“Antes no había residencia de ancianos y ahora tenemos una que crea 18 puestos de trabajo, antes había diez maestros en un colegio con 300 niños y ahora quedan tres con trece alumnos. Es la nueva realidad del mundo rural” reflexiona Miguel Alejo, alcalde de Almeida de Sayago. Un centro de mayores emergente y una escuela que languidece. Ocurre en Almeida, pero el perfil es trasladable a cualquier pueblo de la provincia donde aún sobreviven servicios públicos.

Corría el mes de septiembre de 1977 cuando Almeida inauguraba el colegio comarcal Matilde Ledesma. Como documenta el maestro y escritor local Juan Antonio Panero, el curso daba comienzo con 325 alumnos, además de otros 25 de párvulos que se incorporarían después desde la clase de la “graduada de niñas”. A los de Almeida se unían alumnos de La Tuda, Tamame, Figueruela, Viñuela, Escuadro, Alfaraz, Moraleja, Carbellino, Roelos, Salce, Mogátar y Fresno. Trece pueblos por cuyas calles aún correteaban niños y niñas en edad escolar.

“La situación demográfica hay que afrontarla con realismo, pensando en el futuro” defiende Miguel Alejo, alcalde de Almeida

Dos décadas después, en 2001, el Ayuntamiento abría la residencia de ancianos. El progresivo envejecimiento de la población daba sentido a este nuevo servicio público, cuya evolución en el tiempo contrasta con la decadencia del colegio. Es la razón de que el equipo de gobierno municipal proyecte la ampliación y mejora del centro de mayores mientras piensa en alternativas para aprovechar de la mejor manera el magno edificio educativo, sin perder su prioritario uso escolar, mientras haya niños.

“La situación demográfica hay que afrontarla con realismo, pensando en el futuro” defiende Miguel Alejo, alcalde de Almeida.

La trayectoria de ambos servicios define muy bien el devenir del pueblo y orienta la gestión municipal hacia medidas que aprovechen los recursos públicos atendiendo al nuevo perfil social: muchos mayores y muy pocos niños. En Almeida esto se traduce en la fortaleza de la residencia, con una media de ocupación del 90%, frente a un colegio casi vacío.

Miguel Alejo ante el edificio de la residencia de ancianos | LOZ

La situación actual del centro educativo mide de forma certera lo que ha ocurrido en los pueblos en las últimas décadas. 44 años después de la apertura, el centro comarcal recibe a 13 alumnos, 5 de Almeida, 2 de una finca próxima y los 6 restantes de Carbellino, Roelos, Salce y Moraleja. En el resto de pueblos del entorno no quedan niños. Con buena parte de sus instalaciones vacías, el edificio de dos plantas de 300 metros cada una, con grandes ventanales y espléndidas vistas, es una sombra de lo que fue. Se utilizan dos aulas, de Infantil y Primaria, también el servicio de comedor. Permanece la biblioteca, el gimnasio, instalaciones deportivas con pistas de futbito, baloncesto y patio de recreo. “Un edificio con unas instalaciones extraordinarias y en muy buen estado para el que necesitamos buscar un proyecto de futuro” precisa el alcalde.

“Ojalá tengamos niños durante muchos años, pero hay que hacer frente a la nueva realidad”

Para ello, desde el Ayuntamiento se han mantenido conversaciones con la Dirección Provincial de Educación y cualquier decisión, respetando por encima de todo el uso escolar, deberá contar con el visto bueno de la Junta de Castilla y León.

El alcalde sayagués confirma la creación de una zona recreativa en torno al edificio, con la piscina como dotación principal y la mejora de las dos canchas deportivas. “La primera fase pasa por dar valor a las instalaciones anejas al edificio, entre otras cosas porque eso también beneficia al pueblo. El sector servicios es muy importante y no puede vivir solo de los que estamos aquí todo el año, hay que favorecer que vengan más personas de fuera y estén más tiempo”. Por ello también la creación de un área de autocaravanas, un turismo emergente que puede tener acomodo en Sayago.

Solar colindante a la residencia donado por una vecina. | LOZ

La idea, todavía verde, para el colegio pasaría por aprovechar parte de las instalaciones como albergue o residencia. “Ojalá tengamos niños durante muchos años, pero hay que hacer frente a la nueva realidad”.

Otra pata del plan estratégico diseñado por el Ayuntamiento beneficiándose de los fondos europeos que llegarán a las zonas despobladas es el impulso de los servicios sociales. “Nuestro primer objetivo estratégico son los servicios sociales, fundamentales porque generan empleo y atienden a una población cada vez más abundante en el territorio, como son las personas mayores”.

En ese contexto se entiende la mejora y ampliación de la residencia de ancianos, para lo cual el Ayuntamiento ha firmado un convenio con la propietaria de un solar colindante. La idea es “aprovechar los recursos de la residencia para que se beneficien otros vecinos desde sus propias casas” explica Alejo. Por ejemplo haciendo uso del comedor o servicios como podología, lavandería y asistencia social en general.

“Ya no es esa concepción tradicional de la residencia solo para los residentes. Ofrecer y potenciar otros servicios significa empleo, que se traduce en asentamiento de población y mejora de la calidad de vida de nuestros vecinos” defiende el alcalde de Almeida.

"La atención a los mayores genera empleo mayoritariamente femenino, que es muy importante porque asienta población"

En la actualidad la residencia registra una ocupación media del 90% de sus 32 plazas, la mitad ocupadas por personas de Almeida y el resto llegados de pueblos del entorno. Da trabajo a 18 personas, 16 mujeres y 2 hombres, el 60% de los cuales viven en el pueblo.

“La atención a los mayores genera empleo mayoritariamente femenino, que es muy importante porque asienta población. Y eso redunda en el sector servicios, favorece a los bares, las tiendas, la gasolinera, la farmacia... Es la forma real de hacer frente a la España vaciada. La idea es mirar hacia el futuro con realismo, ni lamentos ni utopías. No nos podemos quedar en el ¡ay Dios mío como estamos!, hay que buscar alternativas”.

Con 5 habitantes por kilómetro cuadrado, Almeida cumple sobradamente los parámetros exigidos por Europa para recibir fondos europeos. “Vendrá dinero a los territorios despoblados y hay que responder a este oportunidad aprovechando los fondos de la mejor manera” reflexiona Miguel Alejo.