Nuez de Aliste y Villarino tras la Sierra, localidades ambas pertenecientes al municipio de Trabazos, convierten sus concentraciones parcelarias en las primeras de iniciativa privada de la provincia en conseguir de Medio Ambiente la luz verde a su evaluación de impacto ambiental, como paso previo para su declaración como de interés público y urgente ejecución por parte de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León.

Autoridades y vecinos de ambas localidades fronterizas con la región de Tras os Montes, en Portugal, mostraban ayer su “gran satisfacción” por el “importante paso adelante” para poder ver hecha realidad a corto plazo una iniciativa que en su conjunto va a cambiar la fisonomía de la superficie geográfica de los terrenos de carácter privado que cuentan con 17.757 minifundios –donde la práctica de la actividad agrícola y ganadera es casi imposible e inviable– por 2.703 fincas de reemplazo mucho más grandes y que además contarán con la habilitación de sendas redes de caminos, con 117 kilómetros y 582 metros de recorrido.

Actualmente de los cinco pueblos del municipio únicamente cuenta con concentración parcelaria Trabazos, desde el 21 de febrero de 2011, la cual afectó a alrededor de 1.900 hectáreas de superficie con 11.091 parcelas de 533 propietarios que se vieron reducidas a sólo 2.354 fincas de reemplazo.

Las concentraciones parcelarias de Nuez y Villarino tras la Sierra fue solicitada el día 2 de octubre de 2018 en nombre de los propietarios por el alcalde del Ayuntamiento de Trabazos, Javier Faúndez Domínguez a la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León. Apenas un mes después, el 20 de noviembre, se elegía el grupo auxiliar de trabajo y la Comisión Local. Los Estudios Técnicos Previos fueron aprobados el 22 de febrero de 2020.

La elección de la variante de concentración parcelaria de iniciativa privada tiene sus motivos en la reducción de plazos para su ejecución frente al modelo tradicional. En la privada, el ayuntamiento colabora económicamente, en estos casos concretos financió con fondos propios la elaboración urgente de los Estudios Técnicos Previos.

La bondad de las concentraciones parcelarias tuvo su lado negativo en la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI en la tardanza al ejecutarlas, lo cual ha dado casos esperpénticos en los que, tras pasar entre 25 y 30 años de espera, cuando se entregaban las fincas de reemplazo la totalidad de los promotores (solicitantes) estaban ya jubilados o, lo que es peor, ya habían fallecido, sin poder conocer lo que tanto anhelaron durante la mayor parte de sus vidas.

Las concentraciones parcelarias se configuran desde sus inicios como la herramienta más viable para corregir las grandes y graves deficiencias estructurales originadas ya desde mediados del siglo XVIII por la costumbre de las familias alistanas de partir las herencias entre todos los hijos a partes iguales. En la posguerra se dieron casos de familias con hasta 12, 13, 14 y 15 herederos, –a veces eran más los hijos que las fincas–, con lo cual la única solución pasaba por ir resquebrajando tierras de secano y huertas de regadío entre varios hermanos hasta llegar a parcelas donde no cabe una pareja de vacas unidas o un tractor. Las fincas de reemplazo “contribuyen a una mejora importante aumentando la renta de los agricultores y de los ganaderos mediente una mejora del rendimiento de las explotaciones”.

Otra de las ventajas de la concentración es la concesión de un título de propiedad con su correspondiente inscripción registral sobre unos precios cuya localización sobre el territorio queda determinada de una forma inequívoca: “Ahora muchas son ilocalizables sobre el terreno a causa de la maleza”, asevera un vecino. Al asentarse la bases del régimen de la propiedad de la tierra se evitan litigios entre agricultores, preservando para el futuro las fincas resultantes de nuevas divisiones.

En el caso concreto de Nuez el pueblo cuenta con un término de 3.039 hectáreas y de ellas se concentrará la amplia mayoría, concretamente 2.297 hectáreas pertenecientes a 665 propietarios diferentes. De 11.757 parcelas que existen, la concentración afectará directamente a 10.856 que se van a ver reducidas a sólo 2.145 fincas de reemplazo, mucho más grandes, pues ahora la media por propiedad se sitúa en sólo 27 áreas y se pasará a 1,39 hectáreas. Cada propietario tiene una media de 4,61 hectáreas.

El margen bruto agrario en Nuez se sitúa en 277.887,66 euros, sobresaliendo el ovino de carne con 100.682 euros frente a los 5.679 del caprino. Como dato curioso el segundo mayor margen bruto agrario corresponde ya a las abejas con 38.543,40 euros y el tercer al fruto del castaño con 30.947 euros. El margen bruto se incrementará un 20% (55.577,53 euros) gracias a la concentración parcelaria.

La infraestructuras a construir tendrán un coste, –presupuesto base de licitación para su ejecución material mediante contrata– de 808.653 euros, la mayor inversión hecha en la historia de Nuez.

Uno de los grandes problemas en los pueblos son las comunicaciones, dado que al ir disminuyendo la población y por consiguiente la actividad agraria y ganadera esto ha afectado muy negativamente a la conservación de las vías, una labor que antaño se hacía en concejo por los propios vecinos. En Nuez la concentración parcelaria local traerá consigo la habilitación de una nueva red de caminos de 60 kilómetros y 441 metros.

Villarino tras la Sierra, –cuya petición rubricaron inicialmente 81 vecinos–, cuenta con un territorio más pequeño y en él se concentrarán un total de 1.004 hectáreas (quedan excluidas 404) que están distribuidas en 5.332 minfundios, en manos hoy día de 186 propietarios diferentes, que una vez reagrupados pasarían a 558 fincas de reemplazo, lo cual supondrá una media de tres parcelas de 1,8 hectáreas por propietario (ahora la media está en 27,2 parcelas).

El margen bruto agrario actual en Villarino asciende a 118.067,93 euros. Estamos en uno de los paraísos de los castaños en Zamora que genera unos márgenes de 14.563 euros en frutos (castañas), sólo superado con 15.432 euros por los barbechos. La tercera actividad más rentable es la apicultura con 34.300 euros que supera ya incluso al ovino (15.897) y al vacuno (7.962). Con la concentración parcelaria el margen bruto agrario se incrementará hasta un 30 % para situarse en 153.488,31 euros.

En este caso la inversión económica será de 605.016,66 euros, la mayor parte de ellos destinados a la construcción de infraestructuras con una nueva red de caminos de 38 kilómetros y 538 metros.

Según los estudios técnicos , “el vacuno extensivo es la principal alternativa por varias razones: actualmente hay un desaprovechamiento de los recursos forrajeros que brindan los comunales, que podrían ser aprovechados, bien pastados a diente o segados y henificados, evitándose su pérdida”.