Cerca de 300 personas secundaron la concentración ante el consultorio médico de Villardeciervos para exigir una “sanidad digna” en la Carballeda Baja ante la supresión de consultas en los 12 pueblos de la zona, la supresión del servicio de analíticas y la falta de guardias médicas. “El pueblo ha respondido” en palabras de una vecina por la presencia de tanto personal. La movilización de ayer no será la primera “si hay que ir a Mombuey, iremos y cortamos la carretera”. El representante de COAG, José Manuel Soto, agradeció la presencia de representantes municipales de la zona, como la presidenta de la Junta administrativa Belén Martín, y los concejales y el teniente de alcalde de Villardeciervos, Jesús García. Los representantes de los pueblos no dudaron en sujetar la pancarta “Sin médicos no hay futuro”. Soto se encargó de enumerar los recortes sanitarios que empezando por la supresión del servicio de analítica que afecta “a 12 pueblos” de Manzanal, Villardeciervos y Cional, Villanueva de Valrojo y Val de Santa María.

La Carballeda se planta por su derecho a la atención médica digna

En su alegato por la sanidad pública se mostró en contra de las afirmaciones de la Junta y asegurando que en los consultorios de arriba “no se ha pasado consulta hasta esta semana”.

Dio lectura de los 29 pueblos que se quedan sin consulta en la Carballeda: Anta, Folgoso, Linarejos, Manzanal de Arriba, Pedroso de la Carballeda, Sagallos, Sandín, Santa Cruz de los Cuérragos, Fresno de la Carballeda, Manzanal de los Infantes, Otero de Centeno, Sejas, Valdemerilla, Valleluengo, Carbajales de la Encominenda, Donadillo, Donado, Dornillas, Espadañedo, Faramontanos de la Sierra, Gramedo, Letrillas, Utrera de la Encomienda, Vega del Castillo, Justel, Quintanilla, Valparaíso, Villalverde y Val de Santa María. A ello hay que sumar “el cierre del Centro de Salud de Mombuey”. El único plan sanitario es “Benavente y Zamora”.

“La consejera no mentía en Aliste cuando dijo que se cerraban los consultorios ¡vaya si lo ha cumplido!” recriminó un Soto vehemente y que “se nos tachó de mentirosos” cuando advirtieron del cierre en el resto de comarcas.

La Carballeda se planta por su derecho a la atención médica digna

Soto reclamó los derechos de todos los ciudadanos en los pueblos pequeños y recordó a los más mayores que este servicio de analítica “fue peleado y bien pelado”. Con independencia de las siglas “aquí no hay siglas, aquí no hay ideas, aquí hay lo que tiene que haber, un servicio básico que nos hace falta a todos, al que puede correr y al que tiene que ir por desgracia en una silla de ruedas”. Los primeros aplausos llegaron al recordar que “una comarca unida, jamás será vencida”.

La Carballeda “ha peleado todos los servicios” como figura en la memoria de los más mayores que se opusieron al cierre del consultorio de Villardeciervos y el traslado a Mombuey que era la salvación y ahora peligra de cierre, la ambulancia en la Carballeda. A los que se acuerdan “de la España Vaciada” les espetó la supresión sistemática de servicios incluido el intento de cierre de los cuarteles rurales, desde hace décadas. Reclamó las guardias, la presencia de médico y enfermera en la consulta y no dejar la responsabilidad de diagnosticar a un enfermo grave a una enfermera, un médico en la consulta de Sagallos para toda la zona alta, un teléfono que funcione, “comunicaciones dignas” incluyendo las conexiones a internet, porque en estos momentos la sanidad depende de una llamada de teléfono “y que del otro lado cojan el teléfono”.

“Si te pones malo, solo de pensar en que tienes que llamar para ir al médico, te pones peor”. Con esta escueta frase resumía una vecina de Villardeciervos la situación de los vecinos de la Carballeda con la atención en el Centro de Salud de Mombuey. Si bien Soto señaló la atención y profesionalidad del colectivo de “batas blancas” pese a contratos precarios e indignos, también señaló casos puntuales de una atención poco humana y especialmente con los mayores. “Ese segundo pueblo que tenemos ahí” los residentes del centro geriátrico de la villa cervata “nuestros mayores” que se merecen un trato digno.