“El hedor es tan insoportable que no se puede ni pasear”. Estas son las palabras de algunos vecinos de Manzanal de Arriba, hartos de los vertidos tóxicos que recorren casi medio kilómetro desde la fosa séptica hasta el río Tera. Estos residuos proceden de la propia fosa séptica, que los deja pasar sin ningún tipo de filtración y provocan un fuerte olor por los alrededores. El contratiempo también afecta a los animales, que apenas se acercan a las aguas por el fuerte olor que desprenden los residuos que acompañan al líquido en su recorrido.

Los vecinos de Manzanal aseguran que este problema ha estado presente desde hace varias décadas. Las denuncias han llegado, pero el ayuntamiento del municipio continúa sin buscar una solución que ponga fin a este desagradable contratiempo. El año pasado, la Confederación Hidrográfica del Duero dio la razón a una de las demandas, condenando al Ayuntamiento de Manzanal a pagar 1200 euros de multa y a garantizar que el vertido se ajustase a los límites de emisión en un plazo de un mes. Sin embargo, la institución no cumplió y el problema sigue encima de la mesa.

Según vecinos del municipio, un miembro de la Confederación Hidrográfica del Duero regresó a la zona hace unos días para volver a inspeccionar la zona. “No hace falta que estudien ni las muestras de agua, se ve y huele a simple vista”, aseguran los vecinos. La intención de los habitantes de la localidad es que esta asociación vuelva a presionar al ayuntamiento y que por fin se tomen medidas. “El ayuntamiento sabe que la Confederación Hidrográfica del Duero está al tanto, pero no les hacen caso”, declaran.

Años sin aguas cristalinas

Manzanal de Arriba no es la única localidad afectada por esta circunstancia. Las tres fosas sépticas de Sandín, cuya agua desemboca en el embalse, y la de Sagallos, cuyo contenido acaba en el Tera, también dejan pasar el líquido cargado de residuos. El malestar también corre por estos pueblos, que reclaman un remedio a un problema que se prolonga en el tiempo y que impide a los vecinos realizar con normalidad actividades tan cotidianas como pasear. .

Ecologistas en Acción Zamora fue otro de los organismos que denunció la situación. Hace exactamente un año, la organización emitió un comunicado reclamando una solución. “Al Ayuntamiento, que tiene las principales competencias en este asunto, parece no importarle, aun a sabiendas de que las aguas fecales acaban en el río Tera, y que son varias las zonas habilitadas para el baño”, rezaba el comunicado.

El pulso entre el Ayuntamiento de Manzanal y los vecinos del municipio sigue a la orden del día. Si hace unos días se realizó una recogida de firmas para revertir la desafectación de tierras comunales en Manzanal, ahora vuelve a salir a la palestra el asunto de los residuos de la fosa séptica, un problema que afecta a las tres localidades. Los vecinos exigen respuestas.