos municipios solo se encuentran a unos pocos minutos de la ciudad.