En el año 1996, 11.700 habitantes poblaban Sayago. Un cuarto de siglo después la comarca fronteriza no llega a la barrera de los 7.500. En 26 años Sayago ha perdido un tercio de su capital humano. Hay municipios donde la sangría demográfica arroja datos mucho más alarmantes, rozando la mitad. Es el caso de Luelmo, Alfaraz y Fresno de Sayago, que contabilizan un 46% y un 48% de habitantes menos desde 1996 hasta 2021. Luelmo ha pasado de 280 en el año 1996 a 145 según el padrón de 2021; Alfaraz de tener 232 almas ha pasado a 137, en el caso de Fresno de Sayago la evolución ha sido de 299 a 159, un cuarto de siglo después.

El cuarto pueblo en el ranking de la despoblación es Salce. Los 167 habitantes de 1996 se han reducido a 89. Salce es uno de los tres municipios de Sayago con el padrón por debajo de 100, junto a Argañín y Gamones. En 1996 ninguno bajaba esa barrera.

Hasta doce municipios están por encima de la media de pérdida de población en el conjunto de la comarca, con un negativo 35,1%. Es el caso de Alfaraz, Almeida, Argañín, Carbellino, Fresno, Luelmo, Moral, Moralina, Peñausende, Salce, Villar del Buey y Moralina.

Es decir, la despoblación se dispara aún más respecto a la media de la provincia de Zamora, que en la última década ha reducido un 16% el censo, pasando de 203.000 habitantes a apenas 170.000.

Luelmo, Alfaraz, Salce y Villar del Buey, los más castigados por el despoblamiento

Así se desprende del estudio realizado por Javier Burrieza, joven ingeniero de origen sayagués, que ha elaborado un detallado cuadro con la evolución de la población de los 24 municipios de la comarca de Sayago entre 1996 y 2001.

El desglose confirma la sangría demográfica de los territorios fronterizos, si bien algunos pueblos rompen la caída en picado.

La letra pequeña de ese desglose del censo revela el caso excepcional de Moraleja de Sayago, el pueblo donde el despoblamiento ha tenido menos impacto, con diferencia. En 26 años apenas ha reducido su población en un 5,5%, una rareza a la que solo se le acerca Gamones con una pérdida de población del 16% y Pereruela el 18% menos. Todos los demás están por encima del 25%, es decir, han perdido como mínimo un cuarto de la población desde 1996. Moraleja ha pasado así de 308 habitantes a 283 y Gamones, de 106 a 93.

Datos de la evolución de la población en Sayago, pueblo a pueblo @burriplace

El análisis de Javier Burrieza se centra también en las cabeceras de comarca, Fermoselle y Bermillo, los dos únicos municipios por encima del millar de habitantes aunque con una importante diferencia a lo largo de estos últimos 25 años.

Bermillo de Sayago se sitúa en el filo del millar de habitantes

Si en 1996 Fermoselle contaba 1.782 vecinos en su padrón, los datos de 2021 reducen el censo a tan solo 1.136.

No menos alarmante es el caso de Bermillo, ya en el filo del millar de habitantes. Los 1.549 de hace 26 años en el conjunto de los ocho pueblos que conforman el municipio, se reducen en la actualidad a 1.008. Aunque es de resaltar que en el último año, los anejos de Fresnadillo, Piñuel, Torrefrades y Villamor de la Ladre han arrojado un saldo positivo.

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Esta tendencia se da también en el municipio de Pereruela de Sayago donde, aunque en su conjunto perdió el año pasado 9 habitantes, hay anejos como Cernecina, Malillos, Sobradillo de Palomares y La Tuda donde no solo no pierde sino que suma algún vecino más.

En cualquier caso, las cabeceras de comarca sufren un “castigo” demográfico muy similar al resto de los pueblos. Como precisa el análisis de Javier Burrieza, apenas hay diferencia en la pérdida de población de las cabeceras (-34,8%) respecto al conjunto de pueblos de Sayago (35,2%) en el último cuarto de siglo.