La Iglesia ha dado veracidad a las dos denuncias presentadas contra el sacerdote Ángel Sánchez Cao, acusado de abusos sexuales cuando era profesor en el antiguo Seminario Menor de La Bañeza, dependiente de la Diócesis de Astorga. El Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica, instructor del proceso administrativo penal, ha condenado a Sánchez Cao a no mantener contacto con menores de 18 años “hasta el cumplimiento de los 80 años” y a no poder escuchar confesión “salvo en los casos previstos en el c. 976”. Esto es, según el Código de Derecho Canónico: “Todo sacerdote, aun desprovisto de facultad para confesar, absuelve válida y lícitamente a cualquier penitente que esté en peligro de muerte de cualesquiera censuras y pecados, aunque se encuentre presente un sacerdote aprobado”.

Duele el hecho de que se aparte al cura de mantener contacto con menores hasta que cumpla 80 años. “¿Es que con 81 años ya se va a poder acercar a los niños?"

Se trata de la segunda condena a un sacerdote de la Diócesis de Astorga después de la que se impuso a José Manuel Ramos Gordón, ex párroco de Tábara, quien admitió haber abusado de dos hermanos gemelos cuando era profesor igualmente en el Seminario de La Bañeza en los años 80. Aquel escándalo fue el que animó a otro ex seminarista a denunciar los hechos ahora juzgados.

En el caso de Sánchez Cao, pese a que la Iglesia considera “ciertos” los hechos imputados, el cura destinado en O Barco de Valdeorras (Orense) y apartado cautelarmente de las parroquias en enero de 2019, después de sumar una segunda denuncia a la que inicialmente presentó el ex seminarista Emiliano Álvarez, sigue manteniendo su condición de sacerdote.

El Obispado de Astorga “lamenta profundamente estos hechos y reitera su petición de perdón por el grave daño causado a las víctimas en su desarrollo humano y cristiano” reza el comunicado emitido. “Reitera su compromiso de apoyo a las víctimas” y de “seguir trabajando por una Iglesia más segura”.

“Esa persona no puede seguir siendo miembro de la Iglesia, es un depredador sexual”

Palabras que son “una burla” para el leonés Emiliano Álvarez, quien en febrero de 2017 presentó la primera denuncia contra Ángel Sánchez Cao por los “abusos sexuales reiterados” que sufrió durante tres cursos, del 1976 a 1979, en el seminario de La Bañeza, entre los 10 y 13 años. “Esa persona no puede seguir siendo miembro de la Iglesia, es un depredador sexual” expresa Emiliano Álvarez nada más conocer la resolución que le comunicó la responsable de la Oficina de Protección de los Menores y Acompañamiento a las Víctimas de Abusos de la Diócesis de Astorga.

Decepcionados con la condena impuesta a su abusador, los dos exalumnos que han denunciado a Sánchez Cao confirman que “recurrirán” esta “sentencia” de la Iglesia y continuarán con la batalle emprendida. “Es inconcebible que admitan los hechos y mantengan a esta persona dentro de la Iglesia como sacerdote. ¿Hay delito mayor que abusar de un niño?”. Especialmente duele el hecho de que se aparte al cura de mantener contacto con menores hasta que cumpla 80 años. “¿Es que con 81 años ya se va a poder acercar a los niños? Esto no lo entiende nadie”.

Los dos denunciantes tuvieron que soportar además una querella criminal del propio cura ahora condenado por calumnias e injurias, que fue sobreseída.

Emiliano Álvarez, denunciante EMILIO FRAILE

“Vi cómo, además de mí, había otros niños también agredidos”

“Ingrese en el seminario a la edad de 10 años, sufrí abusos por parte de un ‘hombre de dios’, en esos momentos todavía sacerdote. Ángel Sánchez Cao era diacono de la iglesia y todo ese abuso sucedió durante dos años y medio. Tocamientos, felaciones, besos. Vi cómo ademas de mí habia otros niños que sufrían abusos por parte de esa misma persona. He denunciado a otro sacerdote ante la comisión antipederastia del Obispado de Astorga mandándoles una foto. Ha fallecido pero era otro pederasta. Sufrimos también los malos tratos, vejaciones y castigos no apropiados para unos niños”. Emiliano Álvarez expone un desgarrador relato en la denuncia enviada en su día al Obispado de Astorga. Denuncia a la que no se dio veracidad hasta que un año después otro testimonio corroboró las acusaciones contra Sánchez Cao y se tomaran medidas cautelares contra el sacerdote. Las nuevas revelaciones “fundadas” que afectan al religioso abrieron la puerta a la investigación.

Emiliano Álvarez: “Está por escribir la oscura historia del seminario de La Bañeza”

“¿Cuatro años esperando para esto?”. Emilio Álvarez, denunció ser víctima de abusos siendo un niño, a raíz de la denuncia presentada por Javier, víctima reconocida de José Manuel Ramos Gordón. Ambos eran alumnos en el Seminario Menor San José de La Bañeza, donde tanto Javier como Emiliano sostienen que “se cometieron muchos más abusos sexuales. Hay más víctimas y hay más sacerdotes abusadores”.

“Sigo pagando lo que me hicieron; mi madre ha sufrido lo que no está escrito y todavía está por ver una palabra de perdón hacia ella”

Emiliano Álvarez apuntó a otros dos en la denuncia y la declaración del caso. “La oscura historia del seminario de La Bañeza está por escribir; faltan muchas víctimas en ese colegio” explica el leonés, quien a sus 55 años confiesa que “sigo pagando lo que me hicieron. Mi madre ha sufrido lo que no está escrito y todavía está por ver una palabra de perdón hacia ella”. El leonés pudo hablar ayer con la responsable de la Oficina de Protección de Menores del Obispado de Astorga, quien le llamó por teléfono para comunicarle la condena a Sánchez Cao y al no poder hablar con él, le envió un WhatsApp. “No pueden pretender que esto se arregle con un mensaje o una llamada. He pedido la sentencia y se ampara en sus leyes para no facilitarme nada, la indefensión es total, pero no me voy a quedar parado. Las víctimas queremos justicia, verdad y reparación, pero sobre todo justicia y verdad”. Los resultados de la investigación abierta por el Obispado de Astorga a Sánchez Cao se enviaron a la Congregación para la Doctrina de la Fe que, tras el estudio del caso, levantó la prescripción de los delitos y se inició un proceso administrativo penal.

Javier, del caso Ramos Gordón: “Es indignante pasar por estas burlas”

“Lo que nos hicieron fue terrible, pero tener que pasar por estas burlas añadidas a aquel dolor es indignante y muy doloroso”. Es la reacción de Javier, víctima reconocida del ex párroco de Tábara, José Manuel Ramos Gordón, primer sacerdote condenado por la Diócesis de Astorga por abusos sexuales contra él y su hermano gemelo, ya fallecido. Al igual que Emiliano Álvarez, el ex seminarista de La Bañeza, cuyo caso reveló La Opinión-El Correo de Zamora, considera que la condena a Sánchez Cao “es una tomadura de pelo; se lavan las manos, no van al fondo. Lavan su conciencia pidiendo perdón, pero aquí seguimos las víctimas, con nuestro dolor, sin que nos dejen acceder a nuestro propio proceso. Tenemos derecho a saber, pero todo es un muro. Se ríen de nosotros”. Javier cree que la condena a Sánchez Cao demuestra, “una vez más que la Iglesia en España no ha entendido nada. Este señor sigue libre, quién le va a impedir acercarse a los niños. Y lo de los 80 años es que no tiene nombre”.

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