El gran parque eólico proyectado en Sayago, que se extiende por los municipios de Bermillo, Almeida y Muga, ha sido objeto de un debate público celebrado en la Plaza Mayor de Fermoselle. “A diferencia de otras compañías que trabajan desde los despachos, nosotros queremos hacerlo desde el territorio. Somos conscientes de que el proyecto genera un impacto y muchas dudas, por eso estamos aquí”. Es el mensaje que transmitían ayer representantes de la empresa promotora, la belga Windvision, y de la constructora Cenerga, que respondieron a la invitación del Ayuntamiento de Fermoselle para participar en el ciclo de conferencias de verano. 

La villa sayaguesa era el escenario de un vibrante e inédito debate que sentaba en una mesa a promotores y detractores del parque eólico, éstos últimos representados por la plataforma “Otra vez no en Sayago”, “Viriatos” y “Ecologistas en Acción”. Faltaba la tercera y fundamental “pata”, los alcaldes de los tres municipios donde se proyectan los molinos. Una ausencia notoria y sonada, también cuestionada en diversos momentos del debate. Los alcaldes de Bermilllo, Almeida y Muga rehusaron la invitación de los organizadores. 

En su ausencia, Jesús Nuñez (Venerga), Simon Neerinckx y Jean Michel Durand (Windvision)  tuvieron que asumir la nada fácil responsabilidad de dar respuesta a las cuantiosas dudas que genera el proyecto, cuando no abiertas críticas a una iniciativa que “acaba con un modelo de desarrollo sostenible que ha costado mucho tiempo y muchos millones establecer. Esto es una aberración” sentenció Víctor Casas, biólogo y empresario de turismo rural, arrancando los aplausos del público congrado en la Plaza Mayor de Fermoselle. “Afecta al paisaje, al impacto visual, el ruido de los molinos. Es ridículo que estemos aquí hablando de esto, no lo puedo entender”. 

Un cuestionamiento del modelo sostenible que rechazó Jesús Nuñez. “Hasta ahora hemos llevado a cabo un estudio de impacto ambiental que lleva 21 meses, desde febrero de 2019, el diseño todavía no es definitivo y nos hemos acercado a los colectivos locales, no nos escondemos. Windvision no trata de ver alrededor de la energía un proyecto industrial sino de integrarlo en la comunidad”. Precisó que “el marco regulatorio determinará la viabilidad o no medioambiental del proyecto”. Y ante las dudas sobre el impacto del mismo, aseguró que “se respetan las distancias legalmente exigidas y más con respecto a las viviendas y se aprovechan hasta el 70% de los caminos existentes. Aunque está en una fase bastante temprana de desarrollo, está prevista la conexión a una subestación en el área de Sayago para evitar impactos de líneas”.