“La manifestación es legítima, todos los alcaldes tienen derecho a reivindicar y pedir mejoras, pero la polémica en los territorios no ayuda a que esas comarcas sean elegidas por un profesional para prestar su servicio”, era el mensaje que transmitía ayer Clara San Damián, la delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, sobre la protesta convocada hoy en la capital por la sanidad pública en la provincia.

San Damián incidió en que “donde más se politiza la sanidad, es muy difícil que un médico escoja ese destino. Tenemos comarcas donde es posible que en el próximo concurso de traslados no solamente no vengan nuevos médicos, sino que a lo mejor se vaya alguno, porque los profesionales quieren trabajar en condiciones de normalidad y no ser el centro de la polémica”. Lo decía desde Villarrín, la cabecera de la Zona Básica de Salud Campos-Lampreana, “donde no hay polémica y los profesionales trabajan, creo, en una situación de absoluta normalidad y prestan el servicio a gusto”, afirmó.

Precisamente, esta es una de las Zonas Básicas de Salud donde funciona la atención con cita previa desde antes de la pandemia, más de una década de hecho, una medida que en otras zonas de la provincia está suscitando un fuerte rechazo. “Esta es una comarca con las mismas características de envejecimiento y dispersión poblacional que otras comarcas donde no entendemos por qué hay tanto miedo a la cita previa”, expresó la delegada territorial, aclarando que la cita previa “no viene a sustituir la atención presencial, al contrario, viene a agilizar la atención y a maximizar el tiempo de los médicos que tenemos, el tiempo de un médico es muy valioso”.

En este sentido, San Damián reconoció que hay una escasez de profesionales sanitarios: “no hay suficientes ni para Zamora, ni para Castilla y León, ni para España”, por eso la Junta de Castilla y León tratará de adaptarse a la situación, abordando las necesidades de cada Zona Básica de Salud para tratar de solucionarlas con los profesionales que hay en este momento. “El punto de partida es el compromiso evidente, claro y firme del presidente Mañueco de garantizarle a todos los castellanos y leoneses una sanidad digna y adecuada”, aseguró.

Con esa intención, la delegada comenzaba ayer en Campos-Lampreana una ronda de visitas a todas las Zonas Básicas de Salud, con la gerente de Asistencia Sanitaria, Montserrat Chimeno, para escuchar las reivindicaciones de los alcaldes y “sacar el máximo rendimiento posible a los recursos que tenemos, teniendo en cuenta que tenemos unos magníficos profesionales, pero una población dispersa y envejecida”.

San Damián tiende así la mano a los regidores para mejorar la atención sanitaria en sus municipios, y para buscar la colaboración de los alcaldes en explicar a la población las virtudes de medidas como la cita previa, “que en ningún caso sustituye la atención presencial en los consultorios”. “Cuando hay buena voluntad, hay acuerdo de todos, hay buena disposición y no se politiza la sanidad, las cosas van mucho mejor de lo que tratan algunos de hacer ver”, apostilló.

La Zona Básica de Salud de Campos-Lampreana cuenta con 2.913 tarjetas y se extiende por 20 localidades de 16 municipios diferentes, se presta atención de forma regular en todos los consultorios médicos salvo en tres, que tienen menos de 50 tarjetas sanitarias, y el médico va cuando previamente el paciente lo solicita. La zona está dividida en ocho demarcaciones médicas asistenciales, y tiene asignados por lo tanto ocho médicos de equipo, y un médico de área.

Actualmente hay una plaza vacante “que probablemente se cubra a principios del año que viene, con ese concurso de traslados”, que es la de la demarcación de Villalba de la Lampreana, Arquillinos y Cerecinos del Carrizal. Esa vacante la cubre en estos momentos el médico de área “pese a no estar obligado a ello, gracias al buen clima con el que se trabaja en esta zona”, asegura Clara San Damián.

Durante la reunión, los alcaldes de la zona Campos-Pan exigieron un soporte medicalizado en el centro de salud de Villarrín, y San Damián y Chimeno se comprometieron a solicitarlo a Valladolid; mejorar la atención telefónica, que en verano se colapsó por el aumento temporal de población; y que se cubran las bajas de médicos y enfermeros con mayor celeridad.