Los vecinos de Castro de Alcañices y Brandilanes tienen consulta presencial en sus pueblos al menos una vez al mes, y más si hay pacientes que la solicitan a demanda. La última vez fue el pasado miércoles, 12 de enero, y las anteriores consultas regulares se pasaron el día 15 de diciembre.

A lo largo de 2021 la doctora de la demarcación sanitaria a la que pertenecen estas dos localidades acudió en 13 ocasiones al consultorio médico de Castro de Alcañices, y 10 al de Brandilanes, que estuvo cerrado temporalmente por obras de reforma.

Ambas localidades tienen menos de 50 tarjetas sanitarias, el mínimo que exige la ley para que haya atención regular en el consultorio médico, y a pesar de ello la atención se mantiene, aunque con menos frecuencia que en otras localidades de mayor tamaño. Además, si los pacientes solicitan la cita previa pueden concertarse visitas antes de cumplirse el mes. Concretamente, en Castro de Alcañices hay registradas 38 tarjetas sanitarias, y en Brandilanes hay 44.

No obstante, continúa en la comarca la preocupación por la marcha de varios de los médicos en el próximo concurso de traslados, pendientes de cuántos nuevos profesionales llegarán.

Al menos, el presidente en funciones de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha descartado el regreso del Plan Aliste, o que ese modelo se extienda a otras Zonas Básicas de Salud. Si el PP continúa gobernando después del 13 de febrero impulsará una ley autonómica para blindar la sanidad en el medio rural, y ha apuntado a su intención de dotar a las zonas básicas rurales como esta con más medios humanos, tecnológicos y de transporte para mejorar la calidad asistencial en el mundo rural, cuya población tiene unas características especiales por su envejecimiento y su dispersión geográfica.

En la actualidad, la Zona Básica de Salud de Aliste cuenta con once médicos que atienden a una población aproximada de 10.000 personas repartidas en 61 pueblos diferentes. De los once facultativos dos de ellos trabajan en el Centro de Salud de Alcañices para atender a los vecinos de la villa y los otros nueve tienen asignadas una demarcación y de lunes a viernes visitan distintos consultorios locales en la misma. En el caso del médico de Viñas, su contrato es de media jornada. La demarcación de Samir de los Caños, que está vacante, se cubre por acumulación de los profesionales de Domez y Fonfría.