La Villa de Carbajales, capital de la Tierra de Alba, es uno de los pueblos más históricos y acogedores y con pasado, presente y futuro de la provincia de Zamora gracias, sin lugar a dudas, a la labor de sus gentes, hombres y mujeres, niños, jóvenes y mayores, como sus moradores y alma, corazón y vida a lo largo de varios siglos.

Cuna y fuente de grandes valores, tanto materiales como inmateriales, el Ayuntamiento, cuya Corporación Municipal, presidida por el alcalde Roberto Fuentes Gervás, los vecinos y los emigrantes, han puesto en marcha una iniciativa para cultivar la esencia de la Villa: “Carbajales: Tradición, Cultura, Patrimonio y Gastronomía.

Tradición, con dos exponentes que son a la vez dos de sus emblemas dentro y fuera de la Tierra de Alba: “Virgen de Arboles” (religioso) y “Espantos (taurino). Nuestra Señora la Virgen de Arboles es la patrona de Carbajales y de la Tierra de Alba celebrándose su “Día Grande” cada 8 de septiembre: siendo ella una de las marianas “Siete Hermanas” de España y Portugal.

Cuenta la leyenda que en una batalla a vida o muerte entre moros y cristianos en el carbajalino “Fuerte de San Carlos” los hombres de la tierra estaban llevando la peor parte y a punto de sucumbir, rodilla en tierra, el capitán cristiano pidió la ayuda divina y fue cuando María se apareció entre un gran resplandor entre las ramas y hojas verdes de un negrillo, salvando a sus protegidos. De ahí su denominación de la Virgen de Arboles.

Coincidiendo con las fiestas patronales carbajalinas, cada 8 y 10 de septiembre, por la tarde, históricos son los ancestrales “Espantos” de toros que salen desde los corrales de “La Cañada” con más de 400 años de antigüedad, según el antropólogo y cura carbajalino Francisco Rodríguez Pascual. Este año se solicitará a la Junta de Castilla y León su declaración como Festejo Taurino Tradicional.

Cultura pura y artesanía que cautiva y enamora son los Bordados Carbajalinos, un traje de mujer, joya única en el mundo, que estuvo presente en la boda real de Alfonso XIII en 1872, junto a la Capa Parda Alistana de Honras y Respeto, invitados carbajalinos y alistanos por el Marqués de Alcañices y hombre de confianza del Rey.

En 1937 se creaba, bajo los auspicios de Auxilio Social, el “Taller de Recopilación Artística” en Carbajales de Alba y en 1941 nacía lo que hoy conocemos como “Taller de Bordados” de la calle “Oro” (la carbajalina Manuela Gómez fue su primera directora), cerrando sus puertas en 1986 y reabriéndolas el día 3 de junio de 1991 para seguir elaborando bordadas joyas.

El día 4 de mayo de 2014 pasó a acoger el Museo del Traje Carbajalino y en 2021 la Oficina de Turismo de la Tierra de Alba donde los vecinos y los foráneos pueden conocer las grandezas y los valores endógenos carbajalinos.

Sus horarios de apertura son de 10 a 14 horas los martes, miércoles, jueves y domingos y de 16 a 20 horas los sábados. En el teléfono 980585104 se puede contactar con el técnico para hacer reservas.

Patrimonio a nivel arquitectónico es la iglesia parroquial dedicada a San Pedro Apóstol. Su diseño con planta de cruz latina y una sóla nave, sacristía y baptisterio, fue obra del arquitecto José Barcia en 1740. Se construyó a base mampostería de pizarra, –en las pilastras, esquinas, arcos y vanos se utilizo sillarejo–, mientras que el ladrillo llegó para la cúpula y las bóvedas. Las obras se adjudicaron en el mes de enero de 1747 en 103.500 reales al maestro albañil de Benavente Francisco González.

En 1861 se detectó la amenaza de la torre pero no sería hasta 1863 cuando Pablo Fusta (Arquitecto) redactó el proyecto de mejora con una inversión de 65.500 reales.

Gastronomía de alto standing a base de manjares tiene la Villa y destaca entre ellos el tradicional “Pan de Carbajales” con grandes aromas, sabores acusados, dorada corteza, miga alveolada, crujiente, de conservación larga (pues aguanta varios días) gracias a que se utiliza masa madre, con harina limpia de trigo, un proceso largo de fermentación y una mínima adicción de levadura: hecho en hornos tradicionales de leña a 250 grados donde las hogazas pasan una hora. La “Greña” que identifica el pan es la rubrica del panadero artesano.

Tierra ganadera por excelencia tiente entre otros de sus manjares a las carnes frescas de vacuno de la raza autóctona “Alistana” y de ovino de raza “Castellana”.

Es Carbajales de Alba cuna y fuente de colores y sabores para disfrutar con los cinco sentidos durante las cuatro estaciones del año.

La Villa alcanzó su mayor índice poblacional allá por 1950 1.426 habitantes. Hoy el padrón municipal registró en el inicio de 2021 un total de 506 empadronados (255 hombres y 251 mujeres), cifra que ha ido al alza en el primer semestre.

Con mucha emigración en el silgo XX, según los datos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas la población estacional ronda las 1.150 personas aunque, tras la dureza del pandemia, Carbajales se preve que en agosto supere los 2.000 residentes entre vecinos y turistas.