Los agricultores temen una sementera complicada. La “descomunal subida” de los fertilizantes, hasta un cien por cien más caros en casos “puede descabalar toda la producción agraria” advierte COAG. “Las tiendas de alimentación comenzarán a reflejar las subidas en breve con la nitidez de un cristal, se temen los analistas. De hecho, las mediciones de la ONU indican que los alimentos ya están a punto de alcanzar el precio más alto de la década y que la crisis de los fertilizantes los va a disparar” apunta la organización agraria.

Ante esta situación, COAG asegura que “muchos agricultores en Castilla y León se están planteando no abonar ya esta sementera aunque se resientan considerablemente las producciones”. Advierte la organización agraria que “los efectos perversos de la escalada de precios de la energía solamente han asomado la patita. Lo realmente pernicioso llegará en los próximos meses”. Lo que ya es un hecho constatado por los agricultores es la subida de los fertilizantes.

En Castilla y León, los fertilizantes suponen “casi la mitad del gasto que afrontan los agricultores y ganaderos en insumos, concretamente el 44 por ciento, frente a semillas, fitosanitarios y energía que completan el resto”. Cada año, los campesinos de la Comunidad región compran fertilizantes y enmiendas por valor de 421 millones de euro, “pero este año, si los precios continúan elevándose, tendrían que preparar unos 350 millones para comprar la misma cantidad de fertilizantes que en años anteriores.

El precio de algunos abonos se ha incrementado casi un 100 por 100 este año con respecto al anterior

Según los datos recabados por COAG, el precio de algunos abonos, por ejemplo, el del fosfato diamónico, se han incrementado casi un 100 por 100 este año con respecto al anterior y el ascenso todavía no se ha detenido. En otros casos como el del cloruro potásico o el del complejo 15-15-15, los precios trepan un 85 por ciento el primer caso, y casi un 70 en el segundo. En el caso de los abonos nitrogenados, que se utilizan en cobertera, la subida supera el 60 %.

El debate ahora se centra en conocer qué harán los agricultores y los ganaderos el nuevo escenario cargado de incertidumbres. "La primera medida será provisionar más fondos para lograr la misma producción, a la espera de que los precios percibidos por los cultivos puedan subir y compensar así el incremento. Otra solución que se baraja es refugiarse en cultivos que requieran menos nutrientes". Un analista de Green Markets firma de estudios agrarios, sostiene que “a medida que los precios de los fertilizantes sigan subiendo, los agricultores reducirán las tasas de aplicación, recortarán por completo los fertilizantes con la esperanza de que los precios sean más bajos en el futuro, o recortarán otros productos agrícolas para dar cuenta del mayor gasto previsto”. 

Denuncia COAG que en Castilla y León, ahora mismo, "muchos agricultores se están planteando reducir la cantidad de abono o incluso no abonar en la sementera que se desarrolla en estos días. Lógicamente las producciones se resentirán en gran medida, pero por lo menos, piensan, no tendrán que costear, a priori, toda la ingente inversión que requieren los nutrientes agrarios".