Abejera de Tábara, localidad perteneciente al municipio de Riofrío de Aliste, recuperará la ancestral mascarada de invierno de “Los Cencerrones” el día de Año Nuevo tras no poderse celebrar el pasado día 1 de enero de 2021 a causa de la crisis sanitaria.

Así lo acordó la asociación cultural “El Castro”, encargada de su organización y promoción, en un asamblea general extraordinaria donde se renovaron los principales cargos de la Junta Directiva. El joven Oscar Río Río ha sido elegido como nuevo presidente, mientras que Alberto Díaz Río será el nuevo secretario y Michael Blanco Hessler ocupará el cargo de tesorero.

Oscar Río nació en Zamora el 17 de septiembre de 1999, donde vive y es graduado en Derecho por la Universidad de Salamanca: “Nuestro objetivo es trasmitir a las futuras generaciones el amor por Abejera y la tradición de los Cencerrones. En Abejera nos conocemos todos: somos como una gran familia”.

Michael Blanco Hessler, de 22 años, es natural de McAllen en Texas (Estados Unidos), aunque desde niño vive con su familia zamorana y estudia Comercio en Valladolid: “Descubrir Abejera transmite paz, tranquilidad y armonía indescriptible. Dichosos aquellos que podemos escaparnos al pueblo y respirar una gran bocanada de aire puro al llegar, eso si es libertad”.

Alberto Díaz Río nació en Zamora el 15 de noviembre de 1998 y estudia ADE en Valladolid. Debido al trabajo de su padre ha vivido en lugares tan dispares como Segovia, La Bañeza, Ponferrada, Benavente, Gijón y Zamora: “Pero sin olvidar nunca el lugar de donde vengo, a mi pueblo y a mi gente. Es un privilegio y un gran orgullo ser zamorano y ser de Abejera”.

La asociación cultural “El Castro” ha recogido las inquietudes de los vecinos, muy en concreto de la juventud, y se marca como reto solicitar a la Consejería de Cultura de la Junta la declaración de la mascarada de invierno de “Los Cencerrones” como Fiesta de Interés Turístico Regional de Castilla y León. Un reconocimiento institucional que ya consiguieron “Los Carochos” de Riofrío en 2002.

El presidente Oscar Río ya ha trasladado oficialmente la propuesta de Abejera al Ayuntamiento de Riofrío para que la Corporación Municipal que preside el alcalde Germán Matellán se encargue de los trámites. Lo primero será elaborar el correspondientes estudio que además aglutine toda la documentación que muestre y demuestre su antigüedad, rituales y celebración ininterrumpida a lo largo de los últimos años.

Directiva de la asociación "El Castro"

La localidad va ya camino de sus primeros 400 años de vida ya que fue fundada en 1541. En la actualidad cuenta con 118 habitantes (69 hombres y 49 mujeres) con una perdida de población preocupante, 121 vecinos en lo que llevamos de siglo XXI: despidió el siglo XX con 239.

Abejera de Tábara ya ha aprobado el programa oficial de actos de Los Cencerrones. La novedad llegará el día 31 de diciembre con el lanzamiento de fuegos artificiales para despedir el Año Viejo (2021) y dar la bienvenida al Año Nuevo (2022).

El 1 de enero la salida de Los Cencerrones tendrá lugar como ya se habitual de “El Salón” (16 horas) camino de la Plaza del Fornico, junto a la iglesia parroquial de La Natividad, donde se desarrollarán posteriormente todos los actos por parte de los personajes: Cencerrón y Fillandorra (malos), Ciego y Molacillo (buenos), más el gitano con su burra y el pobre pidiendo.

El diablo (Cencerrón) se el principal personaje con sus tenazas de escalera y sus cencerras congeladas de la cintura que dejan su sonar en sus correrías. Antaño la piel que cubría la cabeza y caía hacia la espalda era de “Perro Bardino” (así es como llamaban los pastores antiguamente al Lobo Ibérico). En la mascarada participa también el alcalde pedáneo del pueblo, actualmente el concejal José Río Mezquita, ya que a el es al que se dirige el gitano al llegar para pedir permiso. Un ritual, con muchas gracias, donde la celebración se hace compartiendo regidor y gitano un trago de vino de una antigua bota.

"Abejera, como todos los pueblos, contaba antaño con muchas costumbres y tradiciones que se ha ido perdiendo"

Una vez que finalice la representación de las mascarada tendrá lugar una convidada popular donde todos los presentes, vecinos, emigrantes y forasteros, serán obsequiados con una suculenta y sabrosa chocolatada que siempre se agradece y más durante la inverniza con su frío.

Oscar Río se muestra ilusionado pero a la vez preocupado: “Abejera, como todos los pueblos, contaba antaño con muchas costumbres y tradiciones que se ha ido perdiendo. Por suerte se lograron recuperar los Cencerrones. El éxodo rural ha traído consigo que cada vez quede menos gente joven. No obstante, todos, niños, jóvenes y mayores, hombres y mujeres, vecinos y emigrantes, estamos unidos y debemos de seguir estándolo para que la mascarada pueda celebrarse cada Año Nuevo. Si nuestros antepasados daban la bienvenida al nuevo año pidiendo los aguinaldos, nosotros tenemos la obligaciones de preservarlos”.

Las mascaradas de invierno alistanas estaban desde sus orígenes representadas siempre por los mozos. Abejera de Tábara fue de los primeros pueblos en integrar a las mozas y cada año alguna mujer da vida a alguno de los personajes el 1 de enero.

La comarca de Aliste, Tábara y Alba cuenta con el municipio de España y Portugal donde se mantienen vivas un mayor número de mascaradas de invierno, Riofrío, con la particularidad de que todas ellas coinciden en la misma fecha de celebración: Año Nuevo. Todo ello gracias a los vecinos, muy en particular a los jóvenes que representan los personajes, y también al apoyo del Ayuntamiento.

Antaño todas ellas seguían el mismo patrón y ritual de recorrer una tras otra las casas del pueblo para felicitar el año nuevo a las familias y a la vez recoger el aguinaldo en especie : la sabrosa longaniza casera. Desde hace varios años salen de manera escalonada con lo cual quienes deseen conocerlas cada día 1 de enero pueden hacerlo. Primero salen Los Diablos de Sarracín entorno a las 10 de la mañana, luego lo hacen Los Carochos de Riofrío hacia el mediodía y finalmente le toca el turno a Los Cencerrones de Abejera de Tábara tras la comida.