Aliste, Tábara y Alba ha visto marcado el cambio de año por la crisis sanitaria al tener que suspenderse la mayoría de los actos comunitarios más tradicionales.

Carbajales de Alba recuperó de nuevo la esencia de la ancestral “Güera de Nochevieja”, tradición del antiguo Condado de Alba de Aliste, donde los albarinos utilizan el fuego para cambiar de año. Los quintos del ya pasado 2021 han podido cumplir con la tradición tras la triste experiencia de 2020 en que hubo de celebrarse, no de noche, sino a plena luz del día.

Los quintos, ayudados por familiares, como mandad la tradición heredada de padres y abuelos, cumplieron a lo largo de la semana con la costumbre de ir a buscar la leña al Monte Cuevas, hacia la parte del término colindante con Losilla, para cortar y “arrecadar” la leña de robles y fresnos. Aunque la mayoría residen fuera de Carbajales, a pesar de la lejanía, mantienen estrechos lazos con la tierra que vio nacer y crecer a sus padres y a sus abuelos: muestra de ello es que tres, dos chicos y una chica, para cumplir con la tradición, regresaron desde Estados Unidos: California, Ohio y Oregón.

Preparación de la hoguera de leña para celebrar el cambio de año. | Ch. S.

Los 15 quintos fueron: Sebastián Ortiz Llanos, Virginia Turiel Ferrero, Claudia Gago Velázquez, Alba Tocino Río, Jimena Teso Serrano, Nuria Martín Mezquita, Ana Gazapo Mora, Nicolás Viñas Gremigni, Pablo Martín García, Teodoro Andrés del Mónaco, Marina Ortiz de Urtarán, Paula Álvarez Teso, Clara Rodríguez Santiago, Paula Joseph, Alicia Gago Tejero y Pablo Domínguez Mezquita: “Somos y nos sentimos carbajalinos y carbajalinas y estamos orgullosos de continuar con las costumbres y tradiciones que hemos heredado de nuestros padres y abuelos. Ha sido una experiencia inolvidable”.

Los quintos han contado con la ayuda y apoyo del Ayuntamiento de Carbajales de Alba que preside el alcalde Roberto Fuentes Gervás.

La leña se trasladó a la Plaza Mayor donde Hervás el piramidal cabañal estaba listo al atardecer del 31 de diciembre para iluminar la noche del cambio de año. Una tarde muy animada con la concurrencia de niños, jóvenes y mayores para ver como los quintos y familiares montaban la espectacular pirámide de leña.

"La Güera" de Carbajales de Alba Ch. S.

Al llegar la media noche, se cumplió con el ritual: el quinto de mayor edad y el menor fueron los encargados de encender la peculiar hoguera para así cumplir una tradición única en el mundo, con la que los carbajalinos y carbajalinas despidieron el Año Viejo y dieron la bienvenida al Año Nuevo. La “Güera” cumple tres objetivos, alumbrar la noche, dar calor en la inverniza noche con sus llamas y ofrecer “borrayo” (brasas) donde camino del alba se asan las longanizas de la última matanza, como primer desayuno del año.

Por otro lado, la Nochevieja más triste y atípica se vivió en los dos pueblos alistanos, Moveros (municipio de Fonfría) y Alcorcillo (Alcañices), que tienen por patrona a Santa Colomba con la particularidad de que la primera jornada festiva se celebra un año y las segunda en otro año diferente. Se mantuvieron las misas oficiadas en Moveros por Pablo Cisneros y en Alcorcillo por Fernando Lorenzo. Unos templos preparados y adornados con flores para una ceremonia, antaño muy concurrida y en esta ocasión con muy pocos feligreses. No hubo procesiones. En Moveros pasacalles al son de las dulzainas del grupo “Alistanga”.

"La Güera" de Carbajales de Alba

Tomas Castaño Fernández nacido en 1926 en Alcorcillo recuerda las fiestas de la posguerra: “Aquello sí eran fiestas no las de ahora. Venían familiares y quintos de otros pueblos, nos juntábamos tantos que en Nochevieja algunos teníamos que ir a dormir a la cuadra o al pajar. Los mozos casi no dormíamos, pasábamos la noche por las calles con el gaitero de Sejas y al amanecer de Año Nuevo le íbamos a dar lo buenos días al cura, al juez y al alcalde. Nos daban chorizo de aguinaldo. Menudo barullo. La comida era a base de garbanzos y sopa de barranca, tan espesa que la cogías con la cuchara y no se caía´. Para beber vino casero y para brindar aguardiente”.

El Ayuntamiento de Fonfría (Bermillo, Brandilanes, Moveros, Ceadea, Arcillera, Castro y Fornillos) ha entregado a cada familia el calendario con estampas de sus pueblos: “Ya tenemos pan para todo el año” asevera Juan haciendo propio el dicho alistano.