“Es un milagro, y no porque lo piense, como creyente que soy sino porque es la realidad. Escríbelo”. Patricia la conductora de 50 años y vecina de Oporto salía ilesa del accidente en la Plaza del Arrabal, el domingo poco antes de las siete de la tarde, tras sufrir una colisión lateral y verse arrastrada contra la tarima de la terraza de una pastelería y frenar el coche en el bordillo. La copiloto –su amiga de 50 años, residente en Italia y de la zona de Braganza–, sufrió heridas leves por el golpe. El espectacular accidente se saldó con dos heridos leves, un peatón y la ocupante de uno de los dos vehículos.

Delante del coche matrícula de Portugal se levantaba, o se sostenía, el soportal de columnas de Arrabal, uno de los edificios emblemáticos del Conjunto Histórico de Puebla, uno de los que primero recibe a los turistas y a los que les recuerda no marcharse sin un “souvenir”. Hasta nueva orden está cortado al tráfico el tramo desde el cruce del Puente de San Francisco hasta el cruce con la calle El Madero, con rutas alternativas por la Revuelta de Peporro y la calle del cuartel en el Barrio de la Vera Cruz, la calle Matadero es de salida desde el Arrabal.

Patricia su amiga y ocupante también del vehículo, un pequeño Ford, las dos ciudadanas portuguesas, acababan de visitar la iglesia. En el interior del templo “rezamos a la Virgen soy creyente y practicante. Tuve una premonición y recé por lo que nos pudiera suceder que nunca se sabe” reconocía esta profesora de Historia de Oporto que a estas horas estará dando aulas a sus alumnos. Habían estacionado su vehículo en la Plaza de Armas y tras hacer la visita “el pueblo es precioso” regresaban a Oporto por la frontera de Calabor-Portelo. Cuando bajaban por la calle de la Costanilla fijándose en todo “devagarinho” –muy despacio– sintieron repentinamente un golpe y lo siguiente una lluvia de polvo y piedras. Su vehículo arrastrado hasta el portal no llegó a impactar con el edificio milagrosamente.

“Milagro” en el Arrabal de Puebla Araceli Saavedra

“Estamos en shock”

Un vehículo Peugeot, que al parecer estaba estacionado salió de forma acelarada y colisionó con ellas, según su declaración ante los agentes de Tráfico y el Equipo de Atestados. “No se rompió ni el cristal delantero a pesar de que vimos caer las piedras” solo se rompió el cristal de la ventanilla del conductor y como consecuencia del impactó. Salieron del coche por su propio pie aunque a medida que transcurría el tiempo la acompañante comenzaba a cojear, y la conductora se preocupaba porque se había golpeado con el volante.

El conductor, un vecino de Madrid de 87, continuó la trayectoria hasta golpear la columna exterior del soportal, desprender parte de la galería de la vivienda y continuar la trayectoria hasta quedar parado en mitad del arrabal. El conductor y su esposa salieron ilesos milagrosamente. No se descarta una confusión entre el freno y el acelerador del vehículo automático. Vecinos y las ocupantes del coche perjudicado cuestionaban la falta de reflejos al volante a determinadas edades.

El peor parado fue un joven salmantino de 25 años contra el que embistió frontalmente el turismo del octogenario. Siete puntos de sutura y sin anestesia “y ha dolido”. El joven se dirigía a comprar un helado cuando vio que el coche se le echaba encima. Su instinto fue “poner los brazos hacia delante para tratar de “frenar” el vehículo”. Rápido en reflejos “me eché para atrás” otros cuatro amigos estaban cerca de él. Como consecuencia del golpe con el coche sufrió el corte en la pierna. Una mala experiencia para el salmantino que hacía camino de vuelta a tierras charras, tras pasar por el vehículo sanitario del 112, pero reconociendo que “volveré para ver las luces”. El milagro de la Navidad.

El otro milagro es el que contaban los vecinos “si esto llega a ser en el puente del Pilar tenemos una desgracia”. No era el puente del Pilar pero había fútbol, el clásico, y eso favoreció que muchos turistas ya no estuvieran en la plaza como barruntaba algún espectador. La zona del Arrabal es una de las más concurridas por turistas y vecinos. “Esto se veía venir y ha sido poco” la travesía de Puebla a Braganza, de la ZA 925, es una carretera internacional y un peligro “por aquí pasan muchos camiones y trailers y coches a toda velocidad”.

“Milagro” en el Arrabal de Puebla Araceli Saavedra

Varias personas ofrecen a las dos turistas algo para comer o beber pero “todavía estamos en shock”. El agente municipal también ofreció sus servicios. La espera para declarar en Atestados y poder coger el taxi a Braganza se les hizo mucho más que larga. Una empresaria de la avenida de Braganza le abrió su establecimiento. Tras agradecer al agente de Tráfico su atención se despidieron con este mal recuerdo pero recibiendo la hospitalidad de los vecinos y la preocupación por ellas.

Seis horas se tardaron en poner algo de orden en el caos del Arrabal. Al filo de la una de la madrugada, 00:50 horas del lunes, quedaba apuntalado el forjado de madera del edificio, que amenazó durante toda la tarde con caerse por el peso del alero que se iba descolgando y la apertura de una grieta en la fachada lateral, contigua al edificio anexo, al hacer palanca una viga bajo el muro del primer piso. Pero más que la pared, al arquitecto de guardia le preocupaba el desprendimiento de alero. Aquí tampoco obran milagros, ningún arquitecto había de guardia en la Diputación o en la Junta para atender esta urgencia.

Apuntalamiento del edificio A. S.

Pericia de los bomberos

En esas condiciones los bomberos del Consorcio Provincial de Rionegro no podían entrar a apuntalar a riesgo de que parte del edificio se precipitara sobre sus cascos. Hubo que recurrir a una pala del Parque de Maquinaria de Puebla para hacer una especie de “cazo” protector en previsión de desprendimiento. La altura de la pala era corta y hubo que esperar a que se desplazara desde Ilanes otro de mayor altura.

Casi dos horas hubo que esperar un camión de escala giratoria del parque de bomberos de la capital. Los bomberos comarcales no perdieron el tiempo y mientras prepararon el puntal de madera para sujetar techo, tejado y alero. Tampoco perdieron el tiempo los operarios del Parque de Maquinaria de Fomento de Puebla que efectuaron las tareas de desescombro a las 22:50 de la noche para quitar de la acera y la carretera las piedras que se precipitaron al vacío. El dueño del negocio se mostraba preocupado con las piedras, la columna, las vigas… por miedo a sanciones y expedientes de Patrimonio.

El PSOE se hacía ayer eco de la denuncia del Ayuntamiento de Puebla poniendo de relieve “la falta de recursos en que se encuentran los Bomberos del Consorcio Provincial para atender este tipo de emergencias”. Por su parte, el Consorcio defendió su actuación: “Accidentes como el de Puebla, donde los edificios son bajos, ocurren, afortunadamente, de forma puntual, aunque el riesgo cero no existe en ningún sitio. Estamos tramitando la compra de dos camiones para trabajos en altura. Tenemos, incluso, más recursos de los que contempla el plan sectorial de la Junta y trabajamos para que haya más inversión a través de fondos europeos. A Puebla se llevó la equipación que correspondía a una primera intervención y ,si hubiera sido necesario, se hubieran movilizado medios de Benavente y Zamora”, aseveró el presidente del Consorcio José Luis Prieto.