Disfrutar de la lectura después de un baño refrescante o tomando el sol sobre la toalla. Estas son algunas de las ventajas que ofrece la “bibliopiscina” que ha vuelto a poner en marcha la Biblioteca Miguel de Cervantes de Villaralbo. Este servicio se ofrece dos veces por semana en la piscina municipal de la localidad, reabierta este verano tras permanecer cerrada durante la temporada de baño del pasado año como consecuencia de la pandemia.

La “bibliopiscina” facilita libros, cuentos o prensa a los bañistas. | Cedida

Al frente de la “bibliopiscina” se encuentra Manuel Gutiérrez, que también se ha hecho cargo recientemente de la biblioteca municipal. Los martes y jueves, de 5.30 a 20.00 horas, acude a la piscina municipal con una selección de material que incluye desde periódicos y revistas, cuentos o literatura juvenil. Entre los usuarios mayoritarios de la piscina se encuentran “los niños, que ya tienen un hábito de lectura y sobre todo me piden cuentos y cómics”. En este sentido, destaca como curiosidad la demanda de títulos de cómics poco actuales, como Mortadelo y Filemón o Astérix. Entre los mayores, los periódicos y revistas son lo más demandados. Durante la última jornada, la “bibliopiscina” registró 23 préstamos de libros, sobre todo infantiles por parte de 17 usuarios, de los que doce eran niños. Además, también se atendieron cinco consultas. Además, este servicio puede emplearse para devolver material o recoger títulos encargados al servicio ordinario de biblioteca.

Una vez que concluya el verano, la Biblioteca Miguel de Cervantes de Villaralbo retomará en septiembre un club de lectura para público adulto.