El obispo de la Diócesis de Astorga, Jesús Fernández, participó en la misa conmemorativa de la finalización de las obras de la cubierta de la iglesia parroquial de Santiago Apóstol de Terroso y San Martín de Terroso, celebrada este sábado, en lo que calificó de un “encuentro feliz”.
Un encuentro en el que participaron el vicepresidente segundo de la Diputación y responsable de Patrimonio, Jesús María Prada, y el diputado sanabrés, Ramiro Silva, junto con los miembros de la comisión vecinal que ha recaudado fondos entre el vecindario. Además del párroco, Fernando García, participaron el párroco de Puebla, Agustín Rubio, y el de Santa Colomba, Joaquín Pérez.
Medio centenar de vecinos de Terroso y San Martín participaron de la homilía donde el obispo les invitó a ser “profetas y camineros que preparan el camino al Mesías”. Con palabras entrañables agradeció “a todos los que quedáis en los pueblos porque sois vosotros los que cuidáis de ellos y cuando venimos en verano lo encontramos todo cuidado. Lo digo al comienzo del invierno que es un periodo largo, así que ánimo a todos”. El párroco Fernando García subrayó “el paso fuerte” de todos los vecinos que han aportado “con uno o varios ceros” a la financiación de las obras. Tras esta primera fase está prevista una segunda para completar las obras de la parroquia y de la Ermita de la Encarnación de San Martín.
Prada destacó su satisfacción por “un esfuerzo conjunto, la única manera de que los pequeños pueblos podamos hacer obras de esta envergadura es estar unidos”. Enmarcó las aportaciones de 37.000 euros de la Diputación y otros 37.000 euros de la Diócesis, además de las aportaciones de vecinos y comisión “la Diputación hace la aportación a través del convenio con el Obispado de Astorga, pero también la parte del Obispado que tiene muchos inmuebles y muchas obligaciones es también por parte de los vecinos que siempre ponen su granito de arena para preservar su patrimonio. Da igual de quién sea la titularidad, lo que cuenta es que el templo está en el pueblo y forma parte de la vida de todos los vecinos”.
Monseñor señaló la colaboración estrecha entre Obispado y Diócesis “llevamos mucho tiempo colaborando pero es un patrimonio tan extenso que es muy difícil llegar a todo. Es comprensible que alguno pueda estar inquieto porque no le llega pero creo que el esfuerzo es importante”. Si hace treinta o cuarenta años los pueblos arreglaban sus templos “es otro problema añadido, al haber menos gente tienen menos recursos. Y esto va a ir en aumento porque al ser cada vez más pequeños va a ser más difícil sostenerlo”.
Quienes también colaboran son los veraneantes, vinculadas familiarmente con los pueblos que cuando se les pide su colaboración “sean de Madrid o del País Vasco, siempre dan” en palabras de Prada quien también se considera un poco veraneante en su pueblo. El vicepresidente de la Diputación reiteró que “Mientras yo sea diputado de Cultura no se cae ninguna iglesia en la provincia de Zamora”.
