La iglesia de San Tirso de Valdemerilla se encuentra en plena fase de remodelación. El pueblo carballés inició el pasado mes la restauración del retablo del templo, que se encontraba muy deteriorado por el paso del tiempo, la humedad y las consecuencias de obras anteriores. La obra entra dentro de un convenio entre la Diputación de Zamora y el Obispado de Astorga y responde a un montante total de 11.000 euros. La Junta Vecinal de Montes y la parroquia de la localidad también colaboran en el proyecto.

Una de las restauradoras trabajando en una parte del retablo. | Adrián Herrero

Las restauradoras Ana Prieto, de Benavente, y Carmen García, de Camarzana de Tera, son las encargadas de llevar a cabo la reestructuración del retablo, que incluye la predela, un cuerpo, un ático y tres calles. Las restauradoras se encargan de renovar las piezas grandes dentro del templo, mientras que el resto pasan al taller para ser tratadas. Una obra que se ha realizado debido al deficiente estado de conservación del retablo, que ha obligado a realizar varios retoques y que durará al menos dos meses. Este deterioro no se ha debido únicamente al paso del tiempo, sino también a la humedad y a obras anteriores que afectaron al retablo con la caída de agua sobre la estructura.

Prieto y García confirman que el retablo estaba “muy abandonado” y su estado era “muy deficiente”. A pesar de las malas condiciones del bien mueble, las trabajadoras aseguran que se trata más de un trabajo de conservación que de restauración. “El objetivo es fijarlo todo y limpiarlo bien. La clave es intervenir lo menos posible”, aseguran. Dentro de las labores de remodelación, las restauradoras se han encargado en primer lugar de desmontar el retablo para poder intervenir de manera adecuada para consolidar su estructura y su posterior montaje. Una vez despiezado, los objetivos son eliminar el polvo y depósitos superficiales del retablo, fijar y limpiar la policromía, consolidar la estructura, reponer los volúmenes y realizar una reintegración cromática. Además, el bien mueble recibirá un tratamiento preventivo curativo antixilófagos para proteger a la madera de los agentes que la degradan.

Jesús María Prada Saavedra, diputado de Educación, Cultura, Deporte, Turismo y Promoción del territorio, confirma que el lavado de cara de este retablo entra dentro de un convenio de restauración de bienes muebles y supone la aportación de 11.000 euros divididos al 50% entre la Diputación y el Obispado. Dentro del proyecto, está también el arreglo de los retablos mayores de Calabor y Otero de Sanabria y el retablo de la Virgen del Carmen de Valparaíso.