La comarca de Aliste ha entrado en 2022 dejando atrás un año hidrológico, 2021, de los más atípicos y raros de los últimos cincuenta años pues las precipitaciones recogidas se concentraron en meses en los que en tierras alistanas no suelen ser muy lluviosos.
Así lo vaticinaba ya el pasado verano Tomás Castaño Fernández, exagente del ICONA (Instituto para la Conservación de la Naturaleza) y, a punto de cumplir los 96 años, años encargado de la estación meteorológica María Pinta de Alcañices al comprobar que el mes más lluvioso del primer semestre había sido febrero, cuando siempre el refrán nos ha recordado que “febrero geladero” y sin embargo la primavera fue muy seca, con el abril más seco de la última década y un mes de mayo también muy seco. Lo mismo ocurriría en el otoño, siendo octubre y noviembre los meses más lluviosos por excelencia en Aliste, apenas se superaron los 100 litros por metro cuadrado en sus 61 días. Noviembre se convirtió en el tercer mes once más seco desde 2002.
“Cuando febrero ha sido el mes más lluvioso del año y el otoño ha venido seco, no hay duda de que algo no va bien” sentencia Tomás Castaño mientras revisa los datos obtenidos durante el año en María Pinta.
De los 365 días del año 283 fueron de sequía: no cayó ni una gota de agua. Una temeridad.
A lo largo de todo el año 2021 sólo hubo precipitaciones en 82 días, recogiéndose en Aliste (Alcañices) 783,7 litros, situándose en la media de los últimos veinte años, que está en 789,7 litros, pero muy lejos de las precipitaciones caídas en los últimos tres años que fueron mucho más benévolos: 978,3 litros en 2018, se subió a 1.011,4 en 2018 para bajar a 885,5 en 2020. Los días más abundantes fueron el 8 de febrero con 59 litros y el 14 de septiembre con 43.
Tomás Castaño señala que “Yo aparte de los datos que obtengo de mi estación meteorológica, tomo como referencia el comportamiento de la fuente que tengo en mi finca María Pinta y me he dado cuenta que a 31 de diciembre esta manando lo mismo que lo hacía el 30 de septiembre. Aparte de ser un manantial muy profundo, las aguas del otoño e invierno no han sido suficientes para llenar los acuíferos. Lo mismo ocurre con las riberas de Alcorcillo, mi pueblo, y de Alcañices, que llevan el mismo agua ahora que en julio y agosto”.
En cuanto a las precipitaciones se recogieron 116,1 litros en el mes de enero, 189,4 febrero, 1,2 en marzo, 80,2 en abril, 23 en mayo, 38 en junio, 6,9 en julio y agosto, 90,10 en septiembre, 84,50 en octubre, 34,40 en noviembre y 12 en diciembre.
Las jornadas de lluvia se distribuyeron de la siguiente manera: enero 10, febrero 15, marzo 1, abril 11, mayo 3, junio 7, julio y agosto 4, septiembre 9, octubre 6, noviembre 4 y diciembre 12.
El día más frío del año 2021 (altas y bajas bajo mínimos) fue el 5 de enero, cuando la mínima fue de 2,1 grados bajo cero y la máxima de tan sólo 2 positivos.
En lo que a temperaturas respecta tuvimos 42 días por encima de los 30 grados y el día más caluroso fue el 13 de agoto, coincidiendo con la Fiesta de la Sardina en Alcañices, cuando el termómetro subió a los 35,8 grados a las 16.50 horas. En segundo lugar se situaba el 17 de julio, con 35,5 grados a la sombra. En agosto no refresco el rostro, falló el refrán, y tuvimos 20 días con temperaturas por encima de los 30 grados, comprendidos entre el 9 y el 29. En julio se superó esa barrera casi todos los días de la segunda quincena. Se le sumaron como jornadas con más de 30 grados 6 en junio, 3 en septiembre y el 31 de mayo.
En cuanto a las bajas temperaturas hubo 72 jornadas de heladas con temperaturas negativas. Aunque ya sabemos que las hortalizas o las flores de los frutales se congelan por debajo de los tres grados positivos. Mal año. La temperatura más gélida del año fue el día 17 de enero (San Antonio Abad) cuando el mercurio bajo hasta los -8,9 grados.
En enero hubo 19 días de heladas y todos seguidos, desde Año Nuevo hasta el día 19. En febrero sólo 4 días estuvo en negativo: estuvo lloviendo 15 jornadas y con cielos cubiertos las mínimas estuvieron entre los 2 y los 7 grados positivos. En marzo hubo 14 días de heladas, nada bueno para los frutales tempranos y algunas hortalizas. En abril cayeron dos heladas el 17 y el 18 ya con los huertos preparados. No volvió a helar hasta el 24 y 26 de octubre. El diciembre se registraron heladas 12 días y en diciembre 12.
La nieve brilló por su ausencia y solamente se registraron 4 litros por metro cuadrado en 2021: el día 9 de enero los dejó Filomena y nunca tan poca nieve había dando tantos problemas pues coincidieron tras ella diez noches seguidas de fuertes heladas.
Los agricultores y ganaderos muestran una profunda preocupación por la situación del campo donde la escasez de lluvias, muy en particular en lo que llevamos de invierno, comienza a notarse en los campos: tanto en las tierras sembradas de cereal (trigo, centeno y cebada) como en los pastizales, llegando hasta el punto que se está teniendo que recurrir a regar las praderas en enero para que salga la hierba, algo que nunca se había visto en Aliste. Muchas fuentes, arroyos, regatos y fuentes están bajo mínimos o incluso secos y las charcas artificiales que se surten con las aguas de las lluvias secas. Castañas, setas y moras vieron mermada mucho su producción.
Juan Gabella Martín experto en micología de “Gabemar” en Fradellos de Aliste asevera: “El año 2021 fue extraño y la campaña micológica mala. Las setas necesitan de las lluvias, llovió muy poco y hubo poca producción y de poca calidad”. Para Sabino Esteban Lorenzo joven pastor sedentario y trashumante de ovino se muestra pesimista: “Cada vez llueve menos y eso es muy grave: sin pastos y sin agua el pastoreo en extensivo peligra, ríos, arroyos y fuentes se secan hasta en invierno”.