La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León ha contratado las obras de infraestructura rural de la concentración parcelaria local de Abejera de Tábara, lo cual supondrá el último paso y definitivo para que los vecinos y propietarios puedan disponer con todas las consecuencias del sueño más ansiado y esperado durante años por el pueblo que pertenece al municipio de Riofrío de Aliste.

Proyecto de la concentración parcelaria. | Ch. S.

Las obras se han adjudicado en 1.414.107 euros. Con el invierno a la vuelta de la esquina, los trabajos se ejecutarán el próximo año. Cuando Abejera solicitó la concentración, hace ya 25 años, había alrededor de 250 habitantes que actualmente han bajado a solamente 118 residentes.

La concentración parcelaria se ha convertido ahora en parte vital para las subsistencia de los pueblos en un intento por erradicar los minifundios y reagruparlos en grandes fincas de reemplazo, pero también para habilitar una red de caminos rurales que faciliten le tránsito de moderna maquinaria como tractores, segadoras, empacadoras y cosechadoras.

En la mayoría de los pueblos alistanos, tabareses y albarinos el abandono de la actividad agraria y ganadera por la jubilación de los agricultores y ganaderos de toda la vida, –apenas hay recambio generacional–, está trayendo consigo que cañadas, cordeles, veredas, colagas, caminos (incluso los más antiguos de rodera y herradura) y senderos se hayan visto invadidos por los árboles y la maleza (muy en particular zarzales y espinos) impidiendo ya el paso incluso a las personas.

La nueva red de caminos de Abejera, con un recorrido de 65 kilómetros y 507 metros, tendrá como objetivo mejorar la movilidad y contribuir a aminorar los costes para las explotaciones. En beneficio medioambiental se reducirán las emisiones de CO2 un 25% comparado con antes de concentrar. En ahorro en gasóleo se cifrará en un 26% en secano. Se habilitarán cuatro entronques con la carretera provincial Sarracín-Tábara (uno con rampa) y dos con el camino rural asfaltado de Abejera a Valer y Puercas, a lo que se le sumarán 33 badenes y distintos caños y marcos.

La Declaración de Impacto Ambiental aprobado por la Dirección General de Prevención Ambiental y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León para la concentración parcelaria de Abejera de Tábara daba luz verde a la ejecución material de una nueva red de caminos de cuatro tipos diferentes, de 3 a 5 metros de ancho y cunetas de 50 y 70 centímetros de profundidad, según tipo seleccionado entre la nueva delimitación de parcelas. De lo total de los caminos, 27 kilómetros tendrán 5 metros de ancho estabilizados con material granular.

Dada la fisonomía del territorio, se realizó una calcificación de cuatro zonas de conservación integral: el arroyo Posaces, parcelas de castaños o frutales, forestales y hábitats prioritarios de la Red Natura 2000, y cuatro tipos de elementos singulares a conservar: arboles singulares, muretes de piedra, linderos y setos y cercados de pastores.

Las nuevas vías se adaptarán en la medida de lo posible a los caminos ya existentes, siguiendo por tanto la antigua traza, con objeto de minimizar el impacto global: visual, erosivo y nuevo parcelario, adaptándose a la morfología natural del terreno y se evitaran tramos de trazado rectilíneo. Se procurará que las lagunas existentes en la zona que son de titularidad municipal permanezcan en la misma situación, así como aquellas particulares que sean susceptibles.

Todo tipo de infraestructuras se construirán siempre teniendo en cuenta la tipología de las instalaciones tradicionales de la zona y el respeto a los ecosistemas y paisaje de lo entorno. Así mismo se procurará la restauración de las tapias laterales que se destruyan con la realización de las nuevas infraestructuras.

Se protegerán los manantiales, charcas, fuentes, pozos y abrevaderos y en caso de afección, se acondicionarán para un mejor desempeño de su funciones.

Sobre una superficie de 2.146 hectáreas, la concentrada es de 2.139 aportadas por 337 propietarios distribuidas en 19.350 parcelas, lo cual significa que la propiedad está muy repartida teniendo cada propietario una media de 57 parcelas, con una superficie de 6,32 hectáreas, lo que da idea del alto grado de fragmentación de las explotaciones y las escasa dimensión de las parcelas (0,11 hectáreas) que se caracterizaban hasta ahora por el minifundio.

La concentración ha dados sus frutos, y ha conseguido reducir los minifundios a 1.743 fincas de reemplazo (5,14 por propietario) y superficies medias de 1,21 hectáreas con media individual de 6,21 hectáreas.