Esta vez sí. Miguel Blanco Suaña, líder agrario de la COAG, primero en Zamora, después en Castilla y León, y en los últimos nueve años como Secretario General, dice adiós para ser un afiliado de base y dedicarse por completo a su explotación apícola que gestiona desde 1982 en la Sierra de la Culebra. El zamorano de Perilla de Castro pone punto y final a la responsabilidad sindical después de 38 años en primera línea. Será durante la XV Asamblea General de la organización, el 19 y 20 de octubre en Madrid.

“Hay que dar paso” confesaba ayer a este diario al término de la última reunión de la Ejecutiva Nacional que ha presidido. No es un secreto que sus compañeros han intentado que continuara un mandato más, pero ya en la última asamblea quiso colgar las botas y al final le convencieron.

Esta vez no. Tenía que haberse ido hace año y medio, cuando tocaba la asamblea, pero en medio de las negociaciones de la PAC no parecía el momento más oportuno. “Me resistí y al final dije que sí porque no le puedo negar nada a esta casa” apunta su lealtad inquebrantable a la COAG. Después llegó la pandemia y hubo que prorrogar de nuevo, pero con el virus contenido, la asamblea presencial (con límites) se fijó definitivamente para este otoño.

Mi Universidad ha estado en la Unión de Campesinos y en la COAG. Aquí es donde he aprendido

“Me siento satisfecho de que los compañeros confíen en mi después de tanto tiempo, pero 38 años en el sindicalismo agrario activo son muchos”. Prácticamente desde que entró en la antigua Unión de Campesinos de Zamora, con apenas 23 años, Miguel Blanco está ocupando responsabilidades. Nunca llegó a ejercer la carretera de Magisterio que estudió en la Escuela Universitaria de Zamora. “Mi Universidad ha estado en la Unión de Campesinos y en la COAG. Aquí es donde he aprendido”. Ha sido un alumno disciplinado y entregado a una organización que le ha compensado con abrumadoras mayorías en sus reelecciones.

¿Qué queda de aquel joven sindicalista que encabezó sonadas protestas en las calles de Zamora y, alguna vez, traspasando los muros de las instituciones?. Para la memoria y la historia de Zamora muchos momentos protagonizados por los agricultores y ganaderos de la mano de COAG. Como la entrada en la Delegación de Hacienda en 1998 con las vacas campando por los despachos. Hasta el New York Times se hizo eco de la invasión vacuna, con sus excrementos incluidos, que reivindicaba una ampliación de la cuota láctea. O la oveja que ocupó el mismísimo sillón del presidente de la Diputación de Zamora. O las históricas tractoradas cuando el campo se jugaba tanto en el escenario europeo.

“Uno se ve en plenitud, creyendo en todas las causas. Mis convicciones siguen intactas, sigo siendo muy reivindicativo y muy luchador, eso no lo cambiaré nunca, pero las responsabilidades te hacen ir ponderando las cosas. Tienes que dejar puentes abiertos, la negociación exige respeto y una reivindicación calculada, sensata y responsable”. Un viraje hacia la moderación en las formas, que no en el fondo, asegura el apicultor zamorano. “En la COAG hemos sido muy reivindicativos y también podemos hacer gala de nuestra independencia. Un sindicato independiente, progresista, reivindicativo y que apuesta por el diálogo” afirma Blanco Suaña a una semana de convertirse en un afiliado de base.

En la COAG hemos sido muy reivindicativos y también podemos hacer gala de nuestra independencia

A las puertas de ese relevo, la organización agraria destaca el “determinante” papel” de Miguel Blanco en las dos semanas de negociación del famoso “acuerdo del gasóleo”, que desde 2005 “ha supuesto el retorno de más de 1.000 millones de euros para los agricultores y ganaderos vía devolución del Impuesto Especial de Hidrocarburos”.

O en la Ley de mejora de la Cadena Alimentaria de 2013, por la que se dotó de mayor seguridad jurídica y transparencia a las relaciones contractuales entre productos, industria y distribución, y la posterior reforma en 2020. “Ha sido uno de los grandes impulsores de la unidad de acción en el sector, estrategia que ha reportado grandes resultados para el conjunto del sector agrario” valora la organización a la que ha representado el zamorano en España y en Europa.

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Bruselas ha sido uno de lo escenarios más pisados por Blanco durante los últimos años. Allí se han cocido las grandes negociaciones de la Política Agraria Común (PAC) donde el zamorano ha tenido un papel relevante en las mesas de negociación. “La priorización de las ayudas en favor de los hombres y mujeres, profesionales del campo, ha sido un compromiso que ha defendido siempre, al igual que el necesario control y regulación de los mercados para permitir la sostenibilidad social, económica y medioambiental del modelo social y profesional agrario que COAG representa”.

Es hora de ir recogiendo el despacho, de plegar velas. “Me quedo como afiliado de base, eso da mucha tranquilidad en la vida” cuenta el histórico líder agrario con la vista puesta en el 20 de octubre cuando Miguel Blanco Suaña inicie una nueva etapa como apicultor a tiempo completo.