La comarca natural de Aliste, Tábara y Alba, con 31 municipios y 102 pueblos, se enfrenta la dura realidad actual fruto de la emigración y el éxodo rural iniciado en la posguerra hacia América (Cuba, Argentina, Brasil, Venezuela y Estados Unidos) y acentuada en los años sesenta camino de extranjero (Francia, Suiza y Alemania) y dentro de España principalmente hacia Madrid, País Vasco (Vitoria, Mondragón y Santurce), Cataluña, Navarra y Asturias.

La marcha de los más jóvenes durante los últimos sesenta años lleva ahora a una despoblación galopante que sitúa a muchos ayuntamientos al borde de la quiebra socioeconómica, ya que si no hay vecinos y actividad económica no hay ingresos de impuestos y del Estado, por lo cual el mantenimiento de los servicios públicos va camino de hacerse inviable a corto y medio plazo sin mancomunarse.

A menos población y menos actividad la aportación del Estado a los ayuntamientos de Aliste, Tábara y Alba a duras penas alcanza del 15% al 20% del presupuesto municipal, cuando el mantenimiento de los servicios e infraestructuras supera hasta el 70%. Dado que los servicios son los mismos las cuentas ya no cuadran.

Un octogenario sentencia: “en 1960 éramos en el pueblo 423 habitantes y la mayoría activos con 52 bombillas de 25 vatios, y ahora somos 98 habitantes todos jubilados y 157 farolas. El servicio hay que prestarlo igual seamos dos o doscientos, eso ha de ser así y así es, pero los ingresos casi no existen y así terminarán por no salir las cuentas”.

La recogida de residuos sólidos urbanos fue a mediados de los años 90 del siglo XX un claro ejemplo de agrupar servicios para hacer viable su prestación a la vez de reducir costes. Así nacieron las mancomunidades “Tierras de Aliste”, “Tierra de Tábara” y “Tierra del Pan” que desarrollan su labor en los 102 núcleos de población de la comarca.

Actualmente hay municipios donde los ingresos a duras penas darían, yendo por libres, para pagar al secretario interventor, al alguacil (operario de servicios multiples) y la factura de la luz del alumbrado público. En el año 2021 la factura eléctrica se ha incrementado en algunos ayuntamientos hasta un 60% respecto al año anterior.

De 31 ayuntamientos, actualmente solo seis siguen permitiéndose el lujo de poder contar con secretario-interventor propio que preste servicios de lunes a viernes: Alcañices (Santa Ana, Vivinera y Alcorcillo), Trabazos (Nuez, San Martín del Pedroso, Villarino tras la Sierra y Latedo), Muelas del Pan (Cerezal, Villaflor y Ricbayo), Fonfría (Bermillo de Alba, Castro, Brandilanes, Moveros, Ceadea, Fornillos y Arcillera) y San Vitero (El Poyo, San Cristóbal, Villarino Cebal y San Juan del Rebollar) y Villalcampo (Carbajosa) y Ferreruela (Sesnández y San Martín). En coste de un secretario puede rondar los 35.000 euros.

Ante la escasez de medios económicos, la alternativa pasa por la creación de agrupaciones de municipios entre ayuntamientos colindantes, e incluso con otros de otras comarcas. Se comparten costes y por lo tanto también servicios, de ahí que 25 municipios no puedan estar abiertos de lunes a viernes. El Ayuntamiento de Riofrío de Aliste está agrupado para mantener el secretario e interventor con Matilla la Seca y Fresno de la Ribera. Losacio y Losacino en Tierra de Alba, con dos de la Tierra del Vino: Gema y Casaseca de las Chanas.

Las agrupaciones de municipios entre ayuntamientos de la comarca son las de Gallegos del Río y Vegalatrave; Samir de los Caños, Pino del Oro y Videmala de Alba; Rabanales, San Vicente de la Cabeza y Ferreras de Abajo; Figueruela de Arriba y Mahide; Rábano y Viñas; Carbajales de Alba y Manzanal del Barco; Santa Eufemia del Barco, Olmillos de Castro y Perilla.

La agrupación de municipios que integran Tábara, Faramontanos, Pozuelo y Moreruela (Santa Eulalia) está en estos momentos en proceso de contratación, provisión con carácter interino, tras la jubilación de José Manuel Garrote, que ha estado en estos ayuntamientos desde principios de los años 90. Se han presentado 18 aspirantes de toda España, de los cuales 12 son mujeres y seis son varones.

Durante siglos cada pueblo se encargaba del mantenimiento de las infraestructuras mediante la prestación personal por concejo y roda: arreglo de caminos, limpieza de fuentes y riego de praderas; e incluso a partir de los años 70 de las redes de abastecimiento domiciliario de agua (averías, lectura de contadores y cobro de la tasa). El alguacil era antaño una figura poco menos que testimonial para leer y entregar bandos y pocos más.

El gran problema surge ahora, cuando la mayor parte de los vecinos residentes son ya personas de la tercera edad que obviamente no están en situación de hacer trabajos duros, no exentos de riesgo de accidente, aparte de que dichos trabajos son de competencia municipal.

Ello esta llevando a sustituir en la mayoría de los ayuntamientos a los antiguos alguaciles por operarios de servicios multiples, unos “MacGyver” que se encargan de todas las labores municipales desde el arreglo de las averías del abastecimiento de agua a la lectura de contadores o la limpieza de los consultorios médicos. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los municipios están compuestos por más de cuatro pueblos (hasta ocho en el caso de Fonfría), con lo cual trabajo no les falta.

Operario de servicios múltiples del Ayuntamiento de Fonfría. | Ch. S.

Es por ello que las contrataciones han de hacerse ya siempre a jornada completa. El coste de un operario de servicios múltiples a jornada completa tiene es de 20.313,96 euros incluida la Seguridad Social (a razón de 1.692,83 al mes).

La abundancia de hierro, manganeso y arsénico en las aguas potables, lejos de traer riqueza y progreso a los pueblos se ha convertido en una auténtica pesadilla en los pozos de sondeo que abastecen a los domicilios, ya que sus altos índices llevan la Consejería de Sanidad a declarar no apto su consumo el agua.

La única solución pasa por construir una Estación de Tratamiento de Agua Potable en cada pueblo donde surgen problemas. Entre 60.000 y 150.000 euros están costando estas depuradoras. Ese no es un problema, pues las financia la Diputación de Zamora a través de su Área de Medio Ambiente. El problema para los pequeños municipios está en que las ETAP llevan consigo un elevado consumo de energía que obviamente habrá de costear cada ayuntamiento con fondos propios.

En cuanto a las Casas Consistoriales alistanas, tabaresas y albarinas, a la hora de su construcción en la mayoría de los casos se optó por utilizar antaño la planta baja como escuela y hoy día como consultorio médico o salón social, con lo cual las dependencias municipales se ubican en la segunda planta, a la que la única manera de acceder es por escaleras. Otro hándicap cuando la mayor parte de los empadronados son mayores o dependientes.

Los únicos ayuntamientos que tienen ubicada la secretaría en la planta baja son los de Figueruela de Arriba, Santa Eufemia del Barco, Pino del Oro y Villalcampo.