Fuentesaúco despierta tímidamente de un año en blanco marcado por la pandemia. Ayer recuperaba la Feria de los Santos, con la Plaza Mayor como epicentro del populoso mercado que en la actualidad es un escaparate de productos de la tierra y actividades de las distintas asociaciones e inquietudes que laten en la capital de La Guareña. Todo cabe en esta popular feria que hunde sus raíces en los tradicionales mercados de ganado y productos agrícolas, allá cuando el campo era una actividad de primer orden.
Hoy la feria tanto vale para vender los primeros ejemplares de una novela –”Todas las muertes de El Sentenciao” de Luis Miguel de Dios–, como para confirmar la exquisita mano de las mujeres saucanas con la cocina o hacer gala de productos emblemáticos de Fuentesaúco como sus garbanzos y quesos. No era la fortaleza de los tiempos pre-pandemia, cuando los puestos inundaban el centro y los soportales de la plaza, pero la voluntad de todos, organizadores y participantes, permitió recuperar una de las actividades más señeras del calendario saucano.
Allí se daban cita de nuevo la Asociación de Mujeres ayudando a calentar el cuerpo con unas agradecidas sopas de ajo y dulces, como contaba su presidenta Marisa Losa. O la Coral Saucana, que vendía lotería con la que sale un pellizco para sus actividades y donaciones benéficas. Este año ya han ido 200 euros para los damnificados del volcán de La Palma. Estaba María Pilar Hernández, fija cada año con el puesto de jabón, elaborado por ella al más puro estilo tradicional, con “sosa, manteca, agua y polvos”. Se agotó. Hasta una saucana emigrante en Francia aprovechó para cargar unos tacos que traspasarán la frontera con ella. “Menudo jabón hace esta señora, es divino” elogiaba otra compradora. “Vale para todo, yo hasta me lavo la dentadura con él” contaba la elaboradora.
A su lado la castañera, un poco más allá los dos puestos de las vecinas de La Ronda, que desde la pandemia se han organizado para dinamizar la vida del pueblo y especialmente de este barrio alumbrado originales decoraciones con motivo de fiestas como La Visitación, la Semana Santa y la más reciente carrera para recaudar fondos en la lucha contra el cáncer, que superó todas las previsiones.
Las ocho mujeres de La Ronda que empezaron con esta iniciativa estaban ayer presentes en la feria para “recaudar fondos y seguir haciendo cosas” contaba Olga Hernández. Vendían galletas, bombones de garbanzos rosquillas y una variedad de exquisitos platos y aperitivos que literalmente volaron. “Toda la gente está participando con nosotras” contaba Olga. También Luisa, de Lulitas Bonitas, donando un bolso hecho por ella misma que se sorteará.
Entre el gentío, el periodista de Guarrate Luis Miguel de Dios firmaba libros en el puesto de la Librería Alejandra, de Fuentesaúco, con su primera novela (que no libro) recién salida del horno. Y no podía faltar el garbanzo de Fuentesaúco, protagonista en la feria a través del concurso gastronómico donde las cocineras volvieron a demostrar las variadas posibilidades que ofrece la legumbre. Entre los cinco platos presentados este año el jurado otorgó tres premios. El primero para los garbanzos a la zamorana elaborados por Angelines Muñoz, el segundo para garbanzos con salmorejo que presentó Raquel Arganda y el tercero, sorpresa garbancera de Mª José Martín.
José Antonio Perlines y Nicolás Armenteros, presidente y director técnico de la IGP Garbanzo de Fuentesaúco, entre los miembros del jurado, desatacaban el “buen momento” que vive la legumbre en los dos últimos años. “La entrada de empresas de fuera ha dado un impulso grande y la capacidad comercializadora se ha multiplicado. Además destaca la labor de promoción y la calidad por encima de todo” destacaba Armenteros.
Y de la feria en la plaza a los bares, donde se sirvió el bacalao, aperitivo típico de la hostelería saucana. Algunos bares participan además en un concurso organizado por el Ayuntamiento con el que se premiará a la mejor tapa.
El músico Luis Antonio Pedraza cerraba el día con un concierto en el Teatro Municipal.
