Aunque de forma muy incipiente, la vendimia ha comenzado en la Denominación de Origen Arribes. Cuatro bodegas están en pleno proceso de recolección, incluso una de ellas termina hoy las labores en el campo. Thyge Benned, danés que se estableció en 2016 en Fermoselle, ha sido el viticultor más madrugador. El 30 de agosto empezaba a recoger uva, una decisión personal en consonancia con su concepción del vino que elabora. “Quiero hacer vino a mi estilo, a 11 u 11,5 grados. La variedad Juan García es fenomenal y ya hay denominaciones que experimentan para buscar uvas con menos grados”.

Thyge Benned saca una muestra de vino José Luis Fernández

Así lo lleva haciendo durante los últimos años, desde que en la primera cosecha quedó sorprendido con la calidad de la Juan García, variedad emblemática y mayoritaria en la zona. “Me gusta muchísimo” reconoce mientras saca una muestra con la pipeta para comprobar la calidad del vino. ¿Bueno?, “muy bueno”, expresa satisfecho desde la bodega que ha construido en una antigua alcoholera de Fermoselle.

Arranca la vendimia en el arribanzo José Luis Fernández

Thyge (Chus para todos) abandonó su trabajo de economista para cumplir su sueño como elaborador de vino. “Estuve mirando varias zonas por el norte de España y decidí quedarme aquí, donde todavía se pueden comprar vides a precio razonable, y tenemos variedades muy buenas”. En seguida aplicó su proyecto, basado en “vinos ecológicos de mínima intervención”.

Cuenta que en 2016 “vendimié al mismo tiempo que el resto del pueblo, pero ya en 2017 empecé antes. La gente decía, estás loco, pero me va bien, es lo que quiero”. Thyge Benned exporta sus vinos a Dinamarca, Australia, Japón, Bélgica y va a introducirse en Inglaterra. “La D. O. Arribes todavía no es muy conocida en las ferias internacionales, queda camino por recorrer” cuenta el viticultor danés, convencido de las “grandes posibilidades” de esta zona fronteriza.

Arranca la vendimia en el arribanzo José Luis Fernández

La temporada de vendimia en Arribes se presenta con “buenas expectativas” apunta Carlos Capilla, director técnico de la D. O. “Estamos empezando, de momento va bien en sanidad, calidad y cantidad”. Sin embargo, como todas las labores agrícolas, siempre se está mirando al cielo y las lluvias de la semana pasada han sido tan abundantes que pueden retrasar las previsiones.

“La cosecha no venía mal, más tardía que los últimos años, aunque con el cambio climático estamos vendimiando más pronto, pero entre el martes y el miércoles de la semana pasada cayeron 70 litros de agua. Horrible. El diez por ciento de lo puede caer aquí en un año apenas en 24 horas, la uva no está madura y no ha favorecido” cuenta Charlotte Allen, viticultora inglesa asentada en Fermoselle hace 15 años. “La variedad Juan García siempre madura más tarde, el problema es que tiene la piel muy final y cuando cae mucho agua si es una tierra que no drena bien las bayas se revientan. Ahora tenemos el problema de que no sabemos si vendimiar para evitar el problema de botritis o esperar a ver qué pasa con el tiempo”.

Arranca la vendimia en el arribanzo José Luis Fernández

Carlos Capilla admite el pequeño contratiempo del agua, pero piensa que hay que tener “un poco de paciencia y esperar a que la uva suelte el agua acumulada. Insisto, si el tiempo acompaña la previsión es buena. Hay que ir viendo la evolución” incide el director técnico de la Denominación de Origen.

Arranca la vendimia en el arribanzo José Luis Fernández

Charlotte –Carlota para todo el mundo en la zona–, es de las pioneras desde se creó la Denominación de Origen Arribes en el año 2007. “Comparado con hace quince años, cuando yo vine, esto es el día y la noche”. Ahora son 19 bodegas inscritas en la mención de calidad con 190 viticultores y 278 hectáreas en un territorio con una tradición vitivinícola que, “si bien su existencia no se documenta hasta la Edad Media, como en la mayor parte de la Meseta, ya en el siglo XIII el concejo de Zamora impedía la venta de vinos de Fermoselle en la ciudad para evitar el perjuicio que eso suponía a sus propios vinos”. Así lo documenta la propia Denominación de Origen.

Charlotte Allen observa un racimo durante la vendima José Luis Fernández

“Afortunadamente tenemos bodegas nuevas todos los años, hay cada vez más interés por esta zona, la gente está plantando y así como antes todo el mundo tiraba por el tempranillo ahora las nuevas bodegas están apostando por nuestras variedades. Y esto a largo plazo es bueno porque nos ayuda a diferenciarnos de los demás” expresa Carlota mientras traslada la uva desde la viña hasta la bodega.

Arranca la vendimia en el arribanzo José Luis Fernández

En su caso, después de formarse firmarse como enóloga y viticultora en el Ródano francés, Carlota se puso a buscar viñedo en el sur de Francia para montar su propio proyecto. Cuando conoció los Arribes del Duero decidió asentarse en el territorio fronterizo, segura de que contaba con todas las potencialidades para hacer un vino de calidad.

En la actualidad sitúa el 60% de la producción en España – “mi mejor mercado está en Cataluña–, y el cuarenta por ciento en el exterior. “Para mi el mejor mercado del extranjero, con diferencia, es Estados Unidos” cuenta la viticultura. ¿Zamora?, “yo no; se sigue pensando que solo hay vino de Toro”.

Arranca la vendimia en el arribanzo José Luis Fernández

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Sin embargo las viñedos de Arribes del Duero se asientan sobre un territorio bendecido con figuras naturales de relumbrón. Desde el Parque Natural hasta la más reciente declaración de Reserva de la Biosfera. La Ruta del Vino o la más reciente de Villa del Vino de Fermoselle.

“Todo eso está muy bien, pero tenemos la experiencia de que vienen prometiendo cosas, fondos para proteger las labores y las prácticas tradicionales y a la hora de la verdad no vemos nada”. Carlota Allen acusa las “limitaciones” que imponen figuras de protección como el Parque Natural. “Hay cosas tan sorprendentes como que no puedas arrancar un alcornoque de diez años para plantar una viña”.