El embalse de Ricobayo ha perdido en la última semana la mitad del agua que le quedaba, que ya era poca, y se situaba ayer al 12,6% de su capacidad, rozando el caudal mínimo. Ello a pesar de no haber sido un año especialmente seco, con una cosecha de cereal de invierno aceptable y, lo más importante, con el resto de embalses de la cuenca prácticamente llenos.

Desde el 11 de junio Iberdrola ha dejado pasar por las turbinas de la central hidroeléctrica 515 hectómetros cúbicos, básicamente la mitad de toda el agua que puede almacenar la presa. En julio se venían observando bajadas del nivel superiores a los 50 centímetros diarios, un ritmo que se ha acelerado en los últimos días: el pasado viernes, 30 de julio, el agua bajó 140 centímetros. Estos bruscos descensos de la cota ha provocado la indignación de todos los municipios perjudicados por el impacto medioambiental y económico de estas decisiones empresariales, además de que ha causado problemas de abastecimiento en varios pueblos que “beben” del Esla.

Representantes de 19 ayuntamientos ribereños se reunían ayer en el salón de plenos de la Diputación Provincial de Zamora con el fin de acordar una estrategia de acción con la que reclamar responsabilidades a la eléctrica Iberdrola por la “situación de desertización” provocada en los territorios adyacentes al embalse del Esla. Entre sus planes está exigir una compensación por todas las pérdidas económicas derivadas de esta situación.

El sector hostelero y el turístico en estos pueblos han dado por terminada la temporada de verano antes de poder empezarla, sin agua la gente se va a bañarse y a pasar sus vacaciones a otros lugares. Esto ocurre en un año que podría haber sido especialmente bueno para la zona, con el turismo rural y de cercanía en auge, y menos gente viajando al extranjero para evitar las pruebas PCR. Este “castigo” al sector llega después de un año en el que han sufrido dos cierres obligatorios y varias restricciones de aforo decretadas con motivo de la pandemia de coronavirus.

En algunos pueblos que tienen captaciones en el embalse para el abastecimiento domiciliario la brusca bajada del nivel del agua ha quemado las bombas de extracción, algo que ha sucedido por ejemplo en Palacios del Pan y en Ricobayo de Alba.

Por otro lado, los 19 municipios perjudicados exigirán a los parlamentarios nacionales que hagan un seguimiento de la situación del embalse de Ricobayo, y llevarán el asunto hasta Bruselas, informando al Parlamento Europeo y a la Comisión Europea sobre “el desarrollo de prácticas no sostenibles y abusivas por parte de la empresa Iberdrola”.

Los municipios representados en esta reunión del pasado sábado eran Andavías, Bretó, Bretocino, Carbajales de Alba, Faramontanos de Tábara, Granja de Moreruela, La Hiniesta, Losacino, Manzanal del Barco, Montamarta, Moreruela de Tábara, Muelas del Pan, Palacios del Pan, Perilla de Castro, San Cebrián de Castro, San Pedro de la Nave-Almendra, Santa Eufemia del Barco, Vegalatrave y Videmala. También acudieron miembros de las directivas del Club Deportivo Esla (La Encomienda) y del Club de Vela de Zamora (Palacios del Pan). El Ayuntamiento de Zamora, que tiene parte del término adyacente al embalse, también fue convocado, pero no respondió a la invitación.

Los alcaldes de Palacios del Pan, San Cebrián de Castro y Andavías en la reunión de ayer. Alejandro Bermúdez

Igualmente estuvieron presentes los vicepresidentes de la Diputación de Zamora, Jesús María Prada y Javier Faúndez (diputado de Aliste, Tábara y Alba), y el diputado de Política Social, Ramiro Silva. El diputado de Economía y Hacienda, y diputado por Tierra del Pan, Antonio Iglesias, también estaba presente, ya que además es alcalde de Andavías.

La gestión que está llevando a cabo Iberdrola del embalse del Esla es “incompatible” con la Política de Acción Climática aprobada por su propio Consejo de Administración, recuerdan los municipios zamoranos. El grupo empresarial se comprometió “a minimizar el impacto medioambiental de todas sus actividades, promoviendo la adopción de cuantas acciones estén al alcance del Grupo, que deberá ser compatible con la consecución del interés social”.

Por eso, exigirán a Iberdrola que implemente “un modelo sostenible, respetuoso con la naturaleza, la biodiversidad, y el respeto a nuestros ecosistemas acuáticos y terrestres” haciendo “un uso racional y sostenible del agua, evitando cambios bruscos y no programados en los niveles del embalse”.

Los motivos del vaciado

El vaciado del embalse responde a una decisión estratégica de la empresa Iberdrola. No hay obras en la central hidroeléctrica –como sí ha ocurrido en anteriores ocasiones– ni tampoco una situación de sequía como la de 2017. Preguntada por este diario, la empresa se limitó a responder el pasado 20 de julio que el nivel del embalse depende de dos factores: la aportación de caudal del río Esla y las necesidades del mercado eléctrico. También añadían que la gestión se lleva a cabo de acuerdo con las condiciones del contrato de explotación del embalse.

El mercado eléctrico tiene unos precios más altos que nunca en España. El mes de julio finalizó como el mes con el precio de la luz más caro de la historia, un 170% superior al de hace un año. En esta coyuntura, la producción de energías sin un coste variable, como es la hidroeléctrica, sale más rentable que nunca.

El agua que Iberdrola saca de Ricobayo llega al Duero, y pasa sucesivamente por las turbinas de Villalcampo, Castro de Alcañices, Aldeadávila y Saucelle, que también explota esta empresa eléctrica vasca aprovechando hasta cinco veces el recurso hídrico. Entre Castro y Aldeadávila hay tres presas portuguesas (Miranda, Picote y Bemposta) en el Duero internacional, que Iberdrola también intentó controlar en 2019, pero finalmente la francesa Engie se hizo con el contrato.

Además, el de Ricobayo es un embalse de aprovechamiento puramente eléctrico, el agua no se puede utilizar para el riego. La comunidad de regantes “Tierra de Tábara” tiene su captación en el río Esla, pero más arriba, por encima de la presa de Santa Eulalia.

En cuanto a la aportación de caudal, ni el río Esla ni el resto de la cuenca del Duero están más secos que otros años por estas fechas estivales. De hecho, la situación de Ricobayo no se repite en otros embalses. Río abajo, el embalse de Villalcampo mantiene el 89% de su caudal, Castro el 92%, Aldeadávila el 85% y Saucelle el 98%. Por arriba, en la cabecera del Esla, el embalse de Riaño mantiene agua hasta el 67% de su capacidad, y en los afluentes del Esla el embalse de Casares está hasta el 78% y el de Barrios de Luna mantiene el 50% de su capacidad. En cuanto al río Tera, el embalse de Nuestra Señora de Agavanzal está al 89%, el de Valparaíso al 86% y el de Cernadilla al 50%.

El mismo embalse de Ricobayo estaba completamente lleno el pasado invierno. En los últimos días de febrero y primeros de marzo rozaba su capacidad máxima. Su vaciado se ha producido en dos fases. Entre el 5 de marzo y el 30 de abril se soltaron 578 hectómetros cúbicos, bajando el nivel del embalse del 99% al 48%. Tras subir el nivel con las precipitaciones primaverales y el deshielo hasta el 57%, el 11 de junio comenzaron a experimentarse descensos bruscos día a día, soltando 515 hectómetros cúbicos más hasta ayer.

Es habitual que al finalizar el invierno, si el embalse está lleno, se suelte agua para recibir el deshielo. Lo que no es nada habitual es que a comienzos de verano se vacíe deliberadamente el pantano. La media de los últimos diez años en la última semana de julio es de 774 hectómetros cúbicos almacenados en Ricobayo (67,7% de capacidad), no los 144 hectómetros de ayer (12,6%).

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GALERÍA | El “brutal vaciado del embalse de Ricobayo”, en imágenes. José Luis Fernández

Caducidad de la adjudicación

Todo esto sucedió cuando surgen dudas sobre la vigencia y la legalidad del contrato por el que Iberdrola explota el embalse de Ricobayo. El contrato, que data de 1926, tenía una vigencia de 75 años desde que se pusiera en marcha la central hidroeléctrica, cosa que sucedió en 1933, por lo que el contrato habría caducado en 2008, hace ya 13 años.

Los municipios del embalse solicitarán una reunión a la Confederación Hidrográfica del Duero para saber si se prorrogó el contrato y en qué condiciones. Si está caducado, exigirán que hasta que se licite el nuevo contrato las condiciones de explotación no se rijan por las condiciones del contrato de 1926, con el fin de que Ricobayo deje de ser considerado un “embalse regulador”, una condición que permite a la hidroeléctrica vaciarlo, “un caso único en España junto al del trasvase Tajo-Segura”, destacó Javier Aguado, alcalde de San Cebrián de Castro. También pretenden que se obligue a la concesionaria a “mantener el nivel del embalse por encima del 70% durante todo el verano”.

Estas condiciones se deberían de incluir en el pliego de la nueva licitación que el Estado tendrá que sacar pronto a concurso. En los próximos años también caducarán las concesiones de los embalses de Castro y Villalcampo. Un momento que la provincia de Zamora intentará aprovechar para fomentar el desarrollo de las comarcas adyacentes a estos embalses, como Aliste, Sayago, Tierra de Alba y Tierra del Pan. Otras personas, como el senador de la legislatura constituyente Luis Rodríguez San León, han propuesto presionar al Gobierno para que incluyan en los nuevos contratos la obligatoriedad de que la empresa concesionaria tenga que tributar en Zamora. Iberdrola, que presentó en 2020 beneficios por valor de 3.611 millones de euros, paga sus impuestos a la Hacienda vasca. En la provincia solo queda el Impuesto de Actividades Económicas, que no se eliminará gracias al voto en contra del Partido Popular en el último pleno de la Diputación, contra el criterio del presidente, Francisco Requejo, de Ciudadanos.

Mientras se cambian o no las condiciones de explotación del embalse de Ricobayo, Iberdrola seguirá vaciando el pantano hasta llegar a la cota mínima, que es donde se sitúa la captación de agua de Muelas del Pan. Su alcalde, Luis Alberto Miguel, mencionaba ayer que la empresa está en contacto con el ayuntamiento para cerrar las puertas en el momento en el que la superficie del agua vaya a llegar a la toma.