Nueve meses después del último pleno, el Ayuntamiento de Fuentesaúco celebraba ayer una sesión extraordinaria (y ya presencial) convocada a petición del PP donde, lejos de clarificar los importantes asuntos planteados, lo que se puso de manifiesto fue la nula empatía entre el equipo de gobierno y la oposición.

El portavoz popular, Gaspar Corrales, no profundizó en la batería de cuestiones municipales sobre las que exigía explicaciones su propio grupo, lo que permitió al alcalde socialista, Eduardo Folgado, dar aire a los asuntos con menos complicación de la esperada. Apenas tuvo que hacer uso del voluminoso montón de papeles con los que se presentó en el pleno.

En el debate, básicamente entre Corrales y Folgado, primó el barro político sobre una discusión constructiva y clarificadora en torno a asuntos importantes para el municipio y sus vecinos.

Para empezar, los gastos de fiestas, donde el PP se estrenó preguntando por un gasto de 15.000 euros sin pasar por el Pleno. “Es un contrato menor” contestó el alcalde. Replicó Corrales reclamando facturas y un informe a la secretaria sobre las fiestas, para rematar cuestionando una factura de 4.000 euros “en pegatinas”. Fin.

Sobre la Cuenta General de 2020, el alcalde reconoció que se va a presentar “fuera de plazo. No se ha podido hacer antes porque el secretario se ha jubilado”.

Más agrio resultó el debate sobre el presupuesto de 2021, aún pendiente. “Es un insulto a todos los saucanos” espetó el portavoz del PP. “Un alcalde que ha estado ocho años debería de saber que el 1 de enero se prorrogan los presupuestos del año anterior, así que no diga que no hay presupuesto” se defendió Folgado. Hasta justificó que no hubiera presupuesto en que “en noviembre (de 2020) se mandó una carta a todos los concejales por si querían plantear propuestas y no se dijo nada”. “O sea que la culpa de no tener presupuesto es de la oposición; esto es de risa” replicó Gaspar Corrales.

"O sea que la culpa de no tener presupuesto es de la oposición; esto es de risa"

Respecto a demolición del edificio de la calle Derecha (el antiguo bar Saúco) el alcalde explicó que, a raíz del derrumbe de parte del tejado en septiembre, la arquitecta declaró “ruina inminente” y valoró el coste del derribo en 21.000 euros. Con esa tasación se contrató a una empresa para ejecutar el derribo y se notificó a los propietarios. Al final fueron éstos los que asumieron la demolición tras un acuerdo. Sobre la mesa otros asuntos como la ampliación, cuentas y gestión de la piscina municipal, debate que permitió conocer que la gestión de este verano ha dado un resultado de “3.000 euros de pérdidas” censuró Gaspar Corrales.

Otro de los asuntos planteados por el PP era la situación laboral de la actual secretaria-interventora, en situación de interina, aclaró el regidor socialista, tras la jubilación del anterior funcionario. Folgado precisó que la ocupación de la plaza “es un problema de las Administraciones central y autonómica, que son las que deciden cuándo sale la plaza a concurso”.

"Un contrato de las características del Matadero Municipal no se resuelve en dos meses"

Más debate generó otro de los asuntos sobre los que pidió explicaciones la oposición: la situación actual del arquitecto municipal tras un litigio judicial. El alcalde aclaró que sigue prestando servicio en el municipio al igual que la arquitecto de la Mancomunidad. Y ante la pregunta de Gaspar Corrales sobre si había denunciado el arquitecto al Ayuntamiento, Folgado aclaró que presentó una denuncia que “después retiró”.

La situación del CEAS, pendiente de habilitar una sede tras el desalojo de la que ocupaba este servicio social en la Plaza Mayor debido al mal estado del edificio, generó un encendido y participado debate. La conclusión es que se está a la espera de que la Diputación valore los espacios propuestos por el Ayuntamiento, en total 16 con algunas casas particulares incluidas, para la sede definitiva.

El contrato del Matadero Municipal enfrentó de nuevo al alcalde y el portavoz popular, quien censuró al primero que “lleve caducado dos años”. “Un contrato de esas características no se resuelve en dos meses” replicó Eduardo Folgado tras un nuevo rifirrafe.

Nada trascendió sobre la soterrada crisis en el equipo de gobierno, con dos concejalas del PSOE al margen de la gestión desde hace más de un año por diferencias con el alcalde. La sesión, de carácter extraordinario, no dio lugar a votaciones ni “ruegos y preguntas” que pudieran aflorar la debilidad o fortaleza del equipo de Gobierno.