El patrimonio de Tierra de Campos avanza en su recuperación con tras finalizarse las obras de restauración del retablo y armadura de la iglesia de Santo Tomás, en el municipio de Revellinos, obras que ayer presentó el consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, junto a la subdelegada territorial Clara San Damián, la alcaldesa Eutimia Fernández y el párroco, Agapito Gómez.

Este templo, que data del siglo XV, está construido en ladrillo y tapial, materiales que predominan en el paisaje de palomares y bodegas, en el corazón de la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila. La intervención en la iglesia se ha realizado a partir de un estudio del estado de conservación que alertó sobre la existencia de “capas de policromía original” bajo la reforma barroca en el retablo, según ha divulgado la Junta y así como el estado del trasdós –superficie exterior de un arco– de la armadura.

Durante la visita al templo, Ortega ha resaltado que se trata de una actuación integral sobre la capilla mayor que se concreta en estos dos bienes, armadura y retablo, que “definen la configuración espacial” del templo.

Esta intervención, que ha supuesto una inversión total de casi 220.000 euros, llega tras la restauración en 2019 de la cubierta que cubre la capilla mayor y la reparación estructural de la armadura, ahora se ha procedido a intervenir la ornamentación de la armadura de esta parte de la iglesia. Para ello, se han reintegrado las pérdidas de policromía, especialmente en la zona sur donde se mutiló la superficie decorativa para insertar una ventana. Se ha recobrado, además, la geometría de la superficie.

En el retablo, el objetivo de los trabajos han consistido en tratar de recuperar la policromía original que queda del siglo XVI de las tablas. Para ello se ha tenido que mantener la redecoración barroca de la mazonería, pues no era posible levantar los dorados sin dañar los restos de policromía original y, por lo tanto, manteniendo también los ornamentos añadidos en el periodo barroco.

Esta es una de las actuaciones que ejemplifican, según ha divulgado la Junta, la valorización de los elementos patrimoniales dentro de la gestión de la riqueza histórica de la región que quiere involucrar tanto a instituciones como a “toda la sociedad”, para tomar conciencia de la necesidad de contribuir a su “conservación, protección y gestión”. Desde la institución autonómica se ha agradecido al Obispado de Zamora su contribución en la limpieza y consolidación de cubierta y del artesonado y ha trasladado su deseo de que este templo renovado se convierta en una nueva oportunidad de atractivo turístico para este municipio y todo el territorio para el desarrollo local y rural.