La ola de calor deja su particular huella en la comarca de Sanabria y Carballeda con los 13 grados de temperatura a las siete de la mañana, estándares primaverales, a los 35 grados en la playa. Un placer dormir en el ecuador del mes de agosto y levantarse con prisa para coger posiciones en las playas de la comarca para combatir el calor en las horas centrales del día. Una oscilación térmica que pasa de los 13 grados en la cama a los 35 de la playa.

El trasiego de vehículos y bañistas que entraban y salían de las playas fue constante, aunque con menor afluencia que la registrada el pasado jueves. Los trabajadores de la zona reconocen que muchas personas se decantan por un día de diario y no por un fin de semana.

A las once de la mañana colgaba el cartel de completo en los aparcamientos de la playa Viquiella el principal reclamo para el baño en el Parque Natural del Lago de Sanabria y Sierras Segundera y de Porto. La playa Custa Llago aún seguía renovando salidas y entradas. Este verano no hay rastro del control de aforo, solo del estacionamientos regulado, ni de mascarillas. Quien no la lleva suele estar en el grupo de convivientes, de amigos o familiares. En los establecimientos y servicios de la zona ya se encargan de que los usuarios respeten el acceso con mascarilla y de desinfectar hasta los patines acuáticos.

Poco después de las dos de la tarde los termómetros en la Playa Viquiella se derretían y los bañistas más decididos usaban el muelle para hacer saltos. Desde Rosinos de la Requejada se ha desplazado una familia a disfrutar de un día de playa. Lucía Lanseros González y su amiga Alicia De Paz García son de las valientes bañistas que se lanzan al agua. Lucía pasa sus vacaciones familiares en Rosinos, de las largas, desde el 8 de julio. Su amiga solo estará un par de semanas. Residen en Madrid, una ciudad que “sí, sí, hace mucho calor”.

Los merenderos abiertos este verano están completos, al menos los que están más cerca de la Playa. Un gran familia se ha desplazado desde Quiruelas de Vidriales para disfrutar del día “conocemos bien Sanabria”. Este verano “mejor que el pasado que comimos de pie porque no sabíamos que estaban cerrados”. “La tierra no hay que olvidarla” y es que una de las señoras desciende de Castro de Sanabria. Para ser un sábado de puente de la Asunción “no hay tanta gente, podía haber más”. Antes una posible saturación muchos veraneantes de la zona optan por los días de semana, incluso el lunes si se sortea el tapón circulatorio del mercado semanal.

Y la afluencia ayer era significativa con estos calores, aunque siempre hay quien matiza “¡si no está lleno, que llevamos solo dos días de verano!”. El mes de agosto ha sido muy cambiante desde el punto de vista climático, de poner el aire acondicionado en los primeros días de agosto pero en modo “calor” a resguardarse del calor en el agua o bajo la sombra de un roble. Y abronca “no pongáis que está saturado”. Los coches siguen los que salen por los que entran. “No estamos acostumbrados a estos calores” sentencia una sanabresa que trabaja en la zona. En las playas de Los Arenales y Folgoso “hay sitio. No tiene usted problema de aparcamiento” indicaba una de las controladoras de la ORA.

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La ola de calor llena las playas del Lago de Sanabria Araceli Saavedra