La recuperación de los restos mortales del zamorano Atilano Coco Martín –el amigo de Miguel de Unamuno fusilado en 1936 por ser protestante y masón– está un paso más cerca de materializarse. La Secretaría de Estado de Memoria Democrática ha aprobado distintas propuestas de la asociación Salamanca Memoria y Justicia, entre las que se encuentra la exhumación de una fosa común en el término municipal de Corrales del Vino (en Peleas de Arriba), donde todo apunta a que fueron enterrados tras su ejecución extrajudicial seis hombres sacados de la cárcel de Salamanca en la noche del 8 al 9 de diciembre de 1936, entre ellos el célebre pastor anglicano natural de Guarrate.

La exhumación será un hito especialmente importante para la Iglesia Anglicana en España (Iglesia Española Reformada Episcopal), que considera a Atilano Coco un mártir de su fe. De hecho, una residencia universitaria que esta congregación protestante ha construido en la ciudad de Salamanca lleva el nombre del guarratino.

Hace algunos años, los anglicanos españoles ubicaban los restos de Atilano Coco en un monte de La Orbada (provincia de Salamanca), cerca de la carretera de Valladolid, junto a los de “El Timbalero”, conocido periodista taurino de la ciudad charra que también fue una víctima mortal de la represión franquista. Sin embargo, el trabajo de documentación de “Salamanca Memoria y Justicia” permitió averiguar que el reportero fue fusilado unos días más tarde que Atilano. Testigos de la ciudad charra situaban el camión con los “sacados” de la cárcel el 9 de diciembre en dirección a Zamora, y otros tres testigos de El Cubo, antiguos trabajadores de una dehesa de la zona, han permitido localizar el lugar del enterramiento.

Allí se espera hallar, además de los restos de Atilano Coco, los de Dionisio Báncora Bravo, de 35 años, natural de Hiendelaencina (Guadalajara), hijo de Cipriano y Antonia, muy conocido en Salamanca por haber sido el maitre del casino. También a dos jornaleros de Cantalapiedra: Cosme Francisco García Cívicos, de 45 años, hijo de Francisco y Pascuala y casado con Felisa González González; y Bienvenido González González, de 33 años, hijo de Ángel y Eladia y casado con Luisa Antonia Prieto Hernández. Asimismo, había un pintor de Béjar, Andrés Pérez Corrales, hijo de Paulino y Ezequiela, soltero. Por último, se espera hallar a un comerciante natural de Ciudad Rodrigo, Eladio Rivera Huertas, hijo de Leonardo y Amalia y casado con María Paz Ullán Bote.

Una vez exhumados todos los restos se analizará su ADN y se cotejará con el de sus descendientes u otros parientes, para identificar la identidad de cada cuerpo. Finalmente, estas personas podrán descansar de forma digna en sepulturas identificadas con sus nombres, y no en una fosa común.

Además de la exhumación en Peleas de Arriba, “Salamanca Memoria y Justicia” entregará los restos de otros exhumados en Aldeatejada a sus familiares, en un acto de homenaje para dignificarlos. También planea llevar a cabo prospecciones para buscar la ubicación de tres fosas en Valdunciel, Espino de la Orbada y Peñaranda de Bracamonte, e instalará placas de recuerdo en homenaje a otras víctimas enterradas en Molinillo, Casillas de las Flores y el cementerio de Salamanca. La Secretaría de Estado de Memoria Democrática –dependiente del Ministerio de la Presidencia– destinará 63.500 euros a financiar, en parte, todas estas acciones proyectadas por la asociación salmantina.

En los últimos años “Salamanca Memoria y Justicia” ha digitalizado más de 11.000 fichas de la cárcel de esta ciudad y más de 5.000 expedientes judiciales del Archivo Militar de El Ferrol. En la página web de la asociación hay una base de datos de las víctimas que aparecen en dichos documentos, que puede ser consultada por cualquiera que lleve a cabo un trabajo de investigación o que esté buscando a algún familiar desaparecido durante la Guerra Civil. Muchas de estas víctimas son naturales de la provincia de Zamora, como Atilano Coco o como “El Confitero” de Ciudad Rodrigo, natural de Madridanos, cuyos restos fueron exhumados de una fosa común en Castillejo de Martín Viejo.