Las farmacias y los profesionales farmacéuticos se han convertido en “imprescindibles” para la supervivencia a corto, medio y largo plazo de los 102 pueblos de Aliste, Tábara y Alba, con una población residente en su mayoría de la tercera edad que, en muchos casos, vive sola y carece de medios de transporte para desplazarse. “Sin ellos y su labor de cercanía sería imposible vivir en el medio rural”.

Así lo aseveran ancianos residentes en los pueblos que auguran un futuro poco esperanzador ante el preocupante registro que está dejando la despoblación rural galopante en los 31 municipios. “El día que nos falten los médicos, enfermeras y farmacéuticos estaremos condenados a una muerte segura todos los pueblos y sus vecinos”.

Los farmacéuticos se han convertido en los últimos años, por la necesidad y las peculiares circunstancias del medio rural, pero también por méritos propios, en mucho más que un servicio público importante. Son parte imprescindible para mantener la calidad de vida en el medio rural. Cada día de lunes a viernes por la mañana dejan su farmacia para desplazarse a los pueblos a recoger las recetas a los vecinos, para volver por la tarde a entregar los medicamentos a los usuarios que conocen con nombres y apellidos, una cercanía que además favorece la atención y cualquier ayuda o consejo profesional que necesiten. Si la necesidad lo requiere incluso llevándoselos a sus casas.

“El día que nos falten los médicos, enfermeras y farmacéuticos estaremos condenados a una muerte segura todos los pueblos”

En la Zona Básica de Salud de Aliste a lo largo del último año 2021 de los municipios con farmacia sólo el de Trabazos mantuvo estable su población con 835 habitantes. En el resto se registraron saldos negativos: Alcañices 1.042 (-23), Figueruela de Arriba 317 (-19), Fonfría 744 (-6), Gallegos del Río 464 (-2), Mahide 298 (-18), Rabanales (499 (-2) y San Vitero 473 (-19). San Vicente de la Cabeza, que cuenta con botiquín, 350 (-7). La misma tónica se registró en aquellos municipios sin farmacia: Pino del Oro 183, Rábano 343 (-10), Samir de los Caños 169 (-3) y Viñas 159 (-8).

En la Zona Básica de Salud de Tábara con farmacia: Faramontanos 332, Ferreras de Abajo 494, Olmillos de Castro 208, Tábara 751, Ferreruela 317 y Perilla de Castro 163. Sin ella Moreruela 310 y Pozuelo 155 (+1). En la Zona Básica de Salud de Alba solo hay farmacia en Carbajales 491 (-15). El resto Losacio 90, Losacino 208, Santa Eufemia del Barco (177, Manzanal del Barco 130 y Vegalatrave. Fuera de las dos zonas básicas de Salud cuentan con farmacia Muelas del Pan 607 (-8) y Villalcampo 405 (-14).

El municipio de Rabanales (Fradellos, Ufones, Mellanes, Matellanes, Grisuela) recibirá hoy martes con los brazos abiertos a su nuevo licenciado en farmacia Manuel Arroyo Laso, natural de Zamora capital, que, tras desarrollar su labor profesional a lo largo de los últimos quince años en distintos lugares de Cataluña y Madrid, le surgió la posibilidad, de volver y ha optado por regresar a tierras alistanas.

En 1998 llegaba a Rabanales, Javier Pérez Bueno, un joven recién licenciado que venía de cumplir el servicio militar

En 1998, hace ya 24 años, llegaba a Rabanales, Javier Pérez Bueno, un joven recién licenciado que venía de cumplir el servicio militar en la Farmacia Militar de León: “La buena gente del municipio de Rabanales me acogió con cariño. He sentido cada casa como la mía, aquí aquel licenciado en farmacia se hizo farmacéutico a base de tener la suerte de que los vecinos confiaran en mí. En mi corazón guardo tantos recuerdos, tantas confidencias. Me siento muy afortunado por cada uno de los ratos que he compartido con quienes más que vecinos han sido para mi familia, por cada oportunidad que me han dado para atenderlos lo mejor que he sabido, por cada casa que me han abierto y han permitido que considere mi hogar”.

En Rabanales creció profesionalmente: “Aquí formé mi familia, aquí establecimos nuestro hogar y nos abristeis las puertas para asentarnos y emprender nuestro proyecto personal, en definitiva, aquí encontré mi lugar en el mundo”.

Luego el gran clima de trabajo le permitió continuar con su formación con el Grado de Nutrición Humana y muy recientemente el Doctorado en Farmacia. La vida le obliga ahora emprender una nueva aventura profesional que por cercanía le permita atender a otras de sus obligaciones familiares: cuidar a su madre. “Me llevo Rabanales en mi corazón, atesoro tantos momentos con cada vecino que sé que, aunque ahora vista mi bata de farmacéutico para llevar la atención farmacéutica a otras personas, lo haré con la sabiduría acumulada entre esta gente tan especial”.

Javier Bueno da hoy la alternativa a Manuel Arroyo Laso. “Veo en él la ilusión, fuerza y capacidad de aquel que yo era cuando llegué en 1998 y espero que lo acojáis con el mismo cariño que me habéis dado a mi durante tantos años, sé que él os devolverá multiplicado en forma de atención farmacéutica y humanidad”.

Manuel Arroyo Laso se hace cargo a parte de la farmacia de Rabanales, del botiquín de San Vicente de la Cabeza (Bercianos, Campogrande y Palazuelo de las Cuevas de lunes a viernes de 14.15 a 15.30 horas. El municipio fue el último en ver cerrar su farmacia a finales del año 2019.

La despoblación galopante podría hacer inviable a más de una farmacia

El día 30 de diciembre de 2019 comenzó un declive que a corto plazo podría afectar a alguna otra farmacia de la comarca natural de Aliste, Tábara y Alba con 31 municipios. La despoblación galopante y el consiguiente descenso de TIS (Tarjetas Individuales Sanitarias) podría hacer inviable a más de una.

En la Zona Básica de Salud de Aliste perviven farmacias y farmacéuticos en Alcañices (José Calvo Rodríguez), Gallegos del Río (Yolanda Jambrina Sánchez), Rabanales (Manuel Arroyo Laso), Trabazos (Enrique Macías Hernández), Figueruela de Arriba (Begoña Paramio González), Mahide (Irene Fernández Píriz), Fonfría (María Paz Gallego) y San Vitero (Mari Mar Rivas)

La farmacia Calvo de Alcañices es la más longeva de toda la Raya de España y Portugal. Fue un ya lejano día 2 de diciembre de 1908 cuando el ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes concedía el título de Licenciado en Farmacia a don José Calvo Casado, el cual pasaba a ser el primer farmacéutico titulado de Alcañices y de Aliste

Allá por el año 1930 la comarca alistana llegó a tener tres farmacias y las tres estaban en Alcañices. La de la familia Calvo en el mismo lugar que hoy en la Plaza Mayor, la de Cesar España y la de Huidobro. En aquella época Alcañices contaba con 1.569 habitantes que subirían a 1.598 llegado 1940. En los años sesenta pervivían dos farmacias, la de Cayetano Calvo Leal y la otra de Enrique Mayor.

Autoridades y vecinos muy conscientes de la problemática que origina la pérdida de población piden al Estado y Junta una normativa que apoye a los licenciados en farmacia que deciden prestar sus servicios en los pueblos y “garantice la viabilidad económica de todas las farmacias, aunque sea con ayudas públicas, para que no tenga que cerrar ninguna”. Sin lugar a dudas uno de los servicios que mejor funcionan en Aliste.